Ahora estamos en condiciones de comprender al antisemita.
Es un hombre que tiene miedo.
No de los judíos por cierto sino de sí mismo,
de su propia conciencia, de su libertad de sus instintos,
de su responsabilidad, de la soledad, del cambio,
de la soledad, del mundo: de todo menos de los judíos
Jean Paul Sartre
Todos somos propensos a los prejuicios. De estos nadie se salva. De nuestras familias, la realidad afectiva en los hogares y de la cultura en la que nacemos aprendemos los primeros sesgos y valoraciones morales sobre grupos de personas. Este sentimiento está igualmente condicionado por las relaciones, el apego y la vida en la primera infancia y los temperamentos psicológicos que configuramos en el proceso de desarrollo. Existe la hipótesis que, "los niños que reciben un tratamiento demasiado duro, a los que se castiga con severidad o se crítica continuamente manifiestan una tendencia mayor a desarrollar personalidades en las que el prejuicio contra grupos humanos, tiene un papel importante”. (Allport, 1971).
También es usual, señala el psicólogo Gordon Allport, quien ha investigado sobre la naturaleza del prejuicio con profundidad, que "el aprendizaje traumático puede ser a veces un factor importante en el establecimiento y la organización de actitudes prejuiciosas". También la movilidad descendente, el desempleo, la depresión, las pandemias y las crisis naturales, sociales y económicas, son caldo de cultivo para el surgimiento de los prejuicios y estereotipos (incluso pensamientos conspiranoicos).
Ahora bien, negarse a tener sesgos o prejuicios, es síntoma de que nos habita un gran prejuicio; desde una perspectiva cognitiva, cuando alguien es alimentado por creencias infundadas y estereotipos, al verse ante una paradoja y la complejidad de un hiper-objeto (como las desigualdades sistémicas, el Covid-19, el cambio climático o la salud mental), es decir, algún problema muy complejo, desbordante y de muchas variables (sistémico), suele reaccionar a veces simplificando, impetuosa y hostilmente. Esta es la economía del prejuicio: simplificar, categorizar con el menor esfuerzo. Así vemos que una característica del ser prejuicioso, es que le cuesta muchísimo lidiar con la ambigüedad, la paradoja y la complejidad y muchas veces tienen actitudes resistentes al cambio.
Un hallazgo que la investigación integral (Wilber) ha planteado, es que cada uno de nosotros se encuentra en un proceso de desarrollo moral y que va transformándose de lo egocéntrico-etnocéntrico-mundicéntrico-kosmocéntrico. Los impulsos prejuiciosos y las sombras se dan en todos los niveles, aunque son más frontales y radicales en los 2 primeros, en los desarrollos posteriores son más sutiles y difíciles de reconocer.
Es notable que en épocas de crisis sociales (relacionales) como la que estamos viviendo, exista una gran emergencia de los prejuicios, chivos expiatorios y del surgimiento a raudales de la sombra personal y colectiva. Lo podemos atestiguar en muchas regiones del mundo e incluso si somos sensatos, lo vemos con claridad en nuestras vidas y existencias singulares. Concomitante a esto, es una evidencia que también en este tiempo, de inseguridad existencial y distanciamiento social, nos vemos tentados paralelamente a crear y fortalecer grupos y amistades que están más cerca a nuestros valores y nos distanciamos de los que no comparten visiones de mundo similares. La necesidad de hacer grupo, expandir la red social y los círculos de cuidados, es algo vital en todo el desarrollo social, humano y espiritual.
"A menos que reconozcamos y admitamos nuestros propios puntos de vista personales y culturales, nunca sabremos cómo descentralizar nuestra perspectiva y viviremos con un alto grado de ilusión y ceguera que trae mucho sufrimiento al mundo"
(Richard Rohr - Wisdom of Patterns)
Veamos algunas características del comportamiento prejuicioso: primero que todo, a menudo esta forma de ser está relacionada con generalizaciones y suposiciones infundadas; pensar mal (o bien) sin motivos suficientes. Todos Los negros, judíos, mujeres, los gays, los musulmanes, los indígenas, los inmigrantes, los gitanos, los latinos, los europeos, una determinada nacionalidad, todos desde este tipo de pensamiento prejuicioso, se meten en una misma categoría, se reducen a una imagen deformada y caricaturizada... y especialmente las minorías han sido víctimas de permanentes discriminaciones.
"La persona con prejuicios puede estar tan segura de sí misma que no permitirá ni por un momento que su prejuicio se vea fastidiado por sentimientos de duda o culpa".
(Allport 1971)
Según Gordon Allport, la investigación psicológica del prejuicio “no se limita a una actitud específica respecto a determinado grupo, si no que probablemente es un reflejo de toda una manera habitual de pensar sobre el mundo en el que se vive”. Las personas se vuelven proclives a suscribirse a pensar el mundo de maneras parciales y dicotómicas. Esto o aquello. Bueno vs Malo. Mi patria vs tu patria; Nosotros vs ellos. En esta modalidad de pensamiento sin matices, la parte se hace pasar por el todo. Por eso muchas de las guerras y extremismos actuales se expresan a menudo con ingentes generalizaciones excesivas. “todos los venezolanos son ladrones”, “los judíos son unos cerdos”, los costeños bullosos”, “todos los negros explosivos sexualmente”; todos los gays son promiscuos"; los indígenas supersticiosos” “ el colombiano es narco”; Las feministas son resentidas y heridas”; "machito violador"; “todos los que marchan son estudiantes guerrilleros, vagos y vándalos”.
Los modos de pensamiento de la persona prejuiciosa son rígidos y propensos al igual que a desechar y condenar a los grupos, suelen idolatrar a otros voceros, gurús y líderes. Esta tentación de magnificar o denostar se ve a menudo acompañada a la creencia mágica de cambios rápidos de la mentalidad de la población y se suelen sub-estimar los asuntos de largo plazo. En el ser prejuicioso se combina la rigidez, la rapidez de la respuesta, (reactividad), buenas dosis de rumor (el chisme), la superioridad moral y la discriminación verbal constante. Cuando esto avanza y se consolida, argumenta Gordon Allport, vemos la siguiente progresión habitual: pensar mal / discriminación / ataque físico y violencia grupal desmedida.
"Puede ser que las personas con muchos prejuicios, sean siempre en todas las situaciones, más susceptibles a la frustración"
"Las personas muy prejuiciosas pueden tener una necesidad especial de status y ansiar la consideración de quienes los rodean"
(Allport, 1971)
Otras cualidades de la persona prejuiciosa, que sintetiza Gordon Allport, en su maravilloso estudio sobre los prejuicios son: el temperamento irritable, la agresividad, la proyección de los problemas a aspectos exteriores y a otras personas y grupos (son personas que carecen de auto-comprensión); la inseguridad y tendencia a sentirse amenazado; se preocupan poco por la verdad, se sienten más cómodos con las convenciones y normas sociales, tienen miedo a decir "no sé" y suelen aferrarse a soluciones pasadas.
Los estudiantes del curso este semestre querían comprender las lógicas subyacentes del prejuicio, el chivo expiatorio y el etnocentrismo. Ya que el tema era difícil y muy polémico sobre todo por estos días, decidimos ir a la cocina y preparar 2 recetas. La 1) receta para la agresividad reactiva: quejas + resentimiento + prejuicios y la otra fue la receta prejuiciosa: rumores + proyecciones emocionales + fantasías. Los estudiantes salieron molestos, agresivos y haciendo chistes ácidos sobre los grupos con los que no se identifican. Unos dijeron que no volverían a clase, otros encontraron razones justas para seguir luchando.
Taller. 1) pídele a un amigo o familiar cercano a que te diga todos tus prejuicios y sesgos. Escúchalos y observa qué sientes cuando te los dicen. Reflexiona sobre esto unos días, escribe en tu diario y agradece. 2) Reconoce igualmente los prejuicios de algunos de tus familiares, en tu hogar, lugar de trabajo y de tu cultura. Reflexiona en algunas frases, expresiones, memes, twitter, frases, comportamientos y conversaciones. 3) Cuando nuestros amigos o familiares ridiculizan o estereotipan a los demás sobre la base de su status, perfil social, caricaturizándolos, podemos llamar la atención y conversar sobre la necesidad de honrar la diginidad, y ver lo valioso de cada ser humano. 4) Amplía tu círculo de amigos y tu participación en comunidades donde incluyas la diversidad.
"Una de las claves de la sabiduría es que debemos reconocer nuestros prejuicios, nuestras propias preocupaciones adictivas y aquellas cosas a las que, alguna razón, nos negamos a prestar atención. Hasta que no veamos estos patrones, nunca seremos capaces de ver lo que no vemos" (Richard Rohr, 2020)
Otras posibles soluciones integrales para abordar y aminorar el prejuicio en las personas y comunidades son las siguientes:
Auto-conocimiento. Trabajo con la sombra. Terapia semántica. El arte (especial música, danza y cine), las ciencias, el humor y el asombro; Educación intercultural y Educación integral (AQAL). Construcción de relaciones auténticas. Conexiones empáticas. Mejorar en las conversaciones. Viaje a los territorios y participación en comunidades. Salirse de la burbuja de las redes sociales; Trabajar en la gestión compartida de los bienes comunes; construir escenarios públicos, culturales y deportivos para el intercambio y la creatividad social; festivales culturales en cada localidad...creación de ciencia cuidadana.