lunes, 1 de julio de 2024

A propósito de la vergüenza

Las emociones negativas son un componente necesario de la salud emocional. Negar esa negatividad es perpetuar los problemas en vez de resolverlos.

Mark Manson.

¿Qué cosas puedes aprender de ti y de la cultura en la que vives navegando en la emoción de la vergüenza? 

Hace unas semanas atrás estuve reflexionando sobre la envidia, una emoción sutil que se activa con facilidad en la actualidad y más en sociedades altamente creativas, digitales y competitivas. Ahora quiero hablar brevemente de la vergüenza, una emoción difícil para todos, especialmente para los hombres, dado los sobornos de la cultura por mantener la imagen de firmeza, seguridad, valentía y ocultar lo que nos hace vulnerables - y también por la dificultad de abrirnos a lo que no somos tan buenos, el miedo a ser inferiores y ser señalados o juzgados por nuestras imperfecciones, limitaciones, fealdad, malas decisiones o errores.


La vergüenza es una emoción que tiene una direccionalidad hacia adentro, que nos empuja y constriñe, de textura áspera, genera a veces pena, calor y enrojecimiento y cuando la sentimos, queremos desaparecer de la escena, hacer un chiste o cambiar de tema. Al enterrarse en las profundidades interiores para que no se vea, la escondemos, la negamos y terminamos sin darnos cuenta con mucha vergüenza atrapada en el sistema…. incluso “las personas desvergonzadas, una vez las conoces profundamente, solo eran desvergonzadas como mecanismo de afrontamiento a capas más profundas de vergüenza” (Freinacht, 2023).

La antípoda de la vergüenza es sentirnos bien con nosotros mismos, aceptarnos y encarnar el orgullo, una emoción que quiere manifestarse y mostrarse tal como somos. En redes sociales nos gusta compartir lo que nos orgullece de nosotros mismos y evitamos compartir nuestras vergüenzas más profundas (y es sano no compartirlas en público, con cualquier persona, dado que los espacios para explorar temas sensibles deben hacerse de manera íntima y privada, en espacios seguros, confidenciales y tántricos). Surge entonces la pregunta, ¿Dónde y cómo estamos tramitando nuestras vergüenzas más profundas? Intuyo que, de no hacerlo, fácilmente será activado el botón por otras personas en los momentos más inesperados e inoportunos.

En la película rumana de Radu Jude, Sexo desafortunado o porno loco, un video de una fantasía sexual de una pareja se cuela subrepticiamente del espacio privado al público (se viraliza en una página de porno) y trae por consiguiente el aluvión de comentarios cizañosos, toda la hipocresía, morbo y descontextualización que surge cuando se desplaza este acto sexual a la esfera social. La parte de la película donde se juzga a la mujer (una profesora de colegio), hace visible los tabúes acerca de lo sexual y sus paradojas donde muchos podemos ser políticamente correctos de día y políticamente incorrectos en la noche.

Todos hemos experimentado la vergüenza ya sea por un rechazo romántico, momentos en que nos han dejado por otras personas, donde hemos roto el corazón de los demás, una enfermedad crónica, fallos en la salud mental, donde nos han percibido con nuestros vicios y adicciones, vergüenza por la impotencia creativa, física o sexual, que nuestras parejas conozcan nuestras historias pasadas de inmadurez, o ya sea vergüenza por no ser capaz de acabar y completar determinada acción, por el estilo de vida, status, etnia, entorno social o económico, rechazo por amigos o en espacios laborales; hemos tenido pena de no tener pareja, dinero, un trabajo digno, vergüenza por las elecciones tomadas en el pasado, por la escogencia de la profesión elegida, inexperiencia en algo, limitaciones cognitivas y creativas, vergüenza corporal, de tu condición física, identidad sexual, género, ya sea por muy joven o muy viejo….oveja negra, desordenado…ser menos exitoso, incompetente.  Hay tantas maneras de sentir vergüenza…

En una cultura donde se le ha dado muchísima importancia a lo que dicen los demás, una moral que ha humillado los cuerpos, marginando la sexualidad y violentado la diferencia, la vergüenza es un caldo de cultivo para muchos problemas en nuestras formas de relacionarnos. Cada vez que estos sentimientos aparecen, nos coaccionan y nos impiden actuar con claridad y libertad. El desprecio, el no ser aceptados, el no estar a la altura de las contingencias que depara la vida y la vergüenza, son expresiones que comparten muchos patrones comunes.

Una última arista sobre la vergüenza, esta no solo existe como el desprecio por las cosas negativas y que no queremos reconocer de nosotros mismos, sino también el denostar de nuestras cualidades positivas y talentos, lo que en la psicología se ha llamado la sombra dorada. Esta es un desprecio por nuestros potenciales. Esta condición he visto que está algunas veces asociada a personas que tienden a elogiar (y a envidiar) demasiado a las personas. En realidad, “todos tenemos miedo de parecer patéticos” y “debemos superar nuestro miedo a la grandeza”.

Como señala Hanzi Freinacht, dado que a menudo nuestras insatisfacciones están relacionadas con la vergüenza y el fracaso, valdría la pena preguntarnos ¿De qué estamos insatisfechos? (una pregunta detonante para explorar la vergüenza). Lo primero es notar y admitir nuestras insatisfacciones. Aceptarlas. Podemos con nuestras insatisfacciones, de la que nadie se salva, un poco de imaginación creativa para completarlas y cultivar un sentido de gratitud y abundancia. Así tal vez no quedamos aprisionados por la codicia y la malicia.

La invitación que suelo realizar en entornos educativos es construir una pequeña historia con una emoción y profundizar en ella, luego estas narrativas han de ser libremente compartidas en grupo. Se invita a que no sea una reflexión en tercera persona, impersonal, sino que intervenga la precisión, la sinceridad, el patetismo y una mínima (lo más reducida) conceptualización. Me ha servido en estos círculos sobre las emociones separar hombres de las mujeres buscando mayor apertura y sinceridad. Mantener los espacios combinados entre hombres y mujeres para explorar temas calientes, difíciles y oscuros, a menudo es inapropiado, dado que por experiencia he notado que algunos se cierran al hablar, mientras que separados se puede profundizar con mayor apertura en las conversaciones.

Unas inspiraciones para esta construcción de las microhistorias de las emociones: primero, la invitación es a abrir un diario hipermedia, explorar la fenomenología de la emoción, cómo se siente, en qué parte del cuerpo aflora, identificar las reacciones, cómo ha sido o qué función tiene la emoción desde el vientre hasta nuestros días (contar algunas experiencias), encontrar una grafía que permita explorar la situación y algo que he venido agregando para no quedarnos en historias personales, es mirar cómo opera la emoción en nuestra sociedad (en la familia, mínimo en 3 generaciones), en las artes y el cine, qué la impulsa y la inhibe… y explorar con curiosidad lúdica algunos ejemplos emblemáticos de cómo se expresa la emoción en nuestra cultura actual.

Si trabajamos a través de nuestra vergüenza, no necesitamos estar humillando y avergonzando a los demás; a veces, como decía anteriormente, juzgamos a los demás cruelmente debido a nuestras propias inseguridades o complejos. Sin embargo, si logramos trabajar a través de nuestra propia vergüenza, podemos desarrollar una mayor comprensión y empatía hacia los demás e igualmente integrando nuestras historias de vergüenzas nos pueden ayudar a desarrollar humildad y coraje y asumir tareas y riesgos más significativos y valerosos en la vida.

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Actualiza tus mapas de significado

Un mapa de significado se refiere a un conjunto de valores que nos permite interpretar el mundo, tiene que ver en cómo percibimos y nos guiamos en la vida y en la toma de decisiones, proporcionándonos además de dirección, un sentido de propósito y esperanza. Todos tenemos estos mapas que nos sirven para caminar y no podemos quedarnos como polillas atrapados por su luz, sino que éstos nos sirven para iluminar el camino. Hay un momento que los mapas nos proporcionan claridad y perspectiva y otro en los cuales hay que prescindir de ellos para ingresar a territorio desconocido y seguir jugando y viviendo. Hay mapas mejores que otros, unos más claros y otros más distorsionados (todos incompletos), pero entre más espacio interno tengas, más posibilidad de actualizar los mapas y más amplio en cuanto a su significado. Las personas de mentalidad rígida y dependencia emocional, suelen tener mapas más  estrechos, las personas más abiertas y autodidactas, suelen tener  mapas más abiertos, generosos, lúdicos y trandisciplinarios.

La visión integral de Ken Wilber me ha ofrecido desde hace más de una década un marco de acción para mi vida personal, intelectual y pedagógica. La obra de este filósofo, que recoge un gran acervo de teorías del siglo XX - tales como las de Aurobindo, Gebser, Jung, Whitehead, Köestler y expresiones de la sabiduría perenne de oriente y occidente - ha sido un referente muy importante para mi pensamiento, escritura y en lo referente a la incorporación de las prácticas integrales en mi vida cotidiana, que paso por confesar, a veces no he sido tan juicioso con ellas, pero siempre me resultan muy inspiradoras y me traen al centro, proporcionándome un marco sensato para las prácticas formativas que realizo en escenarios educativos. 

Fueron más de 10 años de luna de miel con estos mapas integrales, pero en plena pandemia de Covid 19, después de leer La religión del futuro (Wilber, 2017), empecé a sentir cierta insuficiencia y hastío; me pareció que necesitaba moverme, actualizar el sistema operativo, explorar otros referentes y empezar a quemar estos mapas (integrarlos) para jugar con otros nuevos. Allí inicié el éxodo y en cierta medida una diáspora silenciosa y lo digo así, ya que son pocas las personas que conozco que interactúan y juegan con estas meta-teorías.

Lo primero que empecé a sentir fue que la visión integral aunque fue una gran influencia para mí, comenzaba a saberme redundante y que necesitaba ser  actualizada; como toda experiencia de duelo, comencé por la negación, la ira, la negociación y finalmente aceptar y a tener un sentido de gratitud por los alcances de esta perspectiva que evidencia un enfoque muy potente y sofisticado que ayuda a navegar la consciencia, una tecnología para el crecimiento (y también trabajo con la sombra), un enfoque clave para comprender con mayor profundidad los problemas y un esfuerzo inmenso meta-teórico que percibe las totalidades y sus interdependencias. 

Una de las desilusiones con el enfoque integral de Wilber (y sobre todo con los seguidores), inició al percibir que en muchos círculos presenciaba cierta tendencia a seguir muy literal al gurú; otras personas informadas por esta visión (incluyéndome), se inclinaban por alfabetizar a todo el mundo en esta visión como si fuera el mejor mapa del mundo y a quienes lo leían a ponerse en la cima de la evolución cultural. Me desagradó cierta arrogancia camuflada de muchos integrales que manejaban la teoría pero que al interactuar con ellos actuaban realmente en otros niveles de desarrollo; noté mucho bypass espiritual y algo muy evidente, la falta de perspectivas experimentales, artísticas y culturales. Otra cosa muy curiosa es que en general veía mucha sobrevaloración del fenómeno de la consciencia. 

Otra cuestión notoria es que Wilber profundizaba con holgura en los cuadrantes interiores, pero poco en los exteriores, había un gran interés en los estados y estructuras de consciencia, pero que poco lidiaba con la política y los asuntos más intensos de las situaciones globales por las que estamos viviendo. Pero el problema no solo estaba en su enfoque, veía también muy malos usos de su teoría por los seguidores, respecto a las teorías de desarrollo y en muchos diálogos notaba callejones sin salida. Mi impresión es que este gran filósofo es un ser genial como académico pero que se había quedado con poco diálogo en espacios digitales, artísticos e intergeneracionales acerca de su teoría, animándola a continuar y a trascenderla. 

Uno de los hallazgos que aprendí en esta diáspora, es que por más completo que fuera el mapa, éste nunca es el territorio, el mapa es una representación relativa de las cosas, falseable y que ayuda en ciertos momentos (como toda teoría) pero que llega un momento en que afortunadamente nos desilusionamos.  "Es apropiado asumir que si el mapa de todos los demás está equivocado, también lo está el nuestro. Pero al menos podemos convertirlo en un compromiso de por vida para que cada vez sea menos malo. Una parte bastante deprimente de este esfuerzo es que parece volverse más difícil con la edad" (Freinacht, 2023).

Como decía antes, era un tiempo de gran incertidumbre y había empezado el coqueteo con el metamodernismo político de Hanzi Freinacht, escuchar el podcast de Layman Pascal, la voz sabia de Bruce Alderman, las series de Parallax, Rebel Wisdom, The Great Simplification, Theory Underground, leer algunos textos de Mónica Sharma, Otto Scharmer y Patricia Albere y siguiendo al renacimiento oscuro (Owen Cox, Alexander Bard, Cadell Last, Raven Connolly), el trabajo de Daniel Schmachtenberger, Jonathan Rowson y la lectura de la visión filosófica y educativa informada por la teoría integral de Zach Stein y algunos pensadores de la escena liminal que fueron y siguen siendo un aire fresco, ante las visiones posmodernas e integrales de las que ya su poder explicativo estaban para mí menguando.

Todos estos referentes expuestos anteriormente han sido muy inspiradores para mi trabajo actual, todos ellos plantean con mucho arte mapas muy completos, informados por meta-teorías diversas, reconstructores de mundos (a pequeña escala) y al tiempo muy abiertos al misterio, al no-saber, a la construcción de comunidades, al diálogo, la dialéctica y la invención de nuevas historias y mitos más bellos, desafiantes y ardientes. 

Una de las habilidades para la educación del futuro es poder cambiar y actualizar los mapas que nos ayudan a dar sentido al mundo. Todos tenemos mapas que nos ayudan a navegar el presente y que nos sirven a dar sentido, interpretar fenómenos sociales y para priorizar las cosas más importantes en nuestras vidas, así no seamos muy conscientes de ellos. Sin mapas quedamos navegando en el vacío y es así imposible vivir e iniciar proyectos colectivos y prácticas educativas y sociales… pero si nos quedamos con el mismo mapa en muchos años, también puede ser una muestra de que nos estamos quedando rígidos y anquilosados. Una habilidad que los maestros pueden ayudar a descubrir en sus estudiantes, es descubrir lo que la vida les está llamando a ser, a vivir y a pensar, observar el conjunto de valores en los que orbitan sus prácticas y comportamientos y ser más conscientes de esta gramática oculta de nuestros pensamientos, emociones y percepciones. Cambiar el mapa es una habilidad que hay que perfeccionar y sobre todo en tiempos donde nos visitan tantos cisnes negros, como dice Nicholas Taleb. 


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lunes, 17 de junio de 2024

PODCAST: Imaginación Política / Pázala Voz / Universidad del futuro

Quiero compartirles 4 Podcast (26 episodios en total) que en los últimos meses he estado liderando gozosamente, en donde he podido nutrir encuentros, diálogos, amistades y abriendo conversaciones sobre temas importantísimos en el ámbito de la educación, el arte, el pensamiento ético y político.

1. Imaginación política: (4 programas con 17 radio en México enfocados a conversar sobre actuales negociaciones entre ELN - Gobierno, invitando académicos y líderes sociales):

 https://17radio.org/index.php/programas/imaginacion-politica/ 

2. Pázala Voz: (Programa del Cepaz de la UPN en el cual he creado 8 episodios en el contexto del diálogo sobre las artes y la construcción de paz): Radios comunitarias libres e itinerantes; Literatura y Memoria; Artes Visuales; Música y canto; Pedagogía & Justicia Transicional; Ruta de la Memoria UPN; Alfredo Molano Vida y Obra, Cepaz:  https://radio.upn.edu.co/podcast/pazalavoz/  

3. Co-creando Universidad del Futuro (diálogos colectivos): Sobre los suicidios (2partes) + Rituales de duelo y mortuoria (Fito y Ramiro); Lanzamiento de invitación a publicación udelfuturo; Arquetipos y poéticas; Literatura e inteligencia artificial (Jaime Alejandro Rodríguez); El campus de la udelfuturo (Fernando Ospina); Diseño de Juegos integrales (Raúl Aramayo): https://youtube.com/playlist?list=PLgrqitOpMuiAlppTDbIwmF1W5iLb6aBOg&si=wOYjHioLaBHeBm6N 

4. Serie la Universidad del futuro: Música, pedagogía y política: Samir Aldana (Ep. 109), Universidad, colaboración y transdisciplinariedad: Felipe César Londoño (Ep. 110),  Escucha, imaginación social y pedagogías para la paz: Alejandro Castillejo (Ep.111), Arte, Ecología Política y Diálogo de saberes: Rossana Lara (Ep. 112), Arte y Curaduría en clave decolonial: Phuyu Uma y Eyder Calambás (Ep.113), Pensamiento y emocionalidad en un mundo sin utopías: Roberto Palacio (Ep.114): https://youtube.com/playlist?list=PLgrqitOpMuiAl_1JxGgSFB30SB_KLso_0&si=a3os6j80D-Y_qE5C 


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Podcast: Imaginación Política

Hace unos meses vengo realizando el podcast  Imaginación Política a través de la plataforma 17 radio México en donde estoy abordando aspectos relacionados con las actuales negociaciones de paz en Colombia entre el gobierno y el ELN, invitando a  delegados de ambas partes, representantes del Comité Nacional de Participación (CNP) y también involucrando profesores-investigadores y líderes sociales que trabajan en distintas regiones en el ámbito de las pedagogías para la paz, la memoria y la justicia.


Hasta el momento he creado 4 episodios:

https://17radio.org/index.php/programas/imaginacion-politica/


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domingo, 26 de mayo de 2024

"Cuando el negro canta, el eco resuena" - Emilsen Pacheco y su Grupo de Bullerengue

Emilsen Pacheco nos deleitó ayer con su grupo de Bullerengue tradicional de San Juan de Urabá con un concierto en el Centro Nacional de las Artes en Bogotá con motivo del lanzamiento de su  3 disco: Cuando el negro canta, el eco resuena. Una tarde maravillosa a ritmo de Bullerengue Sentao, Fandango y Chalupa con canciones como La Mariquita, Voy hablar con Dios, Me pide y le doy, Me gusta la caña de azúcar.


Es cada vez más notorio como la Familia bullerenguera sigue creciendo  encontrándose varias generaciones en torno al tambor, la música y el baile. Al final del concierto Emilsen contó un poco sobre la experiencia de componer canciones señalando que de cualquier situación cotidiana qué nos llame la atención puede volverse motivo de creación. Según él, el compositor "debe ser chismoso", por que si no lo es, sus canciones son pura fantasía... continúa diciendo "siempre estoy como gallo de gallera que se duerme, pero escuchando, la gente piensa que estoy dormido, pero estoy escuchando.....esta es parte de mi inteligencia... me dan papaya y yo agarro".









































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jueves, 23 de mayo de 2024

Ejercicios en el Diálogo en Arte, Ética y Política (MAEC-UPN)

Este semestre en la Maestría de Arte, Educación y Cultura de la UPN (I-2024-MAEC) en el diálogo Arte, Ética y Política (el cual es un curso colegiado que lo damos 3 profesores), en lo concerniente a mi módulo propuse 4 ejercicios. 1. Una exposición mediabiográfica (en este blog realizamos una reseña); 2) un juego para pensar-conversar-crear a través de paradojas; 3) un podcast sobre una experiencia artística-comunitaria y 4) un seminario teórico donde vinculamos textos filosóficos y películas. 

Respecto al juego, se diseñaron en grupo 4 prototipos para abordar  paradojas y los temas tabúes en espacios educativos, 3 fueron juegos de cartas, uno llamado Paradox, ContraNexus, Enigmas encontradas y un juego de roles La Madre y la Muerte.

Paradox: es un juego donde se busca abordar temas complejos para la humanidad tales como la muerte, la maldad, el amor o la sexualidad, a través de la diversión, el trabajo en equipo y la incomodidad. Se busca igualmente crear un proceso dialógico, reflexivo y participativo que puedan exponer distintas posiciones y creencias respecto a estos temas.

Contranexus: consiste en una baraja de cartas con frases paradójicas, incómodas, impopulares o contradictorias divididas en 4 categorías: sociedad, vida, amor e incomodidad. Tiene una ruleta con las 4 categorías y se juega con un dado de 6 caras con las siguientes acciones: Mímica, Dibujar. Moldear: Debatir. Expresió corporal y contar historias.

Enigmas Encontradas: un juego para realizar creaciones artísticas. La primera acción es escoger una palabra y se invita a encontrar esas letras en los objetos que hay en el entorno a partir de fotografías. La acción del juego continúa con un cadáver exquisito, donde el título es la palabra y el contenido debe reflejar elementos encontrados en el entorno. Luego un recetario inspirado en la palabra y los objetos reunidos hasta el momento. Posteriormente se invita a una composición de una canción basado en el cadáver exquisito. Finalmente dos acciones, un stop motion que represente la temática y una defensa del trabajo asumiendo un rol: abogado, científico, chamán, arqueólogo y doctor.


La madre y la muerte, un juego de roles en donde la toma de decisiones cuesta la vida y la muerte de uno, de todos o de si mismos. 


Cuando trabajamos en la indagación de la realidad mediante paradojas, las conversaciones toman mayor variedad y profundidad, supone traer al escenario los matices que hay entre las posiciones encontradas, oscilar entre lo positivo y lo negativo, entre los extremos y polaridades. Las paradojas además de convocar la pregunta, nos anima a pensar con mayor sutilidad, proporcionándonos movimiento y vitalidad; parte del pensar críticamente y de la salud filosófica supone mantener con rigor y humor la dialéctica caliente en nuestra reflexión. Sostener la paradoja en medio de tanta vulgarización del pensamiento, corrección política y posverdad, es una habilidad que requiere práctica, escucha y apertura mental. La paradoja solo puede ser encarnada (toda contradicción es auto-contradicción) y es susceptible de ser traducida en pensamiento, palabra y obra. 



Frente a los podcast realizados por los estudiantes de la MAEC a artistas, gestores culturales y líderes comunitarios se resaltan la entrevista al titiritero Ciro Gómez de Hilos Mágicos donde abordaron las artes escénicas y la pedagogía, el valor de la imaginación y del valor del arte en la formación. Una entrevista al director, actor y dramaturgo del Teatro Tecal Críspulo Torres…entrevista a una docente en primera infancia Carolina Sandoval quien compartió su proyecto Metamorfosis. Fue muy importante en los episodios construidos referencias a espacios culturales en los territorios, por ejemplo en En Soacha  hubo un diálogo con Óscar de la agrupación cultural Nicolás Buenaventura… en Usme estuvo John Fredy Moreno, fundador de la academia El Escenario, en Cartago-Valle, John Cardona habló sobre la improvisación y en Ipiales- Pasto, nos contaron de Casa Cultural 20-40, que tiene como objetivo acercar el arte a la comunidad. Finalmente estuvieron como invitados Johnny Alejandro Díaz, músico, gestor cultural y fundador de la Casa Mayaelo en Ciudad Bolívar y Gloria, una vivencia acerca de las vivencias en el conflicto armado colombiano, Las cicatrices que nos dejó la guerra. Fernando el Arnero expuso su experiencia en la artesanía y la marroquinería y el Jesuita Juan Pablo Macías.




Las experiencias creadas resultaron muy significativas para la formación de artistas y educadores, los estudiantes se gozaron las clases y ejercicios propuestos, hubo intimidad, humor y reflexiones profundas, en las paradojas se crearon juegos creativos y prototipos lúdicos para abordar temas complejos y tabúes, en los podcast aprendieron con personas que están en el territorio cercano, consolidando diálogos con aulas vivas, líderes comunitarios y pedagogías urbanas y en los textos abordados comprendimos un enfoque más amplio para abordar el arte, la ética y la política desde un enfoque interdisciplinario.









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sábado, 18 de mayo de 2024

A propósito de la envidia

La envidia se constituye como el principio de la falta de carácter, 

que desde la miseria se va asomando hasta ser algo, 

pero siempre cubriéndose, afirmando que no es nada

(Kierkegaard)

La envidia es una de las emociones más difíciles de percibir y una de las más excitantes; opera como una “admiración infeliz” y maliciosa por lo que tienen los demás, contiene en efecto malicia, algunas veces chismes y ganas de destruir la felicidad de los demás. Hablar de esta emoción es muy importante en estos tiempos porque en nuestra época todos estamos queriendo reconocimiento, llamando permanentemente la atención y compartiendo los logros y nuestros éxitos en redes sociales, cuestión que moviliza soterradamente este sentimiento y ni qué decir, de las relaciones tensas y pugnas hipócritas que se dan entre muchos de los creativos y artistas. 

En los espacios donde hay exceso de competencia, sentimiento de impotencia, inferioridad o exceso de idolatría, surge a menudo la envidia que funciona como una suerte de rabia por poseer lo que otros tienen y anhelo de desear lo que no se posee.

Ahora bien, sentimos envidia sobre todo con personas afines a nosotros, a nuestros gustos e intereses, quienes están próximos en edad, lugar y reconocimiento, con quienes podemos competir. No envidiamos a quienes odiamos, sino a quienes admiramos, pero esa admiración es malevolente que se da con cierta sorna y desprestigio. La envidia se da cuando me molesta o me irrita algo que tiene el otro y esta situación se da porque lo quiero para mí. La persona envidiosa se molesta ante la satisfacción o logros de los amigos y amigas y en general personas que coinciden en muchos de sus estilos de vida. Una persona envidiosa además de ser muy competitiva (vive comparándose con los demás) a veces se trata muy duro a sí misma, vive mucho en el exterior (buscando el reconocimiento afanosamente afuera) y le cuesta tener gratitud y satisfacerse con sus logros y conquistas.

Las comparaciones (el hábito de pensar por medio de comparaciones es terriblemente perverso) y el sentido de impotencia son el punto de partida y algo donde casi siempre sale perdiendo la autoestima de las personas. La envidia es una emoción dolorosa, nubla el pensamiento, la objetividad de los hechos, daña las relaciones y nos vuelve ávaros en decirle a los otros lo bueno que son y que hacen. La envidia es un emoción que tal vez necesitamos estudiar más en nosotros, cómo opera, sentirla, reconocerla y cómo no dejarnos que nos impulse y también porque actualmente es usada mucho por las democracias populistas para crear divisiones e impulsar resentimientos entre grupos, etnias y colectividades. No podemos seguir autointoxicándonos con la envidia, una emoción que como vemos arrastra pasiones muy abyectas, es uno de los pecados capitales más raros e inconscientes y como  dice la psicoanalista Klein, “ataca y daña lo bueno, la fuente de vida… busca el placer en la destrucción del bien más que en su consecución”. Quizá después de la preocupación, afirma Russell, la envidia es una de las causas mas poderosas de infelicidad.

Algunas ideas para transformar esta actitud oscura y maliciosa y que quita tanta energía son: volvernos más generosos en compartir los logros de los demás y especialmente de nuestros amigos y amigas y personas que más admiramos. Celebrar nuestros logros. Fortalecer la confianza propia y reconocer nuestras capacidades creadoras, en sus límites y potencialidades. Dejar de quejarnos por lo que no tenemos y ser más agradecidos (la antítesis de la envidia es la gratitud). Dejar de compararnos con los demás y parar las carreras centradas solo en el éxito y la perfección. Una pasión que compensa es la admiración, la gratitud y la colaboración. Reconectar con el interior y con lo que nos da vida, ya que la fatiga emocional es causa a menudo de envidia, procurarnos más atención en las cosas pequeñas y en cosas que sean significativas en sí mismas y satisfactorias para nuestra alma. Eludir chismes o comentarios maliciosos hacia los demás. Sentirse con envidia aparentemente daña al otro, pero no es cierto, a quien debiilita es a nosotros, una desdicha para quien siente y se intoxica con esta emoción y le impide disfrutar las relaciones con los demás.


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