jueves, 22 de agosto de 2019

La Ruta Natural

Es más sensato, responsable y divertido empezar por uno mismo: resolviendo los problemas existenciales más profundos, incluyendo el trabajo con la sombra (adicciones y alergias), los traumas familiares y culturales; cultivando un amor propio, un pensar crítico y una vida relacional floreciente; luego podrías jugar al rol de mediador para los traumas y sufrimiento de tu familia (que es un microcosmos, un fractal de toda la sociedad y que tanto te necesita) y luego, quedando con aliento y fortalecido, escalar tus descubrimientos, verdades, experiencias y medicina a otros niveles locales, nacionales y globales. Esta ruta, además de real, natural y sincera, es un palpitar, un camino de crecimiento, diseño social que puede, por un lado, evitar que lo que quieres para el conjunto de la sociedad no sean mentiras, narcisismo y autoengaños y por el otro, evitar que a los activistas sociales y líderes (que a pesar de sus grandes ideas, estrategias y proyectos y de su gran deseo de cambiar la sociedad) se les cuele tanto egoísmo, tanto sufrimiento no encarado, y por ende, comportamientos sexistas, machistas, arrogantes, dominadores, fanáticos, odiosos, conservadores, populistas y etnocentristas.

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Manifiesta a favor de una Educación Integral

Desde hace unos años, en cada proceso educativo que participo como profesor, suelo compartir un Manifiesto actualizado, un escrito a modo de declaración de principios y valores, posicionamiento político y existencial, una especie de texto inaugural de los encuentros y apertura del código fuente filosófico del curso. Aquí vamos.



La educación hoy necesita recoger tanto los mejores frutos de las visiones tradicionales, modernas y posmodernas, así como identificar sus excesos, formas insanas y recurrentes problemáticas; precisa de otra música, de la danza y oscilación entre el más acá y más allá, entre la física y la patafísica, la dinámica y la estática, la astronomía y la cuántica, el arte y la ciencia, lo denso y lo sutil, cuerpo-mente, espíritu-sombra, ir y venir, aprender y enseñar, jugar y soñar, escuchar y hablar, viajar y asentarse.

La educación requiere ir más allá de lo tradicional de los guetos, el héroe, la autoridad, el fetichismo, la magia de las soluciones rápidas y consuelos psicológicos; ir allende de los santos y pecadores, del estás conmigo o estás contra mi; pero al tiempo, necesita estar más próxima del ritual, el círculo, el canto y la danza, la fiesta, la minga, los estados de conciencia sutiles, la familia, la naturaleza, las buenas relaciones, los encuentros resonantes, la caminata, el fuego, la temporalidad tranquila, el buen vivir, la siembra y la cosecha, la consciencia de los ciclos, la plenitud que otorga la sencillez y la vida en el campo.

La educación necesita ir más allá del paradigma moderno de formar empleados obedientes y consumidores, ganadores y perdedores, adictos al poder y esclavos del trabajo; ir más allá del materialismo, del ser individuos y el sacrificio por la nación, la raza y cualquier utopía sin trasfondo humano; la educación podría estar más acá del sueño, la libertad de pensamiento, el diálogo abierto, las utopías relativas, la ciencia y la tecnología al servicio del bienestar y cuidado de la vida; más cerca de la virtuosidad y fama comunitaria, del empoderamiento sensato y la libertad de hacer empresa y un proyecto de vida más consciente e interdependiente.

La educación necesita ir más allá del corsé posmoderno de forjar críticos al sistema, intérpretes odiosos, propagadores del desprecio, alérgicos al mundo interior y adictos al pesimismo, al enojo con el mundo y especialmente con aquellos quienes no son como nosotros...y estar más acá de la vida comunitaria, la sensibilidad hacia los excluidos, a las redes sociales, la inclusión, la diversidad, el pluralismo, la interdisciplinariedad, la complejidad cognitiva, el hacktivismo, la construcción del territorio, la emancipación, el pensamiento sensual y crítico, las memorias en plural, la consciencia encarnada y global.


Invito a toda la humanidad y en especial a los maestros y aprendices que somos todos a afinar el oído, a limpiarlo, a estar más presentes, ser más auténticos y sinceros para que podamos tejer nidos y puentes con los otros, con el mundo presente-futuro; así el mundo labra su propia sonrisa; invito también a escuchar el clamor silencioso de las nuevas generaciones y del espíritu del tiempo, que está pidiendo Libertad de Ser y Ser libre del tiempo; seres y comunidades más armonizadas, pacíficas, mediadores, generosas, multidimensionales, que bailan y cantan, se expresan sin miedo y sin envidia, conscientes de la muerte y la tragedia, del asombro y la belleza, difíciles de etiquetar...seres que entran y salen, que se asientan y viajan, que escuchan, juegan y ríen, que se transportan a territorios de ensueño, amistad, cooperación y plena libertad y que ayudan a otros seres a crecer, sanar, acompañar, desarrollar su consciencia, creatividad, nutriendo su cotidianidad y cuidando con atención su vulnerabilidad para fortalecer la salud y bienestar global.

Pienso que no hay una única salida a problemas complejos y globales, no se puede apelar para observar las causas y posibles soluciones de un fenómeno, solo deteniéndonos en un solo sistema, se requieren todos, económico, educativo, jurídico, político, cultural. Esta es una manera de ecuanimidad, sensatez y de hacer justicia cognitiva. Cuando nos endurecemos con una única salida, puede acechar el riesgo de la depresión (y en casos extremos el suicidio), el romanticismo, el fanatismo o el totalitarismo. Ya hemos visto nacer muchos ismos con crueles desenlaces y alto coste social, hemos mirado de frente el rostro de ideologías en el siglo XX (Capitalismo, Comunismo, Nihilismo, Anarquismo y Nueva Era). Sospecho también que no se puede salir de los problemas usando el mismo pensamiento que los creó, ni menos con buenas intenciones y soluciones fáciles y mágicas. Se requiere algo más complejo, sutil, local, conectado y global, así como también de la psicología, de comportamientos y acciones colectivas, estilos de vida, nuevas narrativas, visiones, culturas, sistemas sociales, tecnologías y formas interconectadas de gobernanza.

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miércoles, 14 de agosto de 2019

Los aretes que le faltan a la luna

I.

Iba en el bus al medio día y una mujer que tenía ojos grandes y saltarines, aretes largos, espalda al descubierto y una ropa oscura muy sexy, acunaba en sus manos un libro de textura aterciopelada, pasta roja y destellos morados y azules, en el lomo se dibujaba una imagen abstracta y psicodélica, parecía un cuadro que mezclaba el minimalismo de Malevich con la alegría y sensualidad de un Matisse. Decidí observarla atentamente como buscándome entrelíneas; después de mirar y mirar, no hallé imagen alguna, así que empecé a susurrar suavemente un sonido que nunca antes había cantado, esto hizo que se intensificara más la tentación y la curiosidad. Confieso que para mí es muy atractivo ver a una persona leyendo un libro y aún más en espacios públicos, suelo imaginarme cómo hierve su mente, qué se está cocinando en su cuerpo, a qué temperatura está el personaje, cuántos orgasmos ha saboreado. Así que le pregunté si podía leerme un fragmento del libro, alguna parte que le hubiera suscitado una conmoción profunda. Empezó a buscar por dentro de las páginas y no encontraba nada, se me hizo un milagro, un instante eterno. Después de un rato, levantó la mirada, miró de reojo como para bajarse de la estación, tomó una exhalación profunda y me compartió suculenta cita. Fue tan contundente lo que salió de sus labios, que quedé muy tocado y quería continuar con la historia. Le pregunté su nombre y me dijo que eso era un cuento muy extenso y que ya casi llegaba, así que prefirió retarme a adivinarlo. Después de un silencio, sonrió sutilmente hasta hacerme tener un deja vu en el cual yo era el personaje de su futura novela.

II.
Otro día iba por la estación de Santa Lucía, con destino al Portal Usme, hacía frío y era un día brumoso y sombrío. Al frente estaba sentada una chica alta y mulata de rostro indígena que lucía gorro gris, una chaqueta algodonada, blue jean claro y entubao - de esos pa meter con bolsa - y tenis blancos típicos de sudadera de colegio…cuando el vagón saltaba era muy chistoso observar como le temblaban los cachetes y se le fruncía el seño...varias veces miró furiosa de reojo al conductor como expresándole que le hiciera más suave...continué leyendo el libro que por estos día llevo de paseo en los largos trayectos bogotanos...y vino a mi mente algo que me había preguntado hace unas semanas sobre la hipersexualización de la mirada de los hombres hacia las mujeres...al bajarse la mujer del bus, un chico se despierta, dos que estaban cerca a mi puesto, simulan un gesto al mismo tiempo, una coreografía muy habitual, similar a la que hacemos cuando nos levantamos de la cama; otros que estaban a mi lado sonríen, levantando la cabeza de sus móviles y mirándose con una complicidad extraña como si fueran íntimos amigos...el colofón de la escena fue sorpresiva, un joven que llegaba amanecido, esos que aun tienen hipo de borracho grita desde el vagón de atrás, en un lenguaje abstruso y con sonrisa de Monalisa: hola tecnobebe....

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domingo, 11 de agosto de 2019

Recuerdos de infancia

Celos

Cuando pequeño simulé tener un pie más largo que el otro como estratagema por los celos que me dio el nacimiento de mi hermana.

Magia en la primera infancia

Cuando vivíamos en Cali, mi hermano me estaba enseñando magia metiéndose un grano de maíz por una oreja y sacándola por la otra. Al empezar a practicar muy contento y ver que no salía, terminé con lágrimas en los ojos, una bata azul y acostado en una camilla rodeado de muchos doctores. Fue mi primera recuerdo de un hospital.

Performance


Recuerdo que en Pereira estaba asomado en la ventana con mirada de niño regañado, me habían prohibido salir hasta no hacer tareas; al verme unos amigos más grandes que solían sentarse en la "bancamear", me retaron a que si me pasaba por el filo de la ventana, me darían 100 pesos. Yo aproveché que no podía salir, para llamar más la atención y hackear la frontera impuesta. Este fue uno de los performance que más recuerdo y además pago.

Castigos

Hace poco conversando con Laura, un bella prima, me compartía una anécdota que yo había olvidado. Cuenta que su mamá le contaba que cuando yo estaba pequeño, usaba un truco bien particular cuando era castigado; la estrategia consistía que cuando no me dejaban salir, jugaba más intensamente en casa, cuando me prohibían el balón, pintaba, cuando me prohibían una cosa me entretenía en otra. Casi nunca me aburría porque encontraba deliberadamente otra acción atractiva, lo hacía con fruición e ironía, para enardecer a mi mamá y también para salir al paso, hackeando la frontera. Lo que ahora veo con mayor claridad y perspectiva, es que estas tácticas eran a lo mejor mis primeras andanzas en el hacktivismo.

Mi primer almuerzo

Recuerdo que un día cuando mi mamá repartió la responsabilidad de la hechura del almuerzo, el compromiso de realizarlo una vez a la semana, tuve una genial y minimalista idea, no se de dónde me llegó, pero los sorprendí un día con un delicioso y fresco plato: leche con banano pa todos.

Arte e inspiración

Los mejores artistas son para mi los que avivan tu espíritu creativo. Recuerdo que uno de mis maestros en la escritura fue Proust, no se como llegué a "En busca del tiempo perdido" estaba yo estudiando en la Universidad y era una experiencia maravillosa sentir en todo el cuerpo cuando lo leía, lo que sucedía cuando tocaba unas rocas, el beso de su madre antes de acostar, las imágenes y recuerdos al saborear un café con pan o de tomar deliberadamente el camino más largo, toda una aventura poética, hacía de algo cotidiano algo maravilloso e inolvidable, lo curioso es que era tan magnética su escritura que siempre volvía al inicio y no pasé de unas cuantas páginas. Confieso que a pesar de que no lo he leído mucho sigue siendo muy influyente en mi vida y es parte de mi autobiografía pedagógica que algún día escribiré.

Restaurante Crisandcar

Recuerdo que cuando niños jugábamos los domingos con mi hermanos al restaurante Crisandcar, este nombre hacia referencia a la mezcla de los nombres de los 3. Teníamos una carta suculenta y le llevábamos el desayuno a la cama a Mamá y Papá. Era un acto simbólico y muy amoroso. El menú admitía repetición y semana tras semana volvíamos a jugar.

Beso

...cuando nos besamos por primera vez, sentí como entramos en una oscuridad tan llena de luz, burbujeante y bioluminiscente, enmarcada por un silencio estéreo y polifónico, una luz cenital nos cobijaba en la mitad de un escenario sin límites, un vaso de agua servido a la mitad y muchas estrellas palpitando en todo el cuerpo.

Entrevista laboral

En una entrevista laboral que me hicieron hace unos años para un cargo muy atractivo en el Ministerio de Educación, que tenía como objeto producir contenidos digitales para el programa Historia Hoy, me pasó algo muy cómico. Al momento de empezar la rueda de preguntas, cuando hice carrizo y con unas botas que había lustrado esmeradamente el día anterior, para estar brillante, detecté un montículo grande de popó de perro que cubría todos los surcos de la suela. Inmediatamente el olor impregnó toda la sala, los entrevistadores se miraban entre ellos, agitando la cabeza con suspicacia, parecía el alborozo cuando los pájaros en la tarde regresan a sus árboles; desvíe la atención de todos respondiendo a una pregunta que no recuerdo, pero lo que viene a mi memoria es que fui muy crítico con los programas que realizaba la institución. Respondí enunciando enfáticamente y de modo sincero algunas cuestiones y centré la atención de todos, aprovechando la contundencia y el despiste para bajar subrepticiamente el pie como todo un gimnasta profesional. Al salir de la entrevista con los otros colegas, alguno de ellos se le ocurrió la idea de que tomáramos un taxi entre todos, ya que íbamos con afán y en direcciones similares. Previo a subirnos al carro, les conté que necesitaba hacer una diligencia urgente, ellos sin dudarlo me acompañaron y fuimos todos a la berma, para refregar contra el pasto semejante bollo, mientras nos contábamos las percepciones de la entrevista. Ya desprendido el objeto intruso, tomamos el taxi. A los cinco días fui informado que había sido seleccionado para tan promisorio cargo.

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sábado, 10 de agosto de 2019

Desacelerar el paso

La Carrera 7a siempre me ha parecido una aventura sonora maravillosa y contrastante que me recuerda los experimentos dadaístas, las Cartografías al azar y mi faceta como programador en la UNRadio. Aquella tarde había una luz tenue en el ambiente y un aire fresco que me estiraba el rostro haciéndome sonreír: parecía un perro callejero. Todos me sonreían, decidí husmear y desacelerar el paso para que las postales fueran más intensas y pudiera compartirlas en directo con el mundo. 
Mientras tomaba café y leía un libro de Charles Simic, poco a poco fue apareciendo los acordes de una guitarra como saliendo de los majestuosos Cerros bogotanos... siempre acompañando...en unos pocos metros me asaltó un rayo cálido de luz y la coreografía de una pareja de caleños con Cha Cha Cha y Son Montuno, pasando en un mágico vocoder al Mambo que bailaba un hombre encanecido y barbado que lucía un traje blanco, portaba luces en el cuerpo y sonreía al infinito. Por ratos no era yo, sino una aguja de un tocadiscos, una antena de retransmisión, una oreja andante, un ser que tuneaba la ciudad, al estilo de los anónimos...un salto y una gran grieta aparece repentinamente y me lleva al House de Technotronic, luego al Metal, miro al frente, aprieto los dientes y alguien con un gran escapulario, un bozo ennegrecido y una gorra de los Lakers se alegraba de hacer un jaque mate que ni el mismo lo creía; la Reina bailaba Salsa y el Rey Vallenato y Plancha...
La tarde iba cayendo cada vez más rápido, un momento que, confieso, siempre me excita, donde se funde el día y la noche, los sonidos de los pájaros, los ejecutivos buscando el karaoke, arreboles en espiral de un anaranjado intenso haciéndole el amor a una gran nube negra... me quedé extasiado, di dos exhalaciones y continué... el paseo parecía terminar, pero en el momento más feliz, brotó de la nada el "Despecho" y un paso al Reggueton, buscándose su sitio, apresurao, invitándome a seguir bailando, escuchando, realizando trayectos en nuevas direcciones, donde el azar y la improvisación, la comedia y la tragedia, se unen en mi música que es la de todos

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martes, 6 de agosto de 2019

Sieranevada: Tensiones de un (des)encuentro familiar


Una película realizada por Cristi Puiu, uno de los grandes cineastas del nuevo cine rumano, que mezcla el drama con toques de ironía y humor negro. Lo que se presencia aquí es una comedia dramática y coral, una coreografía claustrofóbica, que tiene por tema, un (des)encuentro familiar que es suscitado por una cena que suele celebrarse a los 40 días como conmemoración a la muerte de la persona difunta. Algo fantástico y mareador es que la cámara representa la perspectiva del padre ya muerto, en palabras del director “era la despedida del muerto, como si estuviera mirando a los vivos por última vez”. Una historia que va y viene, entra y sale, oscila mediante largos planos secuencias, cámara en mano, paneos rápidos, planos a contraluz que a veces solapan más que lo que muestran. Increíble y desgarrador reconocer cómo cada familia es un microcosmos donde se refleja toda la sociedad, un espectro de conciencia amplio y plural, donde cohabitan las alergias y adicciones, los problemas, el racismo, las personas codiciosas y fanáticas, los liberales, feministas, existencialistas, comunistas y conspiracionistas. Quizá al momento de hablar de transformar la sociedad, pensáramos el gran koan que es cada familia y la gran oportunidad, en una escala más loable y desafiante, de intentar transformarla, con sus conflictos, odios y afectos, historias y complejidades, porque como señala el director, “creemos conocer la familia pero es mentira”. “Las historias que componen nuestras propias historias personales son en realidad ficciones” Una película larga, cansona a ratos, pero bastante magnética y maravillosa. 

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jueves, 1 de agosto de 2019

Sanación de las heridas


Premio:
(2018). 3 Premios Macondo: Mejor fotografía, vestuario y dirección de arte

El cine de William Vega que hace unos años me sorprendió con la Sirga (2012)...este año lanza un film maravilloso llamado SAL. En ambas pelis este director pone a hablar el paisaje exterior (la laguna de La Cocha y el desierto de la Tatacoa, respectivamente), con el mundo interior. Ayer que la vi, salí sintiendo la importancia de una dosis de olvido, no todo puede ser memoria, recuperación, anhelo de encontrar una verdad en el pasado....ya que esta puede secar las aguas que siempre están fluyendo. A veces el énfasis en el pasado puede hacer que la búsqueda sea vana...en uno de los planos holísticos del film, me hizo recordar el Mito de Sísifo...el hombre arrastrando con esfuerzo un recuerdo que pesa (moto), que lo ata y en la que da un paso y se devuelve dos. La otra cuestión es el asunto de la sanación de las heridas, y del cuidarnos mutuamente, que la película plantea como intuición para trascender a la desolación, para salir de las encrucijadas de los traumas arraigados en cada generación y que son parte de la herencia epigenética de la sociedad colombiana.

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Más allá de las colinas


Beyond the Hills - Cristian Mungiu (2012) es una  película que retrata las paradojas y limitaciones de la perspectiva exotérica de la religión, contada desde la situación de dos jóvenes huérfanas en Rumania; aún cuando toda tradición religiosa tiene dos perspectivas, la exotérica ( basada en la Fe, un conocimiento indirecto y en la creencia literal, en un Dios personal y antropomórfico) y la esotérica (prácticas místicas y sutiles que exigen tanto de virtudes (humildad y generosidad) como de conocimiento y trascendencia de sí mismo) es esta última, la que ha sido omitida, olvidada en los últimos 500 años, dejando el espacio para que la primera, por su potencia de dominación y hegemónica en el mundo, nos ha llevado a fundamentalismos y dualismos extremos, guerras, homofobias, sexismos, pederastia y una serie de situaciones oscuras que menoscaban la dignidad del ser humano, su espiritualidad y trascendencia.

La soluci
ón típicamente moderna (y aún posmoderna) del problema es eliminar la religión a causa de sus posible abusos...Pero no podemos denostar de la religión (en cuanto sabiduría perenne) cuando es una perspectiva (exterior) y la más privilegiada la que conocemos. Por el contrario, debemos equilibrarla, con la realización de las virtudes (belleza interior) y la conciencia, así como con sabiduría, voluntad y amor.

Necesitamos ver a dios en todas partes (esoterismo) y no como muestra la peli, y en general el exoterismo, la renuncia al mundo, como algo literal, conden
ándonos al ostracismo y a vivir en sectas, sueño que en parte viene materializando las tecnologías y redes sociales. Necesitamos un equilibrio y una actualización del misticismo en los espacios cotidianos.

“La cualidad de interioridad nos impone, no una renuncia al mundo exterior - lo que por dem
ás sería imposible- sino un equilibrio determinado por el sentido espiritual del mundo y de la vida”.


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