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martes, 4 de octubre de 2022

¿Cuál es el paso a seguir en la Universidad del Futuro?

La Universidad del Futuro es una iniciativa ciudadana que vengo liderando desde el 2021 y que se plantea como un experimento social y global de aprendizaje integrado por una red de personas y colectivos en América Latina, que inspiran nuevas formas de ser humano, prácticas de educación integral y activismos sociales transformadores. 

Para actualizar el sistema operativo de la educación, necesitamos dedicar tiempo en escucharnos, generar confianza, compartir trayectorias de vida y traer al baile diversas comprensiones de mundo. También es crucial observar los patrones de aprendizajes más profundos, con el fin de fermentar el saber propio y aquellas experiencias colectivas en las que hemos participado y nos han formado.

Dibujo por Andrés Fonseca

Somos conscientes que al integrar los saberes propios, las brújulas internas y nuestros pensamientos se van aclarando y vamos reconociendo con mayor vivacidad los aprendizajes, las singularidades y los valores que orientan nuestras acciones. Paralelamente a esta integración, vamos haciendo puentes para facilitar el flujo de la inteligencia colectiva y las conexiones con los capitales creativos que están diseminados en la sociedad 

Otra intuición o hipótesis inicial, es que la creación de conversaciones más profundas - que permitan intercambios más sinceros, sanadores, abiertos y sistémicos - crean el clima propicio para catalizar un movimiento cultural que intente territorializar los futuros educativos deseados a través de nuevos prototipos institucionales a pequeña escala.

Cuando hablamos de universidad o de educación, no nos restringimos a la escolarización, ni a los procesos formales de educación institucionalizada; por el contrario, aludimos a los procesos de despliegue del potencial humano, del aprendizaje entre pares y en comunidad y al conjunto de ecosistemas de prácticas, ambientes y tecnologías sociales orientadas a la conexión (auto-conocimiento), la comprensión y la co-creación.

Las 3 circunstancias que me motivaron a realizar esta propuesta, fueron primero, la coyuntura incierta de la pandemia y el aislamiento social en el que estábamos confinados; segundo, la necesidad de imaginar una educación superior más experimental, integral y articulada con redes ciudadanas más robustas y finalmente, que Iara María, la hija de María José (mi compañera), al momento de explorar su profesión universitaria, notó una escasísima oferta de programas de educación superior con un enfoque holístico, creativo y transdisciplinar que acogiera sus diversidad de intereses en el campo del arte, el trabajo social, las ciencias de la salud, la filosofía y el deporte.

Todo empezó a andar mediante un escrito a modo de manifiesto que compartí con algunos amigos y amigas con el propósito de construir un espacio de aprendizaje y una comunidad una red que pudiera ofrecer experiencias de educación integral. A finales del 2021, logramos hacer 2 encuentros virtuales (documentados en este blog) para compartir el sueño, e iniciando el 2022, surgió la serie de conversaciones virtuales con personas que admiro y que me inspiran, con el fin de escucharnos, actualizarnos y democratizar conocimientos que potencien los procesos de educación en el siglo XXI. 

Comprendemos la conversación como una tecnología social y un medio de construcción de cultura, que aumenta la empatía, la comprensión y actualiza la consciencia. Las conversaciones a su vez representan una práctica fundamental en los procesos de formación, transmisión intergeneracional, en las dinámicas de aprendizaje recíproco, que implica dar y recibir, razón e imaginación, aprender a escuchar puntos de vista distintos y una forma  de conectar con el otro, con sus luces y oscuridades, necesidades y preguntas; la conversación la estamos experimentando como un crisol para ensayar un activismo de historias e ir tejiendo sentidos y significados a través del rastro que dejan nuestros silencios, las preguntas y paradojas que nos acechan.

Uno de los hallazgos que vienen surgiendo en la experiencia de las conversaciones, es la consciencia de la abundancia de saberes, visiones, metodologías y prácticas que portan los participantes y que son suelo fértil para la creación de experiencias formativas, base de un posible plan de estudios y oferta de cursos. Otro aprendizaje inédito, es reconocer las historias de vida, los ecosistemas de aprendizajes y los diseños de transición, como un escenario propicio para el esclarecimiento de la verdad existencial y cultural de los procesos que hemos vivido y los que queremos vivir.

De estos encuentros ha ido surgiendo la noción de abundancia educativa, que precisa poner en valor la consciencia histórica de las personas (los pasados, presentes y futuros), la experiencia humana encarnada y el saber propio y los dones y talentos de las personas, al servicio de la actualización de la educación. Igualmente, en esta práctica de la conversación, vamos aprendiendo a reconocer y mapear en la cultura y a partir de las iniciativas, los atractores de futuro para dinamizar experiencias de aprendizaje y procesos de educación integral en el contexto de redes descentralizadas.

Comprendemos que las nuevas instituciones no pueden surgir de la nada, sino de movimientos sociales culturales activos presentes en la esfera pública local y mundial. La metáfora de la red, bazar o aula-mundo-en-red como carnaval, se nos abre como una posibilidad de configuración institucional naciente, donde convive lo local y lo global, lo natural y lo tecnológico, lo personal y lo transpersonal, el arte y la ciencia, el pasado y lo futuro y la distribución de responsabilidades, liderazgos que permitan la expansión de la autoridad docente.

La Universidad del futuro podría encargarse de facilitar encuentros, alianzas, seminarios, investigaciones, diplomados y cooperaciones entre colectivos, instituciones, grupos de estudio y de investigación territorial, así como enfocada en crear narrativas globales compartidas, cursos en línea y contenidos digitales que orienten a los educadores - en un tiempo de incertidumbre y complejidad creciente y de auge de la tecnocracia como modelo de gestión de las instituciones educativas.

El currículo en la universidad del futuro se comprende como un viaje de iniciación planetaria, en donde cada estudiante se compromete a participar en comunidades de aprendizaje para viajar junto a otros por problemáticas globales, desafíos existenciales y proyectos sociales en los territorios. Una metodología que podría ser muy útil a corto plazo para la Universidad del futuro, es crear una dinámica de encuentros permanentes con los invitados de la serie, con el fin de ir definiendo pequeños grupos (satélites), que puedan fortalecer el vínculo, intercambiar afectos y saberes y co-crear próximamente una agenda de actividades, de espacios de aprendizaje y de experimentación abierto al público.


El reto que propongo es que cada uno de las personas facilite un encuentro de 1hr y media como mínimo con duplas o máximo tres personas de las que participaron en la serie y que les llama la atención, y con las que quisieran dinamizar una conversación. Con el listado de las conversaciones agendadas, podríamos organizar una agenda quincenal de conversaciones que pueda estar ofertada el primer semestre de 2023, complementada con talleres, cursos y un festival anual en el segundo semestre. Despues de realizadas estas nuevas conversaciones, y consolidado el equipo base de profesores, podríamos pensar en diseñar y abrir al público la oferta educativa.

Los ejes temáticos (comunidades de aprendizaje) que hasta el momento se perfilan son los siguientes:

1. Pedagogías, Sexualidad y Género. 
2. Comunicación y Educación popular. 
3. Educación y Culturas de paz. 
4. Educación, Tecnologías y Ciencia Ciudadana.
5. Artes, Educación artística y comunidad.
6. Educación Regenerativa y Permacultura.
7. Espiritualidad, Interculturalidad y Pedagogías ancestrales
8. Arte, ciencia y tecnología. 
9. Educación, Infancia y cultura. 
10. Maternidad, partería y crianza compartida.
11. Filosofía, estética y ciencias sociales.
12. Psicoterapia y sanación colectiva
13. Cuerpo, Movimiento y Danza.
14. Proyectos educativos emergentes 
15. Arquitectura expandida & activismo urbano

…A lo mejor, como conclusión, parte del trabajo que se viene para los activistas de la educación es trabajar en la creación y fortalecimiento de comunidades soberanas y en red, donde florezcan las personas, se potencien las conexiones con lo vivo y los aprendizajes sociales  y donde se susciten conversaciones para traer el futuro más bello, armonioso y sostenible a nuestras vidas y comportamientos cotidianos.

El sábado 22 de octubre a las 4pm realizaremos el primer encuentro presencial en Bogotá para compartir la visión, afianzar la confianza, el reconocimiento de los participantes que han participado en la serie, y así vislumbrar los deseos, intereses y perfiles del grupo y empezar próximamente a dinamizar nuevas actividades, conversaciones, talleres y proyectos.

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viernes, 27 de mayo de 2022

Conversaciones sobre autodidactismo, pensamiento crítico y pedagogías para la vida (Ep. 18)

En este episodio Nº18 dialogamos con Avelino Niño Rodríguez (Pensador, educador y líder de Polifurcaciones) sobre su amplia trayectoria en el campo educativo, abordamos su experiencia autodidacta en muchos campos de conocimiento, su pasión por contribuir a la educación de las personas y especialmente al desarrollo del pensamiento crítico. Avelino es además de ser un gran maestro, un ser humano integral sensible a las injusticias, consciente del valor del encuentro y de la exploración de nuevos escenarios para la aventura humana, que comprende la educación al servicio de la vida, en un vínculo afectivo y de admiración entre estudiantes y maestros. 

Expresa en varias ocasiones de la conversación, una especial preocupación por la mengua de los contenidos, especialmente de los humanistas y artísticos, reducción de los profesores y el posicionamiento de una visión tecnocrática de la educación, que enfatiza en la obediencia, la receptividad, el opacamiento de la singularidad y los aspectos más instrumentales de la instrucción, con una cultura de la extinción, conectada con un inmersión cada vez más invasiva de las tecnologías en la vida cotidiana, propias de las orientaciones poshumanistas.

Con Polifurcaciones, su actual proyecto, que connota múltiples caminos, adquiere especial importancia las teorías del caos, la complejidad y de los sistemas (auto-poiesis) y especialmente el concepto de transcursividad del filósofo colombiano Edgar Garavito, que como expresa él, se refiere el recorrido pulsional que franquea diversidad de formas y contenidos. Además de su pasión por la filosofía y la literatura, para Avelino es muy importante para sostener su vitalidad, su relación cotidiana con la música, la conexión con el deporte, las caminatas en espacios naturales, la lectura, la actitud abierta y de aprendizaje, la conversación, el servicio social, la sana alimentación y la práctica del Tai Chi.




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jueves, 26 de mayo de 2022

Conversaciones sobre cultura integral para la paz (Ep.17)

En esta conversación abordamos algunas cualidades para crear una cultura integral para la paz en contextos educativos. Raúl Aramayo (líder de la iniciativa Pragmagia y co-creador de la plataforma Vida Integral), es oriundo de Sucre (Bolivia), hijo de madre activista política y padre músico de rock, le encanta la poesía y compartir con amigos… inicia sus trayectorias formativas estudiando economía en Rusia, luego planificación de empresa y en muchos de sus viajes por el mundo y otros aprendizajes en otras áreas del saber y de la experiencia humana (en el Salvador, Nicaragua, México y últimamente en Colombia), facilitando procesos para cultivar una conciencia integral y de construcción de paz. 

Raúl comunica con claridad, presencia y empatía y ofrece reflexiones y prácticas muy valiosas sobre la educación para la paz y la convivencia. Nos comenta de cómo la pandemia nos mostró la complejidad de los problemas, de las desigualdades, pero también paralelamente nos mostró una mayor consciencia de las interconexiones, de quienes somos y con quién contamos. También señala algo que es muy evidente actualmente en los espacios educativos, y es el caso de profesores que quedaron muy cansados por la virtualidad y ahora se encuentran en el aula presencialmente con niños y niñas igualmente desregulados emocionalmente, por la carencia de vínculos durante tanto tiempo.

Para hablar de la paz, Raúl nos invita a observar los patrones de violencia que han existido y aún existen en las familias (y también en los profesores), mostrando el legado de micro-violencias naturalizadas en precedentes generaciones, expresadas en dureza, descalificación, hostilidad, miedo, odio, juicio, vergüenza, comparación, evitación de la responsabilidad, sobreprotección, ocultamiento de las emociones, llegando a la conclusión que muchos de los adultos actuales no poseen herramientas interiores que les permitan desarrollar una cultura de la paz. Raúl asimismo señala que la violencia empieza cuando empezamos a negar la humanidad del otro, eliminando su interior, y convirtiendo al otro en objeto de violencia, blanco para la descarga, el odio y la eliminación.


La cultura de la paz ha de empezar descubriendo nuestra humanidad, nuestro ser único (así como nuestra sombra y oscuridad), para luego conectar con la humanidad de los demás, porque todos somos iguales en dignidad…todos somos merecedores de buenos tratos, respeto y compasión. Hablamos de la valentía y la vulnerabilidad como cualidades interiores de la paz y una resignificación del concepto del diálogo, la escucha, el poder (alcanzar juntos cosas y consciencia) y del amor (unir lo que está separado) y enunciando un gran desafío de que los maestros se conviertan en promotores de salud mental en sus escuelas.

En la parte final de la conversación, Raúl nos comparte sus más recientes experiencias y aprendizajes viajando a diversos territorios rurales en Colombia, facilitando procesos de cultura de paz y como colofón nos regala 3 prácticas fundamentales para la paz en la vida cotidiana.

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miércoles, 25 de mayo de 2022

Conversaciones sobre las Prácticas Integrales de Vida (Ep. 16)

En este episodio conversamos con Gustavo Calabró, Líder del Club PIV – Práctica Integral de Vida, Empresario y CEO de varios proyectos orientados a mejorar el autoconocimiento, crecimiento y equilibrio integral, Club PIV y Cohousing Integral Barcelona. Gustavo es un Argentino residente en España, muy interesado en crear grupos de práctica para fortalecer el bienestar integral y la ayuda mutua para el florecimiento, el fomento de hábitos y el despertar de la consciencia integral. Gustavo nos comparte sus primeras experiencias de vida en comunidad, su vida en Los Horcones en México, sus procesos de formación en Estados Unidos (en la Happiness Studies Academy), estudios en Argentina (sobre terapias de 3ª generación como ACT) y en España interactuando con maestros espirituales, fundando emprendimientos y sus liderazgos en los últimos años en la articulación de la comunidad integral hispana.

Previo a este encuentro, descubrimos juntos grandes similitudes y resonancias entre las iniciativas que ambos estamos realizando y poniendo nuestro corazón, en cuanto al desarrollo de conversaciones con personas visionarias e integrales y también respecto al anhelo del fortalecimiento de comunidades interesadas en crecer, compartir conocimiento, prácticas, relaciones y vida. 

El Club PIV (Práctica Integral de Vida), está compuesta por una comunidad de personas interesadas en aprender, compartir y crecer juntos. Dado que no hay cambios mágicos, la intención de estos encuentros periódicos, consiste en juntarnos para crecer y practicar. Los módulos que conformar el club hasta el momento son: el Gimnasio del Cuerpo, el Teatro de las Emociones, el Café Intelectual y el Dojo Espiritual y próximamente se lanzará la Práctica Integral de Propósitos. 

Es una alegría integrar recientemente esta escuela naciente, dado que posibilita encuentros de práctica y de intercambio con otros seres en la construcción de propósitos, sentidos de vida y en el fortalecimiento de nuevas agencias de transformación integral en el mundo. 




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martes, 19 de abril de 2022

Conversaciones sobre Educación Integral (Ep. 2)

En este 2 episodio, de los diálogos sobre la educación, en el contexto de la Universidad del Futuro, se abre un hilo de conversación con Fernando Baena (escritor, filósofo, meditador, psicoterapeuta integral), en torno a la educación integral y el valor de lo espiritual para la formación y despertar de las personas. En este diálogo, también se profundiza en algunas dinámicas del presente existencial y político, las meta-crisis educativas,  el valor de la transmisión intergeneracional, las redes y comunidades de aprendizaje, el valor de la meditación y de algunas pro-topías en la educación.



Bienvenidos a seguir tejiendo visiones, energías, convergencias, pensamientos, paradojas, didácticas y reimaginando constructivamente la educación entre todos y en todos los niveles.



















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A propósito de la tecnocracia en educación

"No intentes cambiar un sistema, construye uno nuevo que haga que el anterior se vuelva obsoleto"

(Buckminster Fuller)

De una manera general, definimos la tecnocracia en la educación, como la orientación filosófica moderna, en su versión extrema, patológica y distorsionada, que tiene el poder de infiltrarse, condicionar y fragmentar los objetos clásicos de la pedagogía, tales como el profesor, ambiente, método, conocimiento, estudiante, tecnología, enseñanza y aprendizaje. En su momento, esta visión, en su expresión sana y constructiva, fue vanguardia y animó el desarrollo de la ciencia, la tecnología, la esfera pública, la democratización del conocimiento, la creación de utopías, la potenciación del individuo en cuanto a su capacidad de autoreflexividad y mayor consciencia, pero que observada a la luz de hoy, y en su expresión materialista y recientemente, en su re-encarnación poshumanista, es incapaz de abordar las demandas y complejas tareas de nuestro tiempo y las meta-crisis que habitamos en nuestro tiempo.

El paradigma tecnocrático, tiene una amplia historia y recorrido en las prácticas docentes, las metodologías y modalidades de aprendizaje que se viven en las instituciones educativas y ha sido ampliamente difundido y financiado por los gobiernos en los últimos años, las corporaciones financieras e investigado por académicos a lo largo y ancho del planeta; esta visión suele dar un énfasis y prioridad a las estadísticas, los logros, la competencia, la excelencia académica, las pruebas estandarizadas, la educación para el trabajo y un énfasis severo en los temas la calidad de la educación y ha estado impregnando fuertemente las políticas públicas educativas nacionales e internacionales y el diseño de currículos. Es común en enfoque centrar su interés en reformas permanentes de arriba a abajo vinculadas por expertos y asesores, junto con el predominio de estrategias de control cada vez más intensivas y severas para los profesores, vinculadas con una mayor recarga de trabajo y disciplinamiento docente.

Uno de los tantos asuntos que hizo visible la pandemia, fue mostrarnos que esta visión tecnocrática de la educación, no era algo que suponíamos se encontraba en vías de extinción, sino por el contrario, la vimos merodearse con libertad y brío, como una suerte de dragón que estaba como decimos coloquialmente, “vivito y coleando”; en efecto, esta cosmovisión sigue siendo ampliamente aceptada por dirigentes educativos, economistas y políticos - e incluso naturalizada por los profesores - y resulta siendo una expresión recurrente del solucionismo tecnológico que opera como una respuesta habitual y reduccionista para resolver problemas educativos sistémicos y complejos.

En cuanto a la relación con el saber, se asocia la visión tecnocrática con la transmisión lineal del saber, la división clara y distinta de los campos del saber, la distancia entre profesores y estudiantes, la vinculación predominantemente de contenidos eurocéntricos y el reconocimiento del conocimiento como un bien escaso y descontextualizado de las historias, los cuerpos y los territorios; también es común en este paradigma educativo, el predominio de la abstracción, lo objetivo, la prioridad en la matemática y la lecto-escritura, el acceso pasivo a la información, estrategias como la actualización permanente de los docentes, la priorización de pruebas estandarizadas y una visión limitada de las potencialidades del estudiante, de sus saberes adquiridos en otros espacios por fuera de la escuela, así como también, la disolución de los mitos y ausencia de meta-relatos religiosos.

Podríamos resumir que la visión tecnocrática en educación, contiene una epistemología, ontología y pragmática de carácter burocrático e instrumental acerca de la formación, la experiencia de los aprendizajes, una visión fragmentada del ser humano, la evaluación y el uso de las tecnologías y que se ha introducido sin mucha crítica como mantra y solución para todos los problemas. 

Para terminar esta reflexión (que reconocemos amerita no solo mayor conocimiento y comprensión, sino también un movimiento de desobediencia civil, que implica, no solo luchar contra ella, sino la invención de nuevas narrativas, cosmovisiones y prácticas), compartimos otras características a modo de síntesis de cómo se expresa esta visión tecnocrática en la vida educativa:

Reducción de los programas, planes de estudio y asignaturas que tienen que ver con la formación humana, artística y social y en general con el pensamiento crítico social y holístico.

Instrumentalización creciente y deterioro no solo del ejercicio de la docencia, sino también disminuciones y decrecimientos de las otras dos funciones sustantivas de la universidad: la investigación y la extensión social.

Concepción del aula y la escolarización como una fábrica para producir mano de obra asalariada y un entorno masivo para la alfabetización tecno-industrial. Esta arquitectura centralizada respecto a la transmisión del conocimiento ha sido víctima de una gran inercia y ha conllevado una lentitud inmensa para su propia transformación. 

Dos realidades muy contra intuitivas para los procesos de aprendizaje, son por un lado, que las aulas están conformadas por personas de la misma edad y por espacios-tiempos rígidos, uniformes y fragmentados y por el otro, cada vez se presencian grupos más grandes, junto con una precarización laboral de los profesores, evidenciada en mayores horas de clase, menor tiempo de contratación y en eventuales casos, reducciones en el salario. 

Énfasis en la copia de modelos de educación extranjeros, adquisición de conocimientos provenientes solo del mundo occidental, con un enfoque eurocéntrico del saber (y con una gran ausencia de la participación de la mujeres), donde también se resultan omitiendo y minimizando las producciones de conocimiento, sabiduría e innovación social que se ha producido en el Sur-Global. 

El maestro al transmitir de maneras magistrales lo que sabe, sin implicar muchas veces su mundo emocional, sus ignorancias y su sombra y en general la integración de sus experiencias de vida, genera una relación distante, fría y muchas veces de dependencia con los estudiantes.

En vez de poner al servicio las tecnologías para reducir el tiempo que los profesores dedican a actividades administrativas y repetitivas (y más bien enfocar los medios digitales para fomentar la inteligencia colectiva), se suelen usar como instrumentos de control y vigilancia, indicadores de registro y calidad y para nutrir estadísticas que evidencien logros y crecimiento; sabemos que estos procesos son además de agotadores para los profesores, bastante ilusorios y sin sentido y muchas veces son sentidas por estos como prácticas de control.

Introducción de la educación híbrida y de las tecnologías de la información como mecanismo para maximizar beneficios, minimizando el número de profesores de planta (y de tiempo completo) vinculados a los programas académicos. En síntesis, una lógica capitalista de producir más con menos.

Aprendizajes y prácticas pedagógicas enfocadas en pruebas estandarizadas. Estas no pueden ser el foco de la educación y en este enfoque muchas veces se encuentran sobre-estimadas socavando los procesos de formación humana, crítica y social y la posibilidad de emprender proyectos en escalas más grandes que conecten a las generaciones con toda la sociedad.

La evaluación se reduce a calificación, preguntas de múltiple respuesta y a exámenes que buscan centrarse en habilidades técnicas (memorísticas) y centradas exclusivamente en la inteligencia cognitiva. La evaluación es un proceso en la pedagogía mucho más complejo, un aprendizaje individual y colectivo sobre la experiencia e incluye no solo la inteligencia cognitiva, sino diversidad de expresiones e inteligencias tales como la moral, la estética, ecológica, espiritual, interpersonal y habilidades para el siglo XXI, como resolución de problemas, desarrollo emocional, pensamiento sistémico, innovación, pensamiento crítico…entre otras.

Una educación centrada en habilidades técnicas, para el trabajo mecánico e industrial y para aceptar el statu quo; valoración de roles tradicionales y personas que buscan en sus estilos de vida acomodarse fácilmente a las institucionalidades conservadoras de la sociedad. Por el contrario. Necesitamos formar gente despierta y curiosa, nuevos arquitectos unificadores, artistas soñadores, comunicadores sociales, deportistas integrales, ingenieros regenerativos de la vida, hackers juguetones, médicos que prevengan las enfermedades, economistas solidarios.

Precocidad en los aprendizajes de los estudiantes, específicamente el deseo de acelerar el desarrollo de los niños. Donde siente más este vértigo es en la educación inicial, sobretodo en el acceso formal a la matemática y la lecto-escritura. 

Los maestros al no comprender las lógicas de los aprendizajes de los niños y las experiencias de desarrollo integral, cuando los niños se aburren y se dispersan, muchas veces en ambientes que invitan al silencio, la obediencia, la abstracción, la seriedad (ausencia de juego) y el sedentarismo, tienden a ser etiquetados, medicalizados a los que se resisten a esto, diagnosticándolos muchas veces como con problemas de déficit de atención.

Una visión limitada de la educación virtual que se enfoca en proporcionarle a los estudiantes contenidos multimedia que los condenan a quedarse mirando solitariamente las pantallas y por otro lado, el uso de tecnologías novedosas servidas en recipientes viejos. Esta visión de la mediación virtual es bastante obsoleta e incluso perjudicial para el desarrollo de los estudiantes y de la sociedad. El desafío de la educación virtual pasa por la creación de una comunidad de aprendizaje (enamorar a todos a aprender a aprender), ofrecer ambientes para redescubrirnos mutuamente, para imaginar de nuevo la vida colectiva, para sorprendernos y cuidar la diversidad de los territorios, para que la sociedad sea más sabia y abierta y para procurar espacios de intercambio intergeneracional más ricos en interacciones, inclusivos y distribuidos.


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jueves, 17 de febrero de 2022

Sobre la evaluación educativa

Como educadores, independientemente del área que manejemos, tenemos el desafío y la responsabilidad de aportar nuevos marcos de comprensión y herramientas para la evaluación de los estudiantes. La evaluación representa una de las sombras de la pedagogía y uno de los temas que quizá más se resisten al cambio en las instituciones educativas, reduciéndose muchas veces a calificaciones, a cotejar la apropiación de información y a métodos descontextualizados que no dan cuenta de la integralidad y las potencialidades de los educandos. La evaluación es una dimensión muy importante respecto al aprendizaje que vale la pena repensar a a la luz de los últimos acontecimientos históricos y el avance de las ciencias de vanguardia. 


Virtuous cycles of learning (VCoL) and the +7 skills

Propongo para abrir la conversación, repensar la evaluación educativa a la luz de los siguientes elementos: 1) las perspectivas del desarrollo humano disponibles en la investigación de campo (una excelente síntesis se encuentra en el libro de Hanzi Freinacht “The Listening Society”; 2) los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible que elaboró hace unos años las Naciones Unidas y 3) finalmente las 15 habilidades y competencias para el siglo XXI (que aparecen referenciadas en el informe Future Jobs - 2020). Finalmente, recomiendo una plataforma muy inspiradora que descubrí hace unos años cuando daba la clase de evaluación, que nos invita a desarrollar otras formas de evaluar más complejas e integrales. https://lecticalive.org

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martes, 7 de diciembre de 2021

Síntesis de las experiencias pedagógicas (II- 2021)

Como muchos han visto en este blog, he venido explorando desde hace algunos años en mi trabajo como artista multidisciplinario, investigador, activista y educador, una metodología que involucra 3 momentos, expresada a través de lo que denomino la pedagogía de las 3C: 


conexión, comprensión y co-creación


Todos estos 3 ámbitos y fases del proceso educativo se relacionan y mezclan en todas las actividades, talleres, obras colectivas y propuestas y juntas conforman la tríada de la pedagogía integradora y holística que vengo prototipando en contextos de educación posgradual, específicamente como profesor en la Maestría en Innovaciones Sociales en Educación y Maestría Ambientes de Aprendizaje en Uniminuto y en la Maestría Virtual en Docencia Mediada con las TICS en la Universidad de San Buenaventura.




Hagamos un breve resumen de cómo estos momentos y fases de la metodología integral se expresan y relacionan. Iniciemos con la CONEXIÓN, o en amplio sentido, la inter-conexión, que representa la metáfora clave, el origen y fuente de todas las emergencias de la vida. Se expresa en reciprocidad, intimidad, fragilidad, salud, cuidado, alimento, abundancia, gratitud, auto-regulación, empatía y compasión. En esta fase ahondamos en la alfabetización emocional y en la intimidad con el mundo interior, a través de microhistorias, los diarios hipermediales y usando diferentes mediaciones y repertorios tecnológicos, al igual que proporcionamos metodologías innovadoras para el autoconocimiento donde convergen las artes, la ancestralidad y las prácticas espirituales. 

El segundo momento de esta metodología integral, está enfocado en la COMPRENSIÓN y ésta es función de las relaciones entre ideas, personas, saberes, ciencias, tradiciones, contextos y territorios. La comprensión es fruto de la emergencia de conexiones más profundas y de diálogos abiertos y fecundos entre personas y redes más amplias y ecosistemas, no humanos. Buscamos generar un contexto ritual para la escucha, la contemplación de la biodiversidad, la atención profunda y donde mezclamos debates, reflexiones compartidas en un enfoque multiperspectiva, transdisciplinar y meta-sistémico. 


Finalmente, toma lugar la CO-CREACIÓN, el activismo social, la responsabilidad local y planetaria que es función de los 2 momentos previos (es decir, de la conexión + comprensión) + la fuerza de la voluntad en redes de compromiso con el mundo, en co-creación de comunidades locales para encarnar, diseñar y regenerar los nuevos presentes y futuros para todos. En la co-creación se hace la Minga para sembrar la semilla en el territorio, para llevar a cabo a pequeña escala el experimento de innovación social.


En el curso Pedagogía social (de la Maestría de Innovaciones sociales en Educación), que tuve este segundo semestre el honor de participar como profesor, creamos un proyecto de aula denominado KOSMONAUTAS, en donde se planteó como un piloto de una Universidad del Futuro. 



En su manifiesto se expresa: https://sites.google.com/view/unikosmonautas

 

Somos todos tripulantes de un universo que instante tras instante se expande…

Aquí cantamos, danzamos, conversamos, sembramos y soñamos…

Cada uno es semilla y alimento para el otro, un territorio vivo en ebullición…

Miles de raíces componen nuestras narrativas y comprensiones,

Estas brillan en el cielo para iluminarnos y recordarnos la maravilla de estar vivos.


Los kosmonautas cuidamos el universo y lo regeneramos, nuestros diseños se sustentan en el bien común y en la prosperidad y salud para todos los seres sintientes y las futuras generaciones. Los territorios son el todo, el cuerpo, el alma, el otro, la naturaleza, el kosmos, el pasado y el futuro, las interconexiones son nuestra forma de habitar el mundo.


Se inició el curso con una provocación de soñar la educación universitaria del futuro. Para esto les compartí algunos fragmentos del post que aparece en este blog: destellos de intuiciones pospandémicas y les envié un texto borrador que se llama la “Universidad del Futuro”. Ellos lo leyeron y de ahí se desprendió una maravillosa conversación sobre el horizonte de lo que podíamos construir juntos. Hubo un buen trabajo en comprender los aspectos centrales de la utopía propuesta y se pasó a definir intenciones, roles, grupos de trabajo, plataformas de interacción y una lluvia de ideas de propuestas. Se construyó colectivamente a modo de cadáver exquisito un Manifiesto. Posteriormente se sintetizó la metodología y una presentación audiovisual (videoperfiles) de los integrantes. Pasamos luego a definir  los módulos (se crearon 12 módulos multimediales, con información y contenidos de relevancia) y a investigar algunas metodologías afines con la propuesta pedagógica y finalmente un link a padlet para invitar a crear una cartografía colaborativa de iniciativas innovadoras en el mundo. 

Aquí les comparto el video de realimentación de los estudiantes David, Camila y Patricia, Líderes del proyecto.


Por otra parte, y en otro contexto, en el curso de posgrado Didácticas para la Paz y la Convivencia (de la Maestría en docencia mediada por las TICs) las palabras finales del curso que escribí fueron las siguientes.

Me siento muy contento de las experiencias compartidas en este Curso. Lo que vivimos fueron las prácticas integrales de vida enfocadas al despertar interior, las fecundas y evolutivas relaciones y una iniciación a los activismos para La Paz y la Convivencia.

Espero que sigamos tejiendo juntos La Paz… compartiendo conocimientos y nuestras prácticas pedagógicas, .escalando las acciones colectivas y manifestando paz, unidad, coherencia en todos los espacios en los que vivimos. Espero igualmente que continúen nutriendo estos sitios web creados con sus experiencias para que otros puedan inspirarse y procuremos libre acceso a los materiales creados colectivamente.

Todos los trabajos fueron maravillosos, disfruté muchísimo los diarios, los contenidos digitales, sintiendo el arte, escuchando la vulnerabilidad, las video-entrevistas con excelentes invitados, los videos usando el cine para visualizar las visiones de mundo y las actividades y didácticas que ustedes plantearon.

Los felicito y les comparto los enlaces a los diarios hipermediales del Curso de posgrado Didácticas para la Paz y la Convivencia de la Universidad San Buenaventura (Octubre-Noviembre 2020).


  • Finalmente, les comparto algunos videos de realimentación de los aprendizajes en la voz de los estudiantes del Curso Didácticas para La Paz y la Convivencia.

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sábado, 10 de julio de 2021

Crónica de la construcción de nuestra Casa en el Valle del Amor (I PARTE)

Ha sido una semana intensa, hermosa y de mucho aprendizaje. Una de las semanas más bellas de mi vida, unos pocos días e instantes, donde el aprendizaje rezuma y sintetiza años, incluso décadas. El 2 de julio de 2021, iniciamos junto a mi  compañera Maria Jose Salgado y 5 trabajadores más (dos nativos de la vereda y 3 bogotanos: un armador de prefabricados, un maestro de obra y un ayudante), una Minga de construcción de nuestra casa, un sueño fraguado desde hace meses con intenso anhelo (catalizado por la Pandemia actual) en el Valle del Amor, predio que está ubicado en la zona del Oriente de Cundinamarca, específicamente en la Vereda “El Púlpito”, en el Municipio de Choachí, sector más conocido como “El Ruchical”. 

Equipo de Construcción
Después de muchos ires y venires, semanas de producción, de cotizaciones, exploración de sistemas constructivos, entrevistas con carpinteros, obreros, maestros, arquitectos, ingenieros y familiares; después de la siembra de los 40 árboles (ritual que realizamos con amigos en mi cumpleaños número 40) y el desmonte y reciclaje de una casa prefabricada, en la Montaña Compartida y posterior a la visita de proyectos inspiradores y regenerativos realizados por amigos, tales como: Minkalab, Aldea Feliz, Monte Mama y Monte Samai, entre otros; decidimos dar un paso más allá y preparar todo para iniciar obra: intuíamos que necesitábamos integrar de nuevas maneras lo aprendido en la vida urbana y llenarnos de fuerza y alegría para emprender una aventura más osada y radical, enraizada y comprometida, una viaje más sentido, tranquilo y creativo: en conexión profunda con lo vivo y la naturaleza. 

Ya veníamos desde hace unos años sintiendo ese palpitar, cultivando con alegría y esperanza, en una suerte de ejercicio resonante y constante de hábitos y hábitats regenerativos que fortalecieron esta decisión, ese deseo de otra economía más ardiente y consciente… nuestro anhelo ya olía a bosque húmedo, océano de niebla y páramo, fuegos, cantos, Mingas, caminatas, susurros en la montaña, siembra y cosecha de alimentos, pequeños experimentos en clave de permacultura, vivencias de rituales ancestrales, la exploración sensible de sistemas vivos y puesta en juego de economías solidarias y del bien común.

Ahora que estamos en construcción de nuestra casa, percibo con mayor claridad, que a menudo los intercambios en la ciudad, sobretodo la vida en espacios superpoblados, se ven muchas veces ensombrecidos por la automatización, la rapidez, el facilismo y la desconexión de los procesos vivos, los ecosistemas y el contacto con la vida comunitaria. Parece que muchos de los intercambios y prácticas cotidianas en la ciudad, están diseñados para favorecer la desconexión, la pérdida de contexto de la ecología de las relaciones y de las interacciones sutiles y sistémicas que sostienen y regeneran la vida. Sospecho que esta distancia, acrecienta nuestra renuncia a ser parte del cambio, a anestesiarnos, habituarnos a tomar mucho y a dar y a entregar poco, sin darnos cuenta que entramos inconscientemente en la economía de la escasez, lo estrecho y por otra parte a engancharnos en modos de vida insostenibles donde prima la velocidad, el consumo, la deuda, la separación, las desigualdades y la alienación.

Después de 2 años tan intensos emocionalmente (2020-2021), donde transcurrieron por igual parte, tragedias, duelos, renuncias, muertes, aumento vertiginoso del desempleo, pandemia y emergencia de crisis globales, la invitación a replantearnos nuestra vida compartida se volvió prioritaria y urgente. Ya no podíamos ética y existencialmente hacer y ser los mismos. Algo profundo murió dentro de nosotros y a la par, algo nuevo se prestó a iniciar su rumbo, a echar raíces en un nuevo ambiente. Nuestros modos de habitar se vieron agitados en muchos frentes, problematizados radicalmente y muchas acciones que hacíamos consuetudinariamente se volvieron anacrónicas: perdieron su brillo, flujo y potencia. 

Fue necesario mirar de nuevo, recoger, soñar, crear, soltar, abrir nuevos cauces y re-imaginar el rumbo... también fue importante sanar, mejorar la conexión, sintonizar más profundo con el territorio, con las relaciones, los amigos, el inicio de otra danza y ritmo, integrar mejor lo aprendido y dar un salto a lo profundo de nosotros mismos; habitar otros espacios donde brota a cántaros el agua, donde el silencio resuena, donde las nubes danzan, un lugar fértil donde se viene enriqueciendo nuestro amor, nuestros sueños, esperanzas, el reverdecer de la vida comunitaria y la posibilidad de articular de maneras más audaces los saberes urbanos (académicos y experimentales), con los campesinos, los indígenas, los nativos y los de la artesanía, el hacktivismo y el trabajo por el bien común, es decir, la labranza del trabajo bien hecho y el resurgir de la inteligencia colectiva. A lo mejor, en esos encuentros y en esa diversidad de sabidurías, aspiramos se hallen posibilidades inauditas para el florecimiento de la naturaleza, la comunidad, la sociedad, la ciencia, el arte, la tecnología y los mundos humanos y no-humanos. 

Ha llegado el momento de salir de nuestras zonas de confort para ir hacia lo desconocido, el misterio, la profundidad, la belleza, lo salvaje, lo holístico y acechar y construir el nuevo arte y educación, que ya está dentro de nosotros, en nuestras huellas, andanzas, amistades, familias expandidas, ensoñaciones e historias compartidas.

Aquí llegamos a esta Minga en el Valle del Amor, después de haber cultivado un amor fecundo y palpitante... de habernos embellecido mutuamente, de haber tenido subidas y caídas, de haber retejido las heridas, curado los dolores, perdonado, realizado con arrojo un trabajo fuerte con las sombras personales y colectivas; nuestro amor ha sido una fuente infinita de aprendizaje en los 11 años que llevamos  juntos y todo sigue animándonos a descubrirnos en nuevos retos, en nuevas pieles, semblanzas, en el zumbido del colibrí y de las libélulas, aquí todo está fresco, vivo, sensual como el aire que a diario respiramos. Aquí llegamos después de intentar volvernos más sensibles y humanos, de haber re-encantado nuestra cotidianidad, después de nuestras Maestrías en la música, el arte, la investigación y la educación integral, el nomadismo pedagógico, de compartir nuestras naturalezas radiantes y salvajes, nuestros conocimientos y generosidad con todos. 


Aquí llegamos conscientes de nuestra fragilidad, vulnerabilidad y finitud. Estamos prestos a aprender de todo lo que vivenciamos, a fortalecer la comunidad y a inspirar modelos de desarrollo local-comunitario sostenible donde se integren las mejores sabidurías para el buen vivir y donde todos ganemos y florezcamos. Aquí llegamos para fundar un territorio de paz, sostenibilidad y creatividad, donde se abran espacios para la educación integral, el crecimiento del ser humano, el cuidado de lo vivo y el florecimiento de las relaciones con todo. Aquí llegamos para seguir despertando, compartiendo, sembrando y produciendo lo que mejor sabemos hacer. Aquí llegamos con humildad, respeto, para honrar la dignidad de todos los seres y ecosistemas, conscientes de nuestras ignorancias y lo poco que sabemos. 

Aquí llegamos para amar más intensamente, para fortalecernos y seguir produciendo espacios para la creatividad, el arte, la educación, la ecología y la conexión espiritual. Aquí llegamos para escuchar el bosque, el concierto estelar, para merodear y encontrar nuevas fuentes de inspiración para nuestros quehaceres cotidianos y proyectos creativos y educativos. Aquí llegamos para vivir, para seguir cantando y compartiendo los mejores frutos de la casa de hadas en devenir del Valle del Amor, un espacio que no tiene fronteras. Aquí llegamos para seguir honrando a nuestros ancestros, a todos los que nos precedieron. Qué seríamos nosotros sin los caminos andados por ellos?. Son muchas las implicaciones de este salto a la montaña, trayecto inmerso en nuevas economías, estéticas, políticas y reinvención de prácticas y oficios cotidianos. 

Aquí llegamos después de que Iara María, trasuntara en la danza, su vocación al servicio social, finalizado su último grado de bachillerato, el discurrir de viajes, la práctica deportiva constante con el ju jitsu (actualmente ella es cinturón morado y nos sorprendió este año con el 3er puesto en el Nacional que se realizó en Estados Unidos), unos despertares que han sido también fuente e impulso de nuestro nuevo hogar. Su vida e integridad nos enriquece a todos y ella es fuente especial de inspiración para este sueño en construcción.


Es mucho lo vivido y lo aprendido. Este amor sigue vivo y receptivo al cambio, a la utopía y a los aprendizajes y liderazgos que se avecinan. Algo nuevo está naciendo entre nosotros, una exhalación divina, un perfume a bosque, una casa en el cielo, un jardín en el mar, un amor encendido, un volver a empezar. Hoy me siento profundamente enamorado de ti y de todo lo que nos rodea.

Como pueden olfatear, son muchos los aprendizajes y las cortezas advirtiendo el camino del amor. Mucho aún por procesar, no obstante, como hemos visto, no surge de la nada, sino que es parte de un gran rizoma, una historia en construcción, un proceso interno-externo intenso, una vida orientada a la reflexión, a la auto-trascendencia y al asombro.

Otras raíces de nuevos aprendizajes:

- El potencial del trabajo colectivo. Todos los trabajos importan, son necesarios e iguales en dignidad. La admiración por el saber, oficios y sabidurías de los artesanos, obreros y campesinos y del trabajo bien hecho. El valorar saberes, tecnologías y oficios que en el ámbito social y urbano son desconocidos y a veces vistos como de poca monta, la mayoría de veces mal pagos, como los domésticos y del sector de la artesanía y la construcción.

- La consciencia de las interdependencias en clave de la salud de todos los ecosistemas.

- El reconocimiento de los privilegios y de las ignorancias en muchos aspectos de la vida, especialmente en la vida rural y en el dominio de la construcción.

- Que todos tenemos talentos que orquestados en conjunto, se convierten en una fuente de inteligencia colectiva: allí reside el poder de la vida comunitaria y de las obras en clave del bien común

- Para hacer una casa se necesita en iguales proporciones, soñar, planear, diseñar, pensar, ejecutar, celebrar y agradecer. Es en esencia un trabajo holístico.

- Realizar una labor diferente a las que realizo cotidianamente (mi trabajo es mayoritariamente intelectual) me ha puesto a valorar y a reconocer otros trabajos, que no había tenido la oportunidad de saborear y de realizar, pero que con la nueva vida en el campo necesito ejercitarme más. Estamos ad-portas de un equilibrio en las forma de habitar y vivir.

- Poder convivir con un equipo diverso ha sido un reto y una oportunidad para acrecentar la empatía y ensoñar de nuevo otras prácticas pedagógicas fundadas en proyectos, donde el intercambio, el trabajo en equipo y la convivencia sean ejes centrales. 

- El amor mueve montañas, permite reinventar, acechar lo nuevo, hacer que la vida  cobre mayor sentido, potencia e inspiración.


Valle del Amor

Vereda “El Púlpito”- Choachí.

(2 al 10 de Julio de 2021)



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