martes, 8 de octubre de 2024
Podcast del Diálogo Arte, Ética y Política (MAEC-UPN)
jueves, 19 de mayo de 2022
Conversaciones sobre jóvenes, memoria y paz (Ep. 14)
Conversando con Wilson Gómez (Doctor en ciencias sociales, niñez y juventud y Director de la Maestría Territorio, Conflicto y Cultura), sobre la tríada jóvenes, memoria y paz; hablamos acerca de sus primeras experiencias en la gestión cultural comunitaria, sobre el territorio, la amistad y la pregunta por el sentido de lo humano en el mundo. Después de caminar como líder estudiantil y formarse en gestión cultural en Manizales, donde estuvo muy activo en el círculo de pensamiento Ambiental (coordinado por Patricia Noguera), prosigue su formación doctoral, y luego como profesor en la Universidad del Tolima, crea junto a otros amigos la cátedra ambiental Gonzalo Palomino Ortiz (líder ambiental).
Con “Guicho” y otros amigos, por el año (2002-2004), en la Universidad Nacional, estuvimos encontrándonos semanalmente en “El diseminario”, un espacio donde nos proponíamos entender las raíces del conflicto armado colombiano. Tengo especial recuerdo de este acontecimiento, de aquellos rituales de la inteligencia compartida, como también de las ocasiones de efervescencia de las ideas, de las acciones y publicaciones en espacios universitarios que realizábamos (con Wilmar Osorio, Daniel Benavides, Etna Castaño) como colectivo Magma, Testimonios de cultura. Recuerdo que en esa época tuve un sueño en donde el volcán del Ruiz estallaba y yo me alegraba gozosamente de sentirme vivo con el fluido rocoso incandescente que me cubría y que brotaba de las entrañas de la tierra. Esta fue de las primeras metáforas que brotaron como acontecimiento de la amistad, de la palabra, el pensamiento y el territorio emergente.
Como amigo, intelectual y ciudadano, Wilson siempre ha estado abierto a pensar, a escuchar y a ser generoso con lo que intuye y con lo que sabe. En este encuentro aprovechamos para explorar una síntesis de su investigación doctoral, así como también sobre las memorias de los estudiantes caídos en Colombia, las violencias contra los jóvenes, reflexiones sobre el proceso de la paz, el rol de la empatía, la memoria y del arte.
martes, 26 de abril de 2022
Conversación sobre las Ritualidades y Expediciones en la Educación. (Ep. 3)
En este 3 episodio, enmarcado en la serie de diálogos sobre la educación - que hace parte del experimento que estamos co-creando, como Universidad del Futuro - conversamos con Ángela Niebles-Gutierrez (profesora de la Universidad Austral de Chile, investigadora y practicante de Biodanza), acerca de las ritualidades y expediciones en la educación. En este viaje del pensamiento y de la amistad, se describen parte de sus trayectorias vitales, sus comunidades de aprendizaje y actuales experiencias y expediciones ecobiogeopedagógicas (que hacen parte de sus susurros de su tesis doctoral)...el diálogo asimismo oscila, en las relaciones sexo-género, el viaje interior y por el territorio, las espiritualidades y la ancestralidad.
domingo, 17 de abril de 2022
RE-construcción de la educación en clave de consciencia global
Necesitamos urgentemente un gran consenso social sobre lo que implica un cambio profundo en la educación. Veamos por qué. Es un lugar común escuchar hablar a educadores, políticos y líderes acerca de la importancia de la educación en tres frentes: para transformar la conciencia de las personas, fomentar una sociedad sostenible y resolver los grandes problemas de nuestro tiempo. No obstante, para transformar de maneras profundas la educación, no son suficientes las buenas intenciones, ni tampoco solo transformaciones en nuevos temas, conocimientos, discursos, asignaturas, cátedras, metodologías y pedagogías; somos conscientes que requerimos además de mejores diálogos como sociedad y una organización de la sociedad civil robustecida, un pensamiento sistémico (metamoderno) que nos permita observar todo el ecosistema de aprendizaje donde nos desenvolvemos.
Una primera idea respecto al cambio educativo, es que necesitamos volver a imaginar la educación en todos los niveles y entre todos, yendo más allá de la escolarización, como se suele reducir habitualmente… intuimos que después de la deconstrucción, viene una reconstrucción radical, es decir, volver a soñar y prototipar las nuevas propuestas, narrativas, iniciativas, institucionalidades, conversarlas entre amigos…ir hacia una nueva integridad, más arriesgada y sensata, que incluye la magia e inocencia de los niños, la experimentación de la juventud y la prudencia, temple y sabiduría del adulto.
Inicialmente, una idea crucial que necesitamos poner esfuerzo, atención y financiación, es la de construir en todos los territorios una cultura del aprendizaje desde la primera infancia hasta la tercera edad (en donde aprender sea algo muy sexy y atractivo) y que tenga como intencionalidad hacer sentir vivos, curiosos y conectados a las personas y que a su vez tal actitud de asombro e intercambio colectivo constante, permita activar la inteligencia colectiva de toda la sociedad.
También, es cada día más evidente la desconexión personal y social, la pérdida de atención y confianza en las instituciones, la fragilidad de los vínculos sociales, tiempos turbulentos en donde emergen con mayor fuerza los traumas históricos (y personales) ocultos; en este panorama de caos y al tiempo de emergencia, es donde se hace fundamental el despliegue de nuevas narrativas, de una integración más profunda de lo que ha sido excluido en la educación, empezando por la entrada del cuerpo, la alfabetización emocional, el auto-conocimiento, la vivencia del arte y lo sagrado (a partir de integrar las visiones, prácticas y psico-tecnologías de las espiritualidades de todo el mundo), la reflexión sobre el género, el amor, el erotismo, la muerte y lo que significa estar vivos, la importancia de las economías y ecologías solidarias y del bien común, con el fin de reinventar las ritualidades cotidianas y también la apertura al aprendizaje sobre los conocimientos amplios de la gran historia (un enfoque genuinamente transdisciplinar, de cosmología, biología, psicología, ciencias sociales y arte)… síntesis de las mutaciones cosmológicas (Swimme), socio-culturales (Gebser, Freinacht), psico-espirituales (Wilber, Fowler, Commons) y de las diversas formas en la historia de organización social (Lent, Harari, Stockes) que permita a los estudiantes y nuevas generaciones ubicarse mejor en los grandes patrones de conocimientos y paradigmas (como arquitectos unificadores y co-creadores) y en nutrir una meta-narrativa inspiradora e integradora que ofrezca dirección, sentido y propósito a la existencia y al cambio social y cultural en curso.
Una idea fundamental para la transformación de los sistemas educativos, es mejorar los servicios básicos de atención integral y ampliar los derechos sociales que proporcionan salud y bienestar a toda la población, tales como la calidad de los vecindarios, los espacios de encuentro, la ampliación de espacios para el arte y la cultura, el fortalecimiento de las economías locales y de una red de entidades locales (bibliotecas, museos, salas de cine, galerías, casa de la cultura, espacios para el arte, laboratorios ciudadanos y redes de apoyo), que apoyen y hagan sostenibles los aprendizajes de toda la sociedad.
También precisamos urgentemente contribuir a que las familias tengan mayor educación, mejor acceso a información de relevancia sobre el desarrollo, apego seguro, la crianza de los hijos y mayor tiempo libre para el enriquecimiento cultural. Aquí es donde la Renta Básica Universal podría ser de utilidad social, combinada con el despliegue de otro conjunto de políticas orientadas a la dignidad de toda la población. Sumado a esto, es clave configurar escenarios públicos abiertos para el juego, el arte, el intercambio intergeneracional (entre niños, jóvenes, etnias, clases sociales, clases creativas y personas mayores), fomentando dinámicas de proyectos de aprendizaje a escala real (local y global) donde converjan diversidad de públicos y redes de ciencia ciudadana (evitando la conformación etárea tradicional de estudiantes organizados por edades y cursos).
Es sugerente para que esta transformación educativa sea de más largo alcance, que cuando un estudiante salga de bachillerato o de la universidad, no solo tenga claridad respecto a sus intereses personales, el reconocimiento de sus talentos, oportunidades laborales, sino también que participe eventualmente en una iniciativa ciudadana o movimiento social. Contribuir a esta conexión con el campo social, desde edades tempranas, significaría involucrar a los jóvenes en una parte del micelio de transformación cultural. Para hacerlo real, el Estado financia y podría organizar pasantías a modo de residencias para brindar elementos de decisión sobre el movimiento ciudadano o una organización emergente en la que los jóvenes pongan sus destrezas, capacidades y conocimientos. En el caso específico de Colombia, que entra en un tiempo de implementación de los acuerdos de Paz, los bachilleres o profesionales recién graduados podrían participar en una estrategia en las escuelas, barrios e instituciones educativas para democratizar aprendizajes, visiones y prácticas para el fortalecimiento de la paz con distintos tipos de población.
Esta política contribuiría a fortalecer la identidad profesional y a potenciar la esfera institucional emergente. Asimismo, estas propuestas, ayudarían a mejorar la educación, la democracia, el fortalecimiento de los bienes comunes, la crianza compartida y a la par, se fomentaría un ambiente seguro de aprendizaje de estilo más participativo, co-creativo e innovador en las escuelas y en las ciudades.
Finalmente, parte del trabajo de los activistas por la educación integral, de orientación metamoderna, es decir, activistas en pro de pedagogías y didácticas con consciencia global, es trabajar por una educación abierta, libre y empoderadora de las comunidades. El gran desafío de la educación es la creación de comunidades regenerativas, donde florezcan las personas, se potencien las conexiones con lo vivo y donde se susciten las conversaciones para traer el futuro más bello, armonioso y sostenible a nuestras vidas y comportamientos cotidianos.
jueves, 23 de diciembre de 2021
La Casa: un acto de Amor
Teníamos unas raíces que crecían bajo tierra para alcanzar al otro y,
cuando todas las bellas flores se nos cayeron de las ramas,
descubrimos que éramos un solo árbol, no dos.
Louis de Bernières
Hacer nuestra casa ha sido un acto sincero de amor, un canto de libertad e interdependencia, gesta de reciclaje, trabajo físico y colectivo, imaginación, esfuerzo, inocencia, improvisación, confianza y mucha entrega.
Esta acción de habitar-construir-ensoñar la casa, nos ha ocupado todo este año y tal vez un poco más, y nos ha llevado a percibirla
lunes, 15 de febrero de 2021
Festejo-Ritual 40 árboles
"Los árboles son el esfuerzo interminable de la tierra para hablar con el cielo que los escucha"
(Tagore)
Todos somos como árboles, con un cuerpo, una mente y un espíritu que nos conecta por el aire y bajo tierra. Nuestro sustrato es profundo, nuestro árbol genealógico tan antiguo como las estrellas. Al parecer somos firmes y estáticos, pero lo que se mueve bajo nuestros pies, lo que subyace a nuestros pasos, trae algo del rumor de la montaña, de los manantiales, los lagos, el aire, el murmullo de los escarabajos, los rayos de Sol, los minerales y millones de insectos que aportan a nuestra salud y propagación como especie. Somos generosos por naturaleza, damos sombra, alimento, frutos, semillas, somos nido para muchas aves, seres humanos y millones de especies. Somos como la casa de las abuelas, amplia y amorosa, dando y recibiendo lo que muchas familias dispensan. Cuando un vecino está enfermo, proporcionamos una corriente infinita de abundancia para su regeneración, nuestra inteligencia es tan maravillosa, que una parte pequeña de nuestro cuerpo, un esqueje, puede reproducirse ad infinitum. Nuestra memoria está tallada por el canto de muchas aves, somos testimonio de una música inigualable y una orquestación maravillosa. En en el bosque cada movimiento tiene su color, y cada especie su función en una cadena asombrosa de interdependencias. La Muerte aquí tiene una gran función para la vida, nuestra huella trae bienestar para todos y nuestras raíces aéreas la inspiración, el olor a bosque el recuerdo de los amantes, todo aquí es un concierto que anima a muchas comunidades: alquimia de intensa transformación. Siendo los árboles una maravilla de la evolución, el fulgor del clamor de los bosques, quiero ofrendar esta siembra al amor incondicional, a la salud de todas las especies, la transformación del dolor en iluminación, la serenidad, La Paz interior, la alegría y el asombro, a la diversidad de especies que estamos trayendo e invitando a este valle del amor, al perdón entre las familias, a la escucha y la comprensión, a la creatividad y la realización de nuestros sueños, al servicio social que podamos cada día dar; ofrendo esta siembra al cese de las luchas de poder, al extractivismo, la tala de bosques, la codicia, el narcisismo y la envidia, que son tan nocivas para nuestros bosques, ofrendo esta siembra a quienes no se fueron, no se han ido, sino que están aquí con nosotros, inspirando este ritual de siembra. Ofrendo esta siembra para que limpiemos, hagamos pagamento, dejemos ir lo que no sirve, lo que pesa y desfigura nuestra humanidad y demos cobijo, enraicemos toda la belleza que está a punto de nacer. Hoy sembrando en este festejo y ritual, somos los parteros que estamos dando un poco de aliento, amistad, jovialidad y de reciprocidad al mundo.