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sábado, 23 de agosto de 2025

El lugar del miedo en la política

En Colombia nada pasa por casualidad, pero todo se disfraza de accidente. El asesinato de Miguel Uribe, el carro bomba en Cali, los ataques a la fuerza pública, el referendo para dinamitar el Acuerdo de Paz, los buques estadounidenses rondando el Caribe y la retórica de la derecha que insiste en que todo lo que no le convenga huele a narcoterrorismo… parecieran capítulos sueltos, pero en realidad son la misma vieja serie repetida en bucle.

La trama es simple y conocida: cuando el poder se tambalea, se enciende el fósforo del miedo, se resucita el fantasma del “enemigo interno”, se apunta con el dedo al gobierno de turno y se promete, una vez más, que la salvación vendrá de mano dura, Estado mínimo y sermones de seguridad democrática.

El referendo para derogar el acuerdo de paz es, en ese sentido, casi profético: un país que no sabe qué hacer sin guerra se propone votarla de nuevo, como si la violencia fuera un derecho adquirido. Porque para una parte de Colombia, la paz no es un horizonte, sino una amenaza a la mitología que le da sentido: el héroe armado, el enemigo absoluto, el pueblo disciplinado.

Mientras tanto, Estados Unidos vigila desde el Caribe con sus aviones y buques, como quien mira a un viejo socio que no se decide a recaer en la adicción. A Washington le conviene un Colombia obediente, proveedor de excusas perfectas para la guerra contra las drogas y la presión contra Venezuela. Y a la derecha criolla le conviene esa obediencia porque legitima su nostalgia: ser los guardianes de un orden que nunca existió.

El uribismo, por supuesto, ya no es la religión mayoritaria que fue. Está exhausto, golpeado, judicializado, pero no muerto: como todo dogma decadente, sobrevive gracias al miedo. Porque si algo enseña nuestra historia es que el miedo es la gasolina más barata y más duradera que ha encontrado la política colombiana.

Lo trágico es que la democracia, el Estado y la política parecen arrastrarse en la misma extenuación. Y lo irónico es que, justo ahí, en la decadencia compartida, podría abrirse un espacio para algo distinto. Pero para que eso ocurra, Colombia tendría que romper su adicción al eterno retorno del miedo y la guerra.

Quizá la verdadera revolución no sea tumbar al adversario de turno, sino atreverse a imaginar un país que no necesite enemigos para existir. Pero claro, eso exigiría una política distinta… y en Colombia la política siempre prefiere la pólvora a la imaginación.

Y si la escuela, en lugar de enseñar a temerle al error, lo celebrara como laboratorio de futuro? ¿Si nos formara no para ser fieles consumidores de promesas incumplidas, sino arquitectos de realidades nuevas? En vez de domesticar al ciudadano para votar resignado cada cuatro años, podríamos formar comunidades capaces de imaginar y sostener otros modos de vida, más allá de la dicotomía entre miedo y obediencia.

Un interesante giro educativo sería pasar de la pedagogía del miedo a una pedagogía de la imaginación política. Una educación que no se contente con repetir la historia de nuestras guerras, sino que enseñe a ver los patrones que se repiten y escribir los capítulos que todavía no existen. Quizá allí resida la mayor herejía posible en Colombia: educar no para mantener vivo el eterno retorno del miedo, sino para atrevernos a traicionarlo.

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viernes, 2 de mayo de 2025

LIBRO: Estéticas de la re-existencia

El sábado 10 de mayo estaremos en la Feria de Libro de Bogotá lanzando el libro Estéticas de la Re-existencia, texto que nace de un proceso de reconstrucción y diálogo con las experiencias que participaron en la Cátedra de paz del 2021 que lideró la Facultad de Bellas Artes de la UPN.  En esta publicación "buscamos recoger de una manera distinta las memorias de dichos encuentros, el interés apunta a reflexionar sobre las artes aplicadas a los procesos de paz a lo largo y ancho del territorio nacional: desde Catatumbo hasta San Onofre, de Soacha hasta el Chocó, de Icononzo a los Montes de María. Un viaje por el territorio en clave de revisión histórica de la violencia política y las apuestas artísticas para sostener viva la memoria y evaluar críticamente los procesos de paz".






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sábado, 26 de abril de 2025

Podcast Pázala Voz (CEPAZ-UPN)

Estaré este miércoles 30 de abril en la Feria del Libro en Bogotá (FILBo 2025)  en en el Panel Narrativas Sonoras para la paz y el sábado 10 de mayo 5 pm lanzando un libro sobre Estéticas de la re-existencia que escribimos con el grupo de Arte y Formación para la Paz de la Fac. Bellas Artes de la UPN. 

Aprovecho para contarles que este primer semestre en la pedagógica radio realicé 6 programa radiales en Pázala Voz, programa del CEPAZ, Centro de Educación para la Paz, la Memoria y los Derechos Humanos de la UPN. Los temas abordados en los episodios fueron los siguientes: 1. Apuestas presentes del CEPAZ con Miguel Franco director del Centro. 2. Educación para la paz con el profesor José Manuel González. 3. Arte, Juegos y Construcción para la paz (en el que invertimos los roles y fui yo el invitado) 4. Prácticas de Resistencia desde el sur Global con la profesora Yésica Cortés, Daniel Enrique Barrera y Cristian Camilo. 5. Arte y paz con la profesora Laura López Duplat 6. Transmisión en la plaza de Bolívar acompañando el Día Nacional de la Memoria y solidaridad con las víctimas del conflicto armado con el profesor y escritor Fernando González

Fernando González y Andrés Fonseca (integrantes CEPAZ-UPN)

Para escuchar todos los episodios dar click en este enlace: https://radio.upn.edu.co/podcast/pazalavoz/

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miércoles, 11 de diciembre de 2024

Programa Pázala Voz (Episodios II-2024)

Este segundo semestre de 2024 realicé 6 programas radiales en la emisora de la UPN abordando temas de coyuntura social y política que aportan a la comprensión de las violencias en universidades públicas, la justicia tradicional y restaurativa, el balance de la implementación de los acuerdos de paz, balance sobre la unidad de búsqueda y análisis y desafíos del actual proceso de paz total. 

EPISODIO 1. Violencia en universidades públicas.

INVITADOS. Natalia Caruso (profesora UPN). Miguel Ángel Beltrán (prof Sociología UN y expreso político)

 Gloria Silva (Abogada y Defensora de Derechos Humanos). Wilson Gómez (profesor U. Tolima).

EPISODIO 2. Estigmatización universitaria en los medios de comunicación.

INVITADO: Alejandro Sepúlveda (Profesor UPN)

EPISODIO 3. Justicia Transicional y Justicia Restaurativa

INVITADOS: Luz María Sánchez (Doctora en ciencias políticas U. Massachussets). Iván Torres (Pedagogo, escritor y gestor cultural)

EPISODIO 4. Balance de la implementación de los acuerdos de paz

INVITADO: Matías Aldecoa (Firmante de Paz)

EPISODIO 5. Balance de la Unidad de Búsqueda

INVITADA: Patricia Jiménez (Docente-investigadora. Activista de derechos humanos MOVICE)

EPISODIO 6. Balance y desafíos de la paz total

INVITADO: Alberto Yepes (Director de la Observatorio de Derechos Humanos de la Corporación Colombia-Europa-Estados Unidos). Aura Rodríguez (Viva la Ciudadanía). Manuel Restrepo (Profesor UPTC). Jaidíver Ojeda (Unicauca)

En este enlace se puede acceder a todos los programas: https://radio.upn.edu.co/podcast/pazalavoz/


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lunes, 17 de junio de 2024

PODCAST: Imaginación Política / Pázala Voz / Universidad del futuro

Quiero compartirles 4 Podcast (26 episodios en total) que en los últimos meses he estado liderando gozosamente, en donde he podido nutrir encuentros, diálogos, amistades y abriendo conversaciones sobre temas importantísimos en el ámbito de la educación, el arte, el pensamiento ético y político.

1. Imaginación política: (4 programas con 17 radio en México enfocados a conversar sobre actuales negociaciones entre ELN - Gobierno, invitando académicos y líderes sociales):

 https://17radio.org/index.php/programas/imaginacion-politica/ 

2. Pázala Voz: (Programa del Cepaz de la UPN en el cual he creado 8 episodios en el contexto del diálogo sobre las artes y la construcción de paz): Radios comunitarias libres e itinerantes; Literatura y Memoria; Artes Visuales; Música y canto; Pedagogía & Justicia Transicional; Ruta de la Memoria UPN; Alfredo Molano Vida y Obra, Cepaz:  https://radio.upn.edu.co/podcast/pazalavoz/  

3. Co-creando Universidad del Futuro (diálogos colectivos): Sobre los suicidios (2partes) + Rituales de duelo y mortuoria (Fito y Ramiro); Lanzamiento de invitación a publicación udelfuturo; Arquetipos y poéticas; Literatura e inteligencia artificial (Jaime Alejandro Rodríguez); El campus de la udelfuturo (Fernando Ospina); Diseño de Juegos integrales (Raúl Aramayo): https://youtube.com/playlist?list=PLgrqitOpMuiAlppTDbIwmF1W5iLb6aBOg&si=wOYjHioLaBHeBm6N 

4. Serie la Universidad del futuro: Música, pedagogía y política: Samir Aldana (Ep. 109), Universidad, colaboración y transdisciplinariedad: Felipe César Londoño (Ep. 110),  Escucha, imaginación social y pedagogías para la paz: Alejandro Castillejo (Ep.111), Arte, Ecología Política y Diálogo de saberes: Rossana Lara (Ep. 112), Arte y Curaduría en clave decolonial: Phuyu Uma y Eyder Calambás (Ep.113), Pensamiento y emocionalidad en un mundo sin utopías: Roberto Palacio (Ep.114): https://youtube.com/playlist?list=PLgrqitOpMuiAl_1JxGgSFB30SB_KLso_0&si=a3os6j80D-Y_qE5C 


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Podcast: Imaginación Política

Hace unos meses vengo realizando el podcast  Imaginación Política a través de la plataforma 17 radio México en donde estoy abordando aspectos relacionados con las actuales negociaciones de paz en Colombia entre el gobierno y el ELN, invitando a  delegados de ambas partes, representantes del Comité Nacional de Participación (CNP) y también involucrando profesores-investigadores y líderes sociales que trabajan en distintas regiones en el ámbito de las pedagogías para la paz, la memoria y la justicia.


Hasta el momento he creado 4 episodios:

https://17radio.org/index.php/programas/imaginacion-politica/


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lunes, 6 de mayo de 2024

PÁZALA VOZ (Programa radial del CEPAZ - UPN)

Este semestre estuve a cargo de la conducción del programa radial Pázala Voz del Centro de Educación para la paz, la memoria y los derechos humanos (CEPAZ) y realicé 8 podcast donde tuve la oportunidad de convocar a artistas, docentes e investigadores a conversar sobre cómo las artes aportan a la construcción de paz. El programa además de tener invitados muy destacados en los temas propuestos, tuvo dos secciones donde se compartieron libros y películas en relación al tema y en la parte final podemos escuchar diversidad de prácticas cotidianas e iniciativas en clave de la paz, la memoria y los derechos humanos. (En este enlace pueden consultar los 6 primeros programas: https://radio.upn.edu.co/podcast/pazalavoz/)

1) El primer episodio se enfocó en compartir las líneas de acción y la apuesta pedagógica del CEPAZ con la participación de Milena Hernández.


2) Radios comunitarias libres e itinerantes donde conversamos acerca de dos experiencias: Radio Nopal (Diego Aguirre) y La Vox Populi (Daniel Barrera, estudiante de la Licenciatura en Educación Comunitaria)

3) En este episodio se abordó la relación entre literatura y memoria con Fernando González (integrante de CEPAZ). 

4) Se presentaron los hallazgos de una tesis meritoria de la Maestría en Arte, Educación y Cultura (MAEC) y la participación de la profesora de la Facultad de Bellas Artes, Laura Duplat, para hablar del papel de las artes visuales y los procesos de construcción de memoria y paz.

 

5) Dos artistas, pedagogas e investigadoras muy reconocidas de la escena de las nuevas músicas colombianas María José Salgado y Ana María Ulloa, profundizando sobre el canto, las músicas de tradición oral y la paz. 

6) Junto a Paola Acosta y Piedad Ortega conversamos sobre el escenario transicional, justicia y pedagogías de la memoria. 

7) Dylan Bocanegra estudiante de la Licenciatura en Educación Comunitaria nos presentó la iniciativa la Ruta de la Memoria.

8) Finalizamos la serie hablando con Milena Hernández, directora del CEPAZ, acerca de la obra del sociólogo Alfredo Molano y sus aportes a la construcción de paz en Colombia.

 


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lunes, 21 de noviembre de 2022

Conversando con líderes y lideresas del territorio Colombiano: (Didácticas para la paz y la convivencia)

En el curso que oriento de Didácticas para la paz de la Maestría “Docencia mediada con las Tics” (Universidad de San Buenaventura), los estudiantes realizaron este semestre conversaciones con líderes y lideresas constructores de paz y convivencia que existen en su territorios. Esta metodología que estoy proponiendo, busca crear conexión y empatía, potenciar habilidades de conversación - comprensión y formas de aprendizaje más profundo.

En esta práctica los estudiantes aprenden igualmente a escuchar, formular preguntas y a facilitar diálogos del alma explorando el ser maestro como un activista de historias e intermediario entre la sabiduría de las culturas. También resalto de esta experiencia, los usos creativos y ciudadanos que los estudiantes hacen de los medios digitales y la oportunidad de conectar con experiencias inspiradoras para la convivencia, que puedan ser a lo mejor, el inicio de ambientes digitales y de recursos educativos abiertos que nutran la formación de los niños y jóvenes.

Los invitados en estas conversaciones son artistas, pedagogos, líderes sociales, religiosos, afro e indígenas, gestores culturales, y personas de diferentes lugares del país como San Vicente del Caguán, Caloto-Cauca, el Catatumbo-Norte de Santander, Guicán-Boyacá, La Chorrera-Amazonas, Chocó, la Comuna 13 en Medellín …entre otros. Los temas han sido música y paz, género y educación, liderazgos indígenas femeninos, construcción de paz y convivencia, activismo social, justicia restaurativa, procesos de transformación y sanación y el papel de las instituciones sociales y colectivos en la construcción de paz. 

A continuación les comparto algunos de los videos de las conversaciones realizadas en este periodo (II-2022):

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viernes, 9 de septiembre de 2022

Guerra y Paz: educación es convivencia

Este ensayo comparte algunas reflexiones generales sobre la guerra, la paz, las formas de expresión de la agresión y la hostilidad, la importancia de una perspectiva sistémica (una mirada multidimensional a los procesos de paz), comparto también experiencias personales de la violencia, la importancia de la Comisión de la Verdad, causas y patrones del conflicto, la importancia de la sombra y la sanación colectiva y finaliza planteando preguntas para conversar sobre pedagogías orientadas a la construcción de paz.

Como sabemos por el arte, la literatura, los mitos y la historia personal, la guerra nos ha acompañando por milenios, ha sido compañera de viaje en los tiempos que llevamos como humanidad. Existe una atracción rara y extraña con ella, un poder de seducción que nos insta a controlar, dominar, ganar a como dé lugar, justificando agendas de apropiación, de exterminio, control determinado por racionalizaciones exageradas y construcción de prejuicios distorsionados. Además de traumas históricos colectivos de larga duración, en nuestra historia personal, familiar y social podemos atestiguar registros dolorosos de la guerra y del conflicto armado. 

La guerra y los traumas que genera, es algo que se siente en el cuerpo, en las tripas, en los pensamientos (conscientes e inconscientes), en la historia, en las familias y hace presencia en los territorios en que vivimos. Por más que queramos alejarla, y cambiar el canal, ella siempre está ahí presente como máscara, síntoma, como conjunto de traumas intergeneracionales, dolores no procesados y digeridos y cuerpos congelados; la guerra también ha sido una estrategia poco imaginativa para salir ante un conflicto, una experiencia que trae por consecuencia, contraernos, disociarnos, mentirnos, alejarnos unos de los otro y perder la empatía, la conexión profunda con nuestro cuerpo, la realidad y la dignidad de los demás.

Hay diferentes tipos de guerra y de violencia, que van desde formas físicas, psicológicas y otras que se expresan a través de guerras culturales. Hay también diferentes formas de agresión, unas más evidentes y otras más sutiles: la agresividad física, la tortura, la esclavitud, la extinción, el asesinato, la hostilidad, la discriminación, el acoso, el piropo agresivo, la deshumanización, el matoneo, la malicia, el chisme tendencioso, la manipulación emocional, el juicio severo, el auto-sabotaje, el control y la dominación, la envidia, el avergonzamiento y un gran repertorio de usos del lenguaje que fomentan la exclusión y el poder de unos sobre otros.

Dibujo por Andrés Fonseca (2022)

Tenemos también distintas expresiones de violencias estructurales, que emergen de la dominación, la privatización de lo común, de prácticas y procesos de cercar la abundancia y de generar artificialmente escasez. Violencias ecosistémicas causadas por la deforestación, la pérdida de biodiversidad, el monopolio creciente de la riqueza colectiva, sobrepesca y sobre-producción de plásticos; violencias por psicopatías, alienación, suicidios y el aumento de desigualdades. Violencias de género, racistas y especistas; tenemos también violencias dentro de las familias y las parejas, violencias de género a las mujeres, hombres y comunidades trans; violencias estatales, paramilitares, guerrilleras, bandas multicrimen, guerras infructuosas contra las drogas, sistemas alimentarios nocivos, agricultura industrializada, impactos severos de los combustibles fósiles en el clima mundial, prácticas violentas de extractivismo… también existe violencia informativa, deterioro de la atención, fracking de los sistemas mentales, publicidad engañosa, desinformación, auge de la posverdad, algoritmos e IA al servicio del control, el surgimiento de autocracias y de nuevos fascismos en el mundo, así como la violencia económica ejecutada a través de la deuda, la usura y la concentración desmedida de la riqueza; 

Como percibimos en los párrafos anteriores, son muchas las formas de violencia, el punto clave es observar y comprender, tal como nos informan las perspectivas sistémicas e integrales, que tanto las violencias individuales, como las colectivas, las internas como externas, están conectadas. Lo curioso es que estamos lejos de que sus interdependencias sean comprendidas por la mayoría de personas. Redescubrir esta conexión entre todos los tipos de violencia (formas de agresión y hostilidad), es quizá uno de los actos pedagógicos profundos de estos tiempos de construcción de paz y convivencia.

Cuando estamos agobiados por historias traumáticas y dolorosas del pasado, no podemos desarrollar una consciencia plena de nuestros potenciales como seres humanos, ni menos podemos compartir nuestra belleza y dones que tenemos con los demás, es una experiencia que nos quita energía, caldo de cultivo para el aumento de los prejuicios, las mentiras y nos priva de cualquier futuro posible. Una potencia mundial de la vida, consigna potente que viene instalando el Pacto Histórico, el actual gobierno de Colombia, necesita una reflexión en profundidad en todas las escalas y cómo se manifiesta la violencia en nuestras vidas, a la par también, cómo aumentar nuestra capacidad de agencia y de inteligencia colectiva, aumentar la confianza en nuestras relaciones y desplegar el saber como un dispositivo para la convivencia.

Para iniciar esta reflexión acerca de la paz integral y los legados de la guerra, voy a iniciar por tomar 4 experiencias traumáticas y situaciones de dolor que recuerdo en mi vida personal: La primera que tengo conocimiento es la historia de mi tío abuelo, asesinado en tiempos del Frente Nacional y víctima de la polarización extrema de liberales y conversadores. La segunda, el padre de mi compañera, desparecido y asesinado por el DAS en el 92. También en los 90s, un tío fue víctima de la extorsión y de intento de secuestro y mucho más reciente, el episodio de un amigo, uno de los grandes filósofos de Caldas, quien fue detenido por rebelión.

  • Hace unas semanas se realizó en Manizales la conmemoración del centenario del natalicio del Músico Ramón Cardona García (1922-1959), un gran líder y visionario de la música en la ciudad (Ramón es tío de mi padre Humberto Fonseca y hermano de mi abuela Rosalinda Cardona). La anécdota cuenta que el 28 de junio de 1959, día en que se dirigía con su coro a un concierto en Ibagué, en inmediaciones del Alto de la Línea, detuvieron el bus unos bandoleros y al escuchar que Ramón era líder del conservatorio, lo confundieron con líder del conservatismo y fue asesinado.
  • Otra historia que recuerdo, es la de mi tío Augusto, que de regreso de Supía-Caldas, fue detenido por la guerrilla, para extorsionarlo y pedir dinero, mi tío, debido a la experiencia traumática quedo inmóvil por el miedo y tuvo que ser alzado y casi cargado para llevarlo hasta un punto en el monte y liberarlo. 
  • Gustavo Salgado, el padre de mi compañera, que fue desaparecido y asesinado por el DAS en 1992, en un tiempo de ejecución de defensores de derechos humanos, líderes y personas activistas. Después de muchos años como desaparecido, en pleno proceso de la JEP, salió a la luz pública las formas como medicina legal fue parte de la trama de desaparición, reiterar las tramas asesinas de los militares y esta es una situación terrible de dolor, que pasa de una generación a otra.
  • Un amigo filósofo de Manizales lo detuvieron después de salir de su cátedra en la universidad, hace unos años con orden judicial, por motivos de rebelión y supuesta participación como líder intelectual de grupos armados, Fue una noticia muy impactante ya que con él compartimos activismos estudiantiles y muchos cafés en la cafetería de la nacho, para hablar y conversar sobre coyunturas políticas del país.

Estas 4 historias del conflicto que les presento son abrumadoras y han dejado profunda huella en mi y en mi familia y nos hacen preguntarnos, en clave de reconstrucción social, por la responsabilidad de todos los ciudadanos del mundo y especialmente de los habitantes de Colombia, para hacernos partícipes de una paz integral y que los traumas que deja la guerra no sigan dirigiendo nuestras agendas, relaciones y formas de vida.  Aquí viene un punto importante, y es que dado que la violencia genera desconexión y patrones de alienación muy profundos en el cuerpo y en la cultura, la sanación consiste en el trabajo creativo y comunitario de abrir y devolver la conexión, la integración de las partes fragmentadas dentro de nosotros mismos.

La guerra del conflicto armado, advierte el actual Informe de la Comisión de la Verdad, lleva más de 60 años en Colombia y ha dejado millones de víctimas, dolores, cicatrices, pérdidas, incluso muchas de ellas civiles, familias desterradas, mujeres violentadas, jóvenes reclutados, seres que han perdido sus infancias, procesos de expropiación de tierras, orfandades, dinámicas de corrupción y narcotráfico, naturalezas convertidas en cementerios y proyectos sociales transformadores truncados. 

Muchas de las causas de la violencia histórica en Colombia son múltiples y complejas y tiene como patrones recurrentes, estrategias como la deshumanización del otro, la estigmatización de las personas, la rigidez ideológica, la naturalización del conflicto, la polarización extrema, la ignorancia, las violencias de género y reproductivas, el racismo sistémico, la desinformación de los medios, los proyectos sociales incumplidos por el Estado, la impunidad, la fragilidad de la democracia, la injusticia y en general la ausencia de políticas estatales robustas, integrales y descentralizadas orientadas a la equidad, la justicia y la paz de todos.

Una pregunta que nos hacemos actualmente los educadores, líderes sociales y trabajadores de la cultura, es nuestro papel como constructores de paz y cómo podemos orientar  en las aulas y a través de las prácticas pedagógicas, experiencias formativas en clave de laboratorios para la construcción de ciudadanía y convivencia. Es en este horizonte que nos preguntamos por las estrategias pedagógicas y políticas que necesitamos empezar a definir y diseñar entre todos y en distintas escalas, desde los domicilios existenciales, las relaciones familiares, en la formulación de currículos, en los espacios de deliberación pública y en diversos escenarios políticos, para hablar y cocrear la sociedad que todos queremos orientada hacia el buen vivir, la paz integral y la seguridad integral de toda la población, iniciando por aquellas poblaciones que han sufrido mayores violencias, exterminios y discriminación en la historia reciente del país.

Cuando hablamos de la paz, desde una perspectiva integral, nos estamos refiriendo a varias cosas: desde los mundos interiores de las personas, los estados emocionales asociados a la vida cotidiana y los comportamientos, hasta el acceso libre y abierto a la información, las buenas relaciones, los derechos sociales, los bienes comunes, el capital socio-cultural, las formas de gobierno y participación ciudadana y el papel de las instituciones sociales (escuela, familia, medios de comunicación, colectivos y Estado).

Reiteramos que la paz no es solo ausencia del conflicto, la paz, según el informe de hallazgos y recomendaciones de la Comisión de la Verdad, no es solo el silencio de los fusiles, sino “la creación de condiciones para la libertad humana”,..“La paz no se hace en esos casos solo con acuerdos políticos entre las partes enfrentadas, sino también desde abajo, abriendo espacios para la reconstrucción de procesos locales o de lazos colectivos”. Sumado a esto, creo que la paz está vinculada con la dignidad, la equidad, la integridad, la salud, la justicia social y la prosperidad colectiva, por esto es que vemos importante un enfoque  integral, para reconocer las dimensiones interiores, individuales y colectivas que hacen posible no solo seres más coherentes y equilibrados emocionalmente, mejores relaciones entre vecinos,  sino sociedades más pacíficas. Recordemos que esta visión integral es preciso articularla cuando hablamos de paz o de guerra, y nos invita tener a todas estas dimensiones en cuenta (y en sus interacciones) al momento de formular prácticas integrales de vida, iniciativas pedagógicas y definir políticas sociales.

Advertimos que la apropiación de todos los recursos transmediales que nos ofrece la Comisión de la Verdad, no pueden convertirse como contenidos en una cátedra más en los colegios, como las cátedras sobre ciudadanía, medio ambiente o de paz, ya que muchos de ellos son experimentos formales con buenas intenciones, mezcladas en dinámicas y ambientes de aprendizaje anacrónicos....tal vez, lo que necesitemos es preguntarnos por el ecosistema de prácticas integrales (epistémicas, corporales, sociales, ecológicas y culturales) que podemos desplegar para ponernos en camino de la paz integral y esto supone intercambios más constantes y creativos entre maestros, redes y  agentes culturales de todos los territorios, para crear escenarios de deliberación pública y así facilitar procesos de abundancia educativa y democratización de pedagogías para la paz. 

Uno de los retos para la construcción de paz, en mi concepto, está también en orquestar la sabiduría de los territorios, maximizar las oportunidades de educación para toda la población, democratizar los bienes comunes y la abundancia educativa, convirtiendo las problemáticas globales complejas, en aprendizajes para toda la especie. La abundancia educativa, es un concepto potente que leí hace poco en el libro “Education in a time between worlds” de Zachary Stein, donde desarrolla una visión sistémica de la educación y se describen algunos milagros sociales, a modo de derechos sociales y cambios en la sociedad para hacer posible otro tipo de educación. La abundancia educativa, surge entonces del fortalecimiento de la amistad, de la reconstrucción de la memoria, de las redes comunitarias y la auto-organización de la sociedad civil, es decir, del entrelazamiento de agentes del cambio, líderes, visionarios, educadores, trabajadores sociales, empresarios, investigadores y gestores culturales.

Sanación colectiva

Necesitamos comprender urgentemente quienes intentamos crear procesos de sanación colectiva, a través del arte y la educación, en comprender cómo opera el trauma (histórico, intergeneracional y personal) y la sombra en nuestras vidas. Este conocimiento posiblemente debe convertirse en un bien común, que al comprenderlo en profundidad puede ayudarnos a facilitar ambientes seguros y confiables para desempaquetar de la mochila, el material inconsciente que todos portamos. Parte de la curación o de la sanación, tiene como efecto y consecuencia viajar más ligeros, crear mayor capacidad interior para comprender y sentir lo ocurrido y estar más presentes para que el futuro que anida en nosotros se exprese en plenitud. 

Una últimas reflexiones y unas preguntas para compartir. El conflicto no es algo a eliminar, es la manera como se manifiesta el acto creativo, lo que catapulta las transformaciones de consciencia, una forma cómo el deseo se manifiesta... el conflicto es una oportunidad para crecer, nos muestra las áreas que en nuestras vidas merecen más atención. El conflicto, la guerra y la violencia paradójicamente, también han llevado a nuevos derechos, a profundizar cambios culturales y formas nuevas de agencia, instituciones y tecnologías.

Preguntas para la conversación:

- Cómo podemos reconocer la oscuridad, el mal y la violencia, nuestra capacidad de destrucción, como parte de nosotros mismos para poder aprender a integrar sus lecciones y transformarnos de maneras más radicales y profundas?

- Si nos cuesta ponernos como victimarios, y a menudo, asumir la responsabilidad por nuestra capacidad de violencia y de nuestros errores, alcanzamos ser conscientes de las tácticas y hostilidades que realizamos con nosotros mismos, con los ecosistemas y también con los demás?

- Cuando se reconoce la verdad, podemos iniciar el camino de recuperación, la sanación y la transformación. Cómo sería una movilización social para abrazar la verdad personal, familiar y cultural? ¿Con qué estrategias y metodologías contamos para hacer memoria e integración sistémica de los procesos que hemos vivido?

- ¿Cómo podemos apropiarnos de las herramientas que nos proporciona la virtualidad y las Tics, para desplegar el proceso de integración de las experiencias dolorosas, pero también de aquellas donde la vida se ha potenciado y enriquecido?

- Con qué herramientas artísticas y psicosociales contamos para el reconocimiento de los patrones de violencia que hemos padecido, que nos permitan a su vez, reconocer las formas de apego seguro, crianza, educación y desarrollo moral?

- ¿Qué rituales de duelo colectivo nos ofrecen las culturas ancestrales y las tradiciones místicas del mundo, que nos permitan poder llorar nuestros muertos? 

- Cómo hablar de la muerte y aumentar nuestra consciencia de ella, para aumentar nuestra vitalidad y nuestra consciencia de la finitud, de los límites y de nuestra mortalidad. Cómo sería crear un ambiente de aprendizaje para la meta-cognición y la consciencia de las muertes/nacimientos en el transcurso de nuestras de vida?

- Si la primera víctima de la violencia es la empatía, cómo podemos empezar a crear ambientes de aprendizaje donde aumente la empatía de toda la población, haciendo crecer el círculo de atención y cuidado de las gentes por los demás, las especies y por el planeta?

- Cómo crear una sociedad de la escucha sin juicio, ambientes donde nos escuchemos con mayor curiosidad y apertura, para crear un conocimiento compasivo?

- ¿Cómo podemos los educadores ofrecer modos de pensamiento más sistémico para comprender las causas de la paz y de la violencia, y salir de la encrucijada del enemigo interno y de los binarismos de nosotros los buenos y ellos los malos que como sabemos perpetúan ciclo viciosos de la violencia?

- Dado que el trauma rompe la relación, las capacidades de confianza y conexión con los demás, la percepción de la realidad, cómo diseñar ambientes de paz de acuerdo a los procesos de desarrollo de los participantes, una educación contextualizada, espacios para la conexión emocional, la regeneración de los vínculos y de construcción de comunidades, colectivos y espacios para la participación cívica?

- Cómo participar en la creación de nuevas  normas y sistemas sociales y económicos que permitan a los cuidadores, personas mayores, niños y jóvenes, mayores derechos sociales, tiempos y espacios para fomentar la relación, el juego, el aprendizaje intergeneracional y la creación cultural?

- Qué herramientas conoces para mapear tanto nuestra identidad como los espacios sociales, que ayuden a fortalecer la confianza, la abundancia educativa y una cultura de paz? Qué herramientas pueden ayudar a profundizar en los procesos de reconocimiento, sintonización y expresión emocional? Qué pedagogías conoces que alimenten y fortalezcan la salud mental de toda la comunidad educativa….

- Qué pedagogías conoces y prácticas para la mediación de conflictos con tu pareja, entre amigos, vecinos y en la escuela?

- Qué prácticas de higiene interior realizas como maestro en la cotidianidad? Cómo haces como educador para evitar el agotamiento y sistemas nerviosos desbordados por las dinámicas de la escuela?. 

- Cómo articular a las prácticas de enseñanza, la experticia de sabedores, personas mayores y conocimientos de las comunidades locales que existen en tu territorio?

- Cómo estás articulando en tus espacios educativos los grandes problemas de nuestro tiempo, y a través de qué narrativas, metodologías y proyectos?

- Cómo restaurar la dignidad de todos, la dignidad de las comunidades a las que perteneces y también cómo honrar la dignidad en tus prácticas pedagógicas?

- Cómo podemos empezar a explorar la naturaleza del sufrimiento (explícito, es decir, el directo, como también el residual) y ponernos en camino del bienestar? Qué prácticas pedagógicas conoces para despolarizar las actitudes, creencias rígidas y estereotipos que alimentan narrativas de separación y violencia simbólica? 

- Qué proyectos conoces en tu territorio, localidad, barrio o comunidad que inspiren nuevos procesos de paz y de convivencia?






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jueves, 4 de agosto de 2022

Conversación sobre Artivismo, Fiesta y Educación (Ep. 32)

En este episodio de la Serie sobre educación: “La Universidad del Futuro” (que por estos días cumple 5 meses de realización), conversamos con Daniela Mercado, acerca de sus trayectorias de vida, sus experiencias de aprendizaje en el encuentro entre el arte, la educación y derechos humanos y otra tríada fecunda: artivismo, fiesta y educación. Daniela es oriunda de Oruro y vive actualmente en Cochabamba (Bolivia), desempeñándose en variados frentes, como educadora, comunicadora, facilitadora integral, editora de estilo, instructora de yoga somático y autocuidado. 

En su narración, Daniela nos relata con admiración las experiencias vividas de niña entrelazadas con la naturaleza, que la vinculan muy temprano con la potencia de la vivencia, el arte y el juego en los procesos de educación. En el caminar por la vida, ha tenido una experiencia muy nutritiva y participado en diferentes instituciones, en procesos de Educación y Derechos Humanos, la recuperación de la dignidad en mujeres y niños, un periódico en quechua para niños en el Centro de Comunicación y Desarrollo Andino (CENDA); en IFFI (Organización para la equidad de género); INFANTE (Promoción integral de la Mujer y la Infancia); Comunidad Montessori Infante y más recientemente en procesos de activismo social mediados por las artes y en facilitación integral con comunidades. 

En esta conversación profundizamos asimismo en la experiencia de dignificación a través de la educación, del Circo Social el Tapeque y en su participación como directora del proyecto Educar es Fiesta, donde se desarrollan procesos en territorios periurbanos a través del arte y el juego, que conecta con el valor de la fiesta y del valor emocional y transformador del arte. En la recta final hablamos de la potencia del proyecto nómada teatral Amares Social Clown, unas puntadas de su reciente libro, Tu, Yo, Nosotres: el amor en la diversidad, de la educación emocional, de la educación para la paz, del compromiso más responsable y activo sobre la salud y del gran desafío de todo lo que toquemos vaya respirando esta energía alquimista que tiene el poder de transformarnos y embellecer el mundo.


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viernes, 17 de junio de 2022

Monólogo sobre el Parto Histórico

Les comparto mi monólogo e invitación al Parto Histórico.

(Potencia Mundial de la Vida)





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sábado, 11 de junio de 2022

Conversaciones sobre Objeción de Consciencia, Antimilitarismo y Educación (Ep. 22)

En esta conversación, hablamos con Diego Fernando Carreño Neira acerca de las narrativas antimilitaristas de la objeción de consciencia a la guerra en Colombia y al servicio militar obligatorio y enlazando reflexiones sobre la relación entre movimientos sociales y educación y sobre algunos aprendizajes en clave de consciencia global. Diego es un gran amigo, ser humano inteligente y comprometido con el activismo social, es egresado de la Escuela Pedagógica Experimental EPE (Bogotá) y estudió su pregado en Filosofía con énfasis en filosofía política y una Maestría en Estudios Sociales. 

Nace en cuna de padres activistas de derechos humanos y ha estado participando en procesos de objeción de consciencia, antimilitarismo y en ámbitos asociados a los derechos humanos y más recientemente aportando como coordinador a la Fundación Suiza Tierra de Hombres. Diego ayudó a fundar La Acción Colectiva de Objetores y Objetoras de Conciencia -ACOOC y fue el primer estudiante que obtuvo el título profesional sin la libreta militar en Colombia, considerándose el primer objetor de consciencia graduado que se niega a tener libreta militar. Hasta el 2009  la Corte Constitucional (Sentencia C-728 del 2009) reconoció el derecho fundamental a objetar en conciencia la prestación del servicio militar.

Imagen extraída de la Tesis de Maestría

En su tesis de Maestría, sobre narrativas antimilitaristas y objeción de consciencia, Diego señala a modo de manifiesto lo siguiente: “me declaro objetor de conciencia a los tres ejércitos y a la violencia, no participo en ningún Ejército y desarmo mi cabeza, no solo se trata de decir no a las armas, se trata de decir no a la violencia social, no a maltratar al prójimo y a eso es a lo que yo objeto a la violencia, objeto a participar en los ejércitos, en este caso en el servicio militar obligatorio porque no me siento representado en un Estado injusto, por eso no participo en la guerra, porque no estoy de acuerdo con tener que estar pagando un Ejército que a la final solo contribuye para que nos sigan dominando, para que nos sigan reprimiendo” 

Para seguir profundizando sobre el tema de la objeción de consciencia a la guerra, como posicionamiento ético y político y a las narrativas antimilitarización, los invitamos a seguir leyendo su tesis Narrativas antimilitaristas de la objeción de conciencia en Colombia. 



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miércoles, 1 de junio de 2022

Conversaciones sobre Educación para la paz, Dignidad y Justicia Restaurativa (Ep. 21)

Conversamos con Valentina Villamarín (Socióloga con énfasis en cultura y magistra en Estudios de Paz y Resolución de Conflictos, Directora de la Fundación Pazósfera), acerca de la Educación para la Paz, la Dignidad y Justicia Restaurativa y donde se comparten algunos de sus proyectos, investigaciones y reflexiones en torno al valor del cuerpo, la empatía, el arte comunitario y las pedagogías para la paz. Valentina nació en Bogotá y ha estado muy comprometida en la comprensión y transformación de realidades sociales y en el activismo social-educativo, especialmente, enfocada en generar experiencias de pedagogía para la paz y prevención de vulneración de derechos humanos en cárceles y colegios de Colombia. En cárceles gestiona espacios de dignificación a través del arte, salud menstrual e investigación. En colegios implementa el programa Aulas de Empatía que se enfoca en crear espacios de diálogos y comunicación entre estudiantes y personas privadas de la libertad, pospenados, trabajadoras sexuales trans y familiares de personas dadas por desaparecidas.

A Valentina, la conocí recientemente en un trabajo que propuse a mis estudiantes en una electiva que oriento en posgrado, llamada Ambientes para la paz y la convivencia, donde invitaba a realizar una conversación con un líder o lideresa que aporte con su proyecto a la construcción de paz. Después de escuchar toda la entrevista, que fue una de las más nutritivas de aquel curso, revisé su página y quedé muy animado en hablar con ella, dado que se abrían reflexiones muy pertinentes e inspiradoras para la construcción de paz.

Pazósfera significa atmósferas de paz y el Paztronauta, aquel ser humano que se arriesga a crear  nuevos ambientes para crear paz. El sueño de las fundadoras era entrar a las cárceles, y para hacerlo, se articulan en alianza con la Fundación Farehnehit 451 con quienes realizan un proyecto sobre Ecosistemas de Paz: Educación para la paz en establecimiento penitenciarios (que tuvo 3 módulos, el 1) La paz individual y reconstrucción de la identidad; 2) comunidades de paz; 3) Memorias y Arte (donde las personas privadas de la libertad expresan sus creaciones y obras).  De este proyecto surge El Portal el Vigía: como medio para visibilizar las obras de personas en cárceles, creados en talleres de creación literaria, derechos humanos y resolución de conflictos y otro producto editorial ha sido, Anotaciones a la libertad  donde se comparten algunos de sus relatos, cuentos, poemas y crónicas.

“Pazósfera realiza talleres semanales desde el año 2015 en distintos centros penitenciarios como La Picota, La Modelo y la Reclusión de Mujeres de Bogotá con el fin de aportar a una mejor convivencia a través de procesos colaborativos y de arte comunitario que permitan la toma de consciencia de la propia corporalidad como agente transformador, el reconocimiento de la humanidad del otro y la capacidad de construir relaciones basadas en el beneficio mutuo y no excluyente”.

Otros proyectos que ha realizado Pazósfera en centros penitenciarios (Modelo, Picota y Buen Pastor), son Baile, Música, Literatura, Murales, Fotografía, Meditación, Espacios lúdicos, Diplomados, salud menstrual en cárceles, servicio social en colegios y Aulas de Empatía, entre otros. En su sitio web pueden profundizar en sus intereses, obras, investigaciones y proyectos 




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viernes, 27 de mayo de 2022

Conversaciones sobre educación popular y espiritualidades para la paz y el buen vivir (Ep. 19)

Después de trasuntar por un viaje muy inspirador de conversaciones psicoactivas diversas y altamente cruciales para la educación futura (tales como pedagogías para la paz, feministas, ancestrales, hacktivistas, artísticas y expresiones de la educación viva integral y holísticas), Fernando Torres (Coordinador de Kairós Educativo - Kairéd), nos invita a conocer la sabiduría del fogón, de cuidar nuestros fuegitos, y mientras va caminando la palabra, va hilando un relato muy potente sobre la historia de la educación popular en Colombia, la teología de la liberación, la construcción comunitaria y el valor de las pedagogías y espiritualidades para la paz y el buen vivir. 

Fernando nos comparte sus linajes familiares, sus experiencias en la escuela campesina, las conexiones con las vidas no-humanas - entre el nevado y el río - las historias y narrativas de los mayores y mayoras que contaban alrededor del fogón, la potencia del paisaje y de la comunidad, los desgarramientos y exilios y un fuerte énfasis sobre la importancia de las relaciones, la vecindad y tejidos afectivos que nos sostienen, nos reparan, nos dan vida, inspiración y alivio, todos estos para él donde se deriva nuestra capacidad de esperanza, amor, resiliencia y alegría.

Nuestro invitado tiene alma de poeta, posee un gran don de servicio y de escucha, un ser que aprecia la dignidad y creatividad de las gentes y es un referente clave en la educación popular y enlazador de mundos y de diversas construcciones comunitarias. Gracias a su itinerario formativo, recorremos junto a él un viaje que va de lo campesino, a las culturas juveniles urbanas; de los activismos espirituales a las militancias poéticas y políticas; y de los grupos juveniles ecológicos (motivados por Gonzalo Palomino, pionero del ambientalismo en Colombia), a partir de la experiencia que este líder ambiental había tenido con Camilo Torres en la Unidad de Acción Rural de Yopal a la formación de Dimensión Educativa, un gran hito de la educación colombiana y latinoamericana y la posterior conexión con el internacionalismo solidario, donde participaban jóvenes de todo el mundo y donde la solidaridad se vivía como la ternura de los pueblos.

No puede haber revolución sin fiesta, sin canto, sin danza y sin poesía: la poesía, señala Fernando, es el alimento para los soñares permanentes. Comparte las  producciones editoriales, Cante compañero (cancioneros para la música), Actuemos (producción para las artes escénicas) y Aportes para la formación pedagógica y política de los educadores populares, como contribuciones grandes de Dimensión Educativa. 

Kairós Educativo- Kairéd, surge en el año 2009 como un distanciamiento generacional entre los primeros líderes de Dimensión Educativa y los nuevos liderazgos emergentes, con una necesidad de una planeación operativa mucho más rigurosa y también con la exigencia de abrirse a la posibilidad de lo terapéutico y la auto-sanación (una realidad muy crucial para los maestros que no eran atendidas), dado que en el trabajo docente y comunitario se van sobrecargando de dolores, traumas y situaciones difíciles de salud mental, que hizo necesario integrar esta perspectiva de la sanación colectiva, la ancestralidad y la importancia de la interioridad humana. 

Más recientemente en Kairéd se crea la red teo-artística, la invitación de artistas comunitarios del país, donde encontraron experiencias maravillosas como la de Jafet Gómez de la Asociación Colectivo Cultural Wipala (ACCW), en el suroccidente colombiano (que esperamos que pronto esté participando en uno de  los próximos Episodios) y más reciente la articulación con procesos juveniles urbanos artísticos, espirituales, ambientales y diversidades de género en todo el territorio y el semillero de investigación con niñas y niños y la participación de las abuelas en la Escuela Bossa Nova desarrollada por la profesora Sandra Rojas Panqueva y la construcción una red latinoamericana de semilleros de investigación con niños y niñas.



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jueves, 26 de mayo de 2022

Conversaciones sobre cultura integral para la paz (Ep.17)

En esta conversación abordamos algunas cualidades para crear una cultura integral para la paz en contextos educativos. Raúl Aramayo (líder de la iniciativa Pragmagia y co-creador de la plataforma Vida Integral), es oriundo de Sucre (Bolivia), hijo de madre activista política y padre músico de rock, le encanta la poesía y compartir con amigos… inicia sus trayectorias formativas estudiando economía en Rusia, luego planificación de empresa y en muchos de sus viajes por el mundo y otros aprendizajes en otras áreas del saber y de la experiencia humana (en el Salvador, Nicaragua, México y últimamente en Colombia), facilitando procesos para cultivar una conciencia integral y de construcción de paz. 

Raúl comunica con claridad, presencia y empatía y ofrece reflexiones y prácticas muy valiosas sobre la educación para la paz y la convivencia. Nos comenta de cómo la pandemia nos mostró la complejidad de los problemas, de las desigualdades, pero también paralelamente nos mostró una mayor consciencia de las interconexiones, de quienes somos y con quién contamos. También señala algo que es muy evidente actualmente en los espacios educativos, y es el caso de profesores que quedaron muy cansados por la virtualidad y ahora se encuentran en el aula presencialmente con niños y niñas igualmente desregulados emocionalmente, por la carencia de vínculos durante tanto tiempo.

Para hablar de la paz, Raúl nos invita a observar los patrones de violencia que han existido y aún existen en las familias (y también en los profesores), mostrando el legado de micro-violencias naturalizadas en precedentes generaciones, expresadas en dureza, descalificación, hostilidad, miedo, odio, juicio, vergüenza, comparación, evitación de la responsabilidad, sobreprotección, ocultamiento de las emociones, llegando a la conclusión que muchos de los adultos actuales no poseen herramientas interiores que les permitan desarrollar una cultura de la paz. Raúl asimismo señala que la violencia empieza cuando empezamos a negar la humanidad del otro, eliminando su interior, y convirtiendo al otro en objeto de violencia, blanco para la descarga, el odio y la eliminación.


La cultura de la paz ha de empezar descubriendo nuestra humanidad, nuestro ser único (así como nuestra sombra y oscuridad), para luego conectar con la humanidad de los demás, porque todos somos iguales en dignidad…todos somos merecedores de buenos tratos, respeto y compasión. Hablamos de la valentía y la vulnerabilidad como cualidades interiores de la paz y una resignificación del concepto del diálogo, la escucha, el poder (alcanzar juntos cosas y consciencia) y del amor (unir lo que está separado) y enunciando un gran desafío de que los maestros se conviertan en promotores de salud mental en sus escuelas.

En la parte final de la conversación, Raúl nos comparte sus más recientes experiencias y aprendizajes viajando a diversos territorios rurales en Colombia, facilitando procesos de cultura de paz y como colofón nos regala 3 prácticas fundamentales para la paz en la vida cotidiana.

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jueves, 19 de mayo de 2022

Conversaciones sobre jóvenes, memoria y paz (Ep. 14)

Conversando con Wilson Gómez (Doctor en ciencias sociales, niñez y juventud y Director de la Maestría Territorio, Conflicto y Cultura), sobre la tríada jóvenes, memoria y paz; hablamos acerca de sus primeras experiencias en la gestión cultural comunitaria, sobre el territorio, la amistad y la pregunta por el sentido de lo humano en el mundo. Después de caminar como líder estudiantil y formarse en gestión cultural en Manizales, donde estuvo muy activo en el círculo de pensamiento Ambiental (coordinado por Patricia Noguera), prosigue su formación doctoral, y luego como profesor en la Universidad del Tolima, crea junto a otros amigos la cátedra ambiental Gonzalo Palomino Ortiz (líder ambiental). 

Con “Guicho” y otros amigos, por el año (2002-2004), en la Universidad Nacional, estuvimos encontrándonos semanalmente en “El diseminario”, un espacio donde nos proponíamos entender las raíces del conflicto armado colombiano. Tengo especial recuerdo de este acontecimiento, de aquellos rituales de la inteligencia compartida, como también de las ocasiones de efervescencia de las ideas, de las acciones y publicaciones en espacios universitarios que realizábamos (con Wilmar Osorio, Daniel Benavides, Etna Castaño) como colectivo Magma, Testimonios de cultura. Recuerdo que en esa época tuve un sueño en donde el volcán del Ruiz estallaba y yo me alegraba gozosamente de sentirme vivo con el fluido rocoso incandescente que me cubría y que brotaba de las entrañas de la tierra. Esta fue de las primeras metáforas que brotaron como acontecimiento de la amistad, de la palabra, el pensamiento y el territorio emergente.

Como amigo, intelectual y ciudadano, Wilson siempre ha estado abierto a pensar, a escuchar y a ser generoso con lo que intuye y con lo que sabe. En este encuentro aprovechamos para explorar una síntesis de su investigación doctoral, así como también sobre las memorias de los estudiantes caídos en Colombia, las violencias contra los jóvenes, reflexiones sobre el proceso de la paz, el rol de la empatía, la memoria y del arte.




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domingo, 17 de abril de 2022

RE-construcción de la educación en clave de consciencia global

Necesitamos urgentemente un gran consenso social sobre lo que implica un cambio profundo en la educación. Veamos por qué. Es un lugar común escuchar hablar a educadores, políticos y líderes acerca de la importancia de la educación en tres frentes: para transformar la conciencia de las personas, fomentar una sociedad sostenible y resolver los grandes problemas de nuestro tiempo. No obstante, para transformar de maneras profundas la educación, no son suficientes las buenas intenciones, ni tampoco solo transformaciones en nuevos temas, conocimientos, discursos, asignaturas, cátedras, metodologías y pedagogías; somos conscientes que requerimos además de mejores diálogos como sociedad y una organización de la sociedad civil robustecida, un pensamiento sistémico (metamoderno) que nos permita observar todo el ecosistema de aprendizaje donde nos desenvolvemos. 

Una primera idea respecto al cambio educativo, es que necesitamos volver a imaginar la educación en todos los niveles y entre todos, yendo más allá de la escolarización, como se suele reducir habitualmente… intuimos que después de la deconstrucción, viene una reconstrucción radical, es decir, volver a soñar y prototipar las nuevas propuestas, narrativas, iniciativas, institucionalidades, conversarlas entre amigos…ir hacia una nueva integridad, más arriesgada y sensata, que incluye la magia e inocencia de los niños, la experimentación de la juventud y la prudencia, temple y sabiduría del adulto.

Inicialmente, una idea crucial que necesitamos poner esfuerzo, atención y financiación, es la de construir en todos los territorios una cultura del aprendizaje desde la primera infancia hasta la tercera edad (en donde aprender sea algo muy sexy y atractivo) y que tenga como intencionalidad hacer sentir vivos, curiosos y conectados a las personas y  que a su vez tal actitud de asombro e intercambio colectivo constante, permita activar la inteligencia colectiva de toda la sociedad. 


Debido a los problemas actuales de salud mental, pérdida de biodiversidad y libertades, racismo, sexismo, calentamiento global, surgimiento de autocracias y aumento de las desigualdades en el mundo (especialmente en el Sur-Global), requerimos un rediseño completo de la educación en todas las escalas, contextos y niveles.  Necesitamos asumir estas tragedias y complejidades actuales, no solo con visiones nihilistas y críticas, sino con todo el cuerpo y la imaginación social reconstructiva…con mejores mapas de conocimiento para navegar la incertidumbre, diálogos emergentes y mayor apertura mental. Estamos sintonizados con Richard Rohr, quien expresa que “la mejor crítica de lo peor es la práctica de lo mejor”. 

También, es cada día más evidente la desconexión personal y social, la pérdida de atención y confianza en las instituciones, la fragilidad de los vínculos sociales, tiempos turbulentos en donde emergen con mayor fuerza los traumas históricos (y personales) ocultos; en este panorama de caos y al tiempo de emergencia, es donde se hace fundamental el despliegue de nuevas narrativas, de una integración más profunda de lo que ha sido excluido en la educación, empezando por la entrada del cuerpo, la alfabetización emocional, el auto-conocimiento, la vivencia del arte y lo sagrado (a partir de integrar las visiones, prácticas y psico-tecnologías de las espiritualidades de todo el mundo), la reflexión sobre el género, el amor, el erotismo, la muerte y lo que significa estar vivos, la importancia de las economías y ecologías solidarias y del bien común, con el fin de reinventar las ritualidades cotidianas y también la apertura al aprendizaje sobre los conocimientos amplios de la gran historia (un enfoque genuinamente transdisciplinar, de cosmología, biología, psicología, ciencias sociales y arte)… síntesis de las mutaciones cosmológicas (Swimme), socio-culturales (Gebser, Freinacht), psico-espirituales (Wilber, Fowler, Commons) y de las diversas formas en la historia de organización social (Lent, Harari, Stockes) que permita a los estudiantes y nuevas generaciones ubicarse mejor en los grandes patrones de conocimientos y paradigmas (como arquitectos unificadores y co-creadores) y en nutrir una meta-narrativa inspiradora e integradora que ofrezca dirección, sentido y propósito a la existencia y al cambio social y cultural en curso.

Una idea fundamental para la transformación de los sistemas educativos, es mejorar los servicios básicos de atención integral y ampliar los derechos sociales que proporcionan salud y bienestar a toda la población, tales como la calidad de los vecindarios, los espacios de encuentro, la ampliación de espacios para el arte y la cultura, el fortalecimiento de las economías locales y de una red de entidades locales (bibliotecas, museos, salas de cine, galerías, casa de la cultura, espacios para el arte, laboratorios ciudadanos y redes de apoyo), que apoyen y hagan sostenibles los aprendizajes de toda la sociedad.

También precisamos urgentemente contribuir a que las familias tengan mayor educación, mejor acceso a información de relevancia sobre el desarrollo, apego seguro, la crianza de los hijos y mayor tiempo libre para el enriquecimiento cultural. Aquí es donde la Renta Básica Universal podría ser de utilidad social, combinada con el despliegue de otro conjunto de políticas orientadas a la dignidad de toda la población. Sumado a esto, es clave configurar escenarios públicos abiertos para el juego, el arte, el intercambio intergeneracional (entre niños, jóvenes, etnias, clases sociales, clases creativas y personas mayores), fomentando dinámicas de proyectos de aprendizaje a escala real (local y global) donde converjan diversidad de públicos y redes de ciencia ciudadana (evitando la conformación etárea tradicional de estudiantes organizados por edades y cursos). 

Es sugerente para que esta transformación educativa sea de más largo alcance, que cuando un estudiante salga de bachillerato o de la universidad, no solo tenga claridad respecto a sus intereses personales, el reconocimiento de sus talentos, oportunidades laborales, sino también que participe eventualmente en una iniciativa ciudadana o movimiento social. Contribuir a esta conexión con el campo social, desde edades tempranas, significaría involucrar a los jóvenes en una parte del micelio de transformación cultural. Para hacerlo real, el Estado financia y podría organizar pasantías a modo de residencias para brindar elementos de decisión sobre el movimiento ciudadano o una organización emergente en la que los jóvenes pongan sus destrezas, capacidades y conocimientos. En el caso específico de Colombia, que entra en un tiempo de implementación de los acuerdos de Paz, los bachilleres o profesionales recién graduados podrían participar en una estrategia en las escuelas, barrios e instituciones educativas para democratizar aprendizajes, visiones y prácticas para el fortalecimiento de la paz con distintos tipos de población.

Esta política contribuiría a fortalecer la identidad profesional y a potenciar la esfera institucional emergente. Asimismo, estas propuestas, ayudarían a mejorar la educación, la democracia, el fortalecimiento de los bienes comunes, la crianza compartida y a la par, se fomentaría un ambiente seguro de aprendizaje de estilo más participativo, co-creativo e innovador en las escuelas y en las ciudades. 

Finalmente, parte del trabajo de los activistas por la educación integral, de orientación metamoderna, es decir, activistas en pro de pedagogías y didácticas con consciencia global, es trabajar por una educación abierta, libre y empoderadora de las comunidades. El gran desafío de la educación es la creación de comunidades regenerativas, donde florezcan las personas, se potencien las conexiones con lo vivo y donde se susciten las conversaciones para traer el futuro más bello, armonioso y sostenible a nuestras vidas y comportamientos cotidianos.


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