Una práctica sutil muy
relevante para los procesos de educación emocional es la limpieza del cuerpo,
la mente, el corazón, la casa, el barrio y el cosmos. Aun cuando tenemos un
desarrollo amplio sobre cómo adquirir información y conocimiento disponible,
una extensa bibliografía sobre los procesos mentales y las operaciones lógicas,
no tenemos suficiente experticia y es poco habitual entre nosotros, la práctica
de la limpieza que implica una liberación física, emocional, mental y espiritual;
La limpieza implica
claridad y precisión. Ayuno y desapego. Introspección y creación. Sentimiento y
simbolización. Podemos decir que es un pago en efectivo, un paz y salvo que logramos
cuando saldamos cuentas con nosotros mismos, casi siempre referente a cosas que
dejamos inconclusas en el pasado, pensamientos equivocados y relacionadas con heridas
no cicatrizadas; la limpieza a su vez implica dos acciones, poner atención a los
mecanismos de defensas del ego: proyección, evasión, aislamiento, negación, racionalización,
distorsión y realizar los aprendizajes profundos que deja tras de sí todo
conflicto, trauma, enemistad…
"Aumentar la conciencia de
cómo emergen nuestras orientaciones en la vida cotidiana e integrando
intencionalmente los opuestos es por lo tanto un proceso de aprendizaje
continuo a lo largo del desarrollo humano".
(Susanne Cook-Greuter)
"Para elaborar la epistemología de la vida
debemos cartografiar los territorios de nuestras facultades implícitas y
nuestros recursos cognitivos, incluido lo subconsciente, lo intuitivo, lo
extrasensorial, que participan en nuestros actos de percepción y comprensión y
nos guían a través del laberinto de la vida real, así como el carácter de
nuestras relaciones con otras modalidades de ser".
Skolimowski (Filosofía viva)
No hay comentarios:
Publicar un comentario