Concepto extraño en el momento de ligar, condensar, expresar una condición de hibridación contingente y perteneciente a nuestra época y a nuestro siglo, como lo es lo ciber, con una categoría moderna que se desprende de las relaciones de los hombres con su territorio, ciudad; cierta identidad estatal, cierta representación en la esfera pública; y en otros casos cierta libertad en la que autorizamos y cedemos al otros, al partido - verdadera identidad política del siglo, nuestras potencias; ciudadanía como un modo de ejercicio de política en sociedad civil, contemporánea a lo institucionalidad, la legalidad y cierta formalidad trascendente de la forma-Estado, a la constitución, al derecho y a los deberes . Aún por ser paradójica, el pensar desde esta categoría, nos ha de poner en un escenario bilingüe, ambivalente y no exento de problemas. Pero intuyo yo que más que ligar ambos términos con afanes de comprensión (lo ciber, con lo ciudadano) habríamos de pensar en las condiciones que están haciendo posible la activación de cierta pasión por el compartir, de comunicar sentidos de realidad que pasan por otros lugares, otras prácticas y pensamientos, sensaciones, afectos y virtualidades anónimas.
martes, 3 de junio de 2008
A propósito de las ciberciudadanías
Labels:
ciberciudadanías,
ciberculturas,
cultura política
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