miércoles, 20 de febrero de 2019

Infraestructura tácita del conocimiento

Una estrategia que realizo en las primeras clases desde hace unos años consiste en la exploración a través del arte y el pensamiento visual de la infraestructura tácita del conocimiento propio. Esta práctica permite a las personas conectar con su mundo personal y social, con la totalidad de su consciencia, sus reacciones, necesidades, aspiraciones, sensibilidades, relaciones, miedos, sombras, fobias, placeres, valoraciones, actitudes, propósitos, virtudes y sueños. El resultado de visualizar la conciencia a través de relatos e imágenes opera como una psicotecnología, dispositivo de autoconocimiento que permite vincular en el proceso formativo y en un contexto de aprendizaje, la sinceridad, la comprensión, la belleza, la creatividad, la contemplación, la  experimentación y la liberación emocional.

Una práctica sutil muy relevante para los procesos de educación emocional es la limpieza del cuerpo, la mente, el corazón, la casa, el barrio y el cosmos. Aun cuando tenemos un desarrollo amplio sobre cómo adquirir información y conocimiento disponible, una extensa bibliografía sobre los procesos mentales y las operaciones lógicas, no tenemos suficiente experticia y es poco habitual entre nosotros, la práctica de la limpieza que implica una liberación física, emocional, mental y espiritual;

La limpieza implica claridad y precisión. Ayuno y desapego. Introspección y creación. Sentimiento y simbolización. Podemos decir que es un pago en efectivo, un paz y salvo que logramos cuando saldamos cuentas con nosotros mismos, casi siempre referente a cosas que dejamos inconclusas en el pasado, pensamientos equivocados y relacionadas con heridas no cicatrizadas; la limpieza a su vez implica dos acciones, poner atención a los mecanismos de defensas del ego: proyección, evasión, aislamiento, negación, racionalización, distorsión y realizar los aprendizajes profundos que deja tras de sí todo conflicto, trauma, enemistad…

"Aumentar la conciencia de cómo emergen nuestras orientaciones en la vida cotidiana e integrando intencionalmente los opuestos es por lo tanto un proceso de aprendizaje continuo a lo largo del desarrollo humano". 
(Susanne Cook-Greuter)

"Para elaborar la epistemología de la vida debemos cartografiar los territorios de nuestras facultades implícitas y nuestros recursos cognitivos, incluido lo subconsciente, lo intuitivo, lo extrasensorial, que participan en nuestros actos de percepción y comprensión y nos guían a través del laberinto de la vida real, así como el carácter de nuestras relaciones con otras modalidades de ser".

Skolimowski (Filosofía viva)

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