Este es un espacio para compartir experiencias en torno a la educación integral, las prácticas de bienestar, la exploración del juego, el cuerpo, la psique, el espíritu, la naturaleza y las pedagogías artísticas y ciudadanas.
Este viernes 24 de junio 1pm me invitaron a participar y dinamizar una conversación en la Tertulia Del Club PIV (Café Intelectual) acerca de los Objetivos de Desarrollo Interior (ODI)
Los ODI, hacen referencia al conjunto de habilidades interiores transformadoras, rasgos del ser y sus relaciones consigo mismo, los otros y el mundo, que sirven como base para los aprendizajes y estilos de vida que invita el tiempo presente, preñado de complejidades, paradojas y oportunidades.
Hace unos meses venimos realizando con James Delgado Psicoblues una serie de video-conversaciones sobre cada una de las categorías y sub-categorías de este ecosistema de habilidades interiores transformadoras tan importantes para el desarrollo integral y la ciudadanía global.
En este lindo encuentro, conversamos con Marcela Rincón (Cineasta y guionista caleña, cofundadora y directora de proyectos de Fosfenos Media), acerca de sus experiencias de vida, la inspiración en sus historias para la serie dirigida a público infantil Guillermina y Candelario (que está próxima en lanzar su sexta temporada) y también, sobre su ópera prima, El libro de Lila (lanzada en el 2017), una película hermosa de animación que tiene la particularidad de abordar asuntos locales desde una perspectiva universal, así como tocar el tema de la amistad, la lectura, la memoria, la magia y otra cualidad singular, es que es la primera película animada caleña y el primer largometraje animado en Colombia dirigido por una mujer.
Antes de llegar al cine, Marcela tuvo el privilegio de estar en un colegio orientado a experiencias vinculadas con las artes y la conexión con la naturaleza, y posteriormente, en su pasión por la escritura, integró el grupo de Mujeres Poetas de Roldanillo. En este diálogo, Marcela nos cuenta cómo cobraron vida los personajes de la serie, “Guille y Cande”, rememorando los viajes que tuvo en la infancia a la Playa Pianguita, cerca de Buenaventura, donde escuchó los rumores del mar, las narrativas de los abuelos y los juegos de los niños y niñas. Una de sus primeras realizaciones fue El pescador de estrellas (2007), un cortometraje que dirigió y que se realizó con los niños y niñas de la playa de Pianguita y que tuvo una difusión en muchos pueblos del Pacífico Colombiano.
Dada la apropiación tan amplia que ha tenido la serie por parte de educadores, elaboraron hace unos años la Maleta de diversidad cultural Guillermina y Candelario, donde se compila un material clave para el trabajo en el aula, a partir de guías pedagógicas y material audiovisual, especialmente enfocado a instituciones etnoeducativas. Esta maleta educativa fue realizada entre Fosfenos Media, Señal Colombia y el programa Inclusión para la Paz (IPA), de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), implementado por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
Marcela Rincón también fue asesora de guión de los largometrajes El árbol y el silencio de Vladimir Pérez y de Pasos de Héroe de Henry Rincón. Como guionista y directora ha desarrollado el largometraje Animado en desarrollo El susurro del mar (2019), el largometraje Animado El Libro de Lila (2017). También participó en las temporadas 1, 2, 3, 4 y 5 de la serie animada Guillermina y Candelario y en la serie juvenil Vivir Juntos. Adicionalmente realizó documentales sobre niños colombianos: Mi dulce navidad, Adrián en los farallones de Cali, Pintando mi corazón, Juliana en el mercado, corazón súper héroe, La pausa activa, El festival de los órganos, Valentina bailarina, El viaje de Daniel y Los niños de Santa Clara, para el programa Plaza Sésamo, episodios 10, 12, 13, 15, de Discovery Kids, 2007, 2008, 2010, 2011.
Conversamos con Andrea Osorio Villada (Politológa y Magistra en Educación) sobre las pedagogías menstruales, los ciclos femeninos, una narrativa y experiencia de auto-conocimiento, emancipación de las mujeres (y hombres), autocuidado, consciencia corporal y uno de los derechos sociales emergentes. Andrea es además Moon Mother (Nivel 3) (Terapia de sanación del útero y ciclicidad menstrual y acompañamiento uso copas menstruales), Facilitadora de Carpas rojas y círculos de palabra, Maestra de Reiki Angélico y Lunar y Armonizadora (energética) de espacios.
Con Andrea nos conocimos en el año 2006 en el Centro de Investigaciones de la UPN (CIUP) y compartimos espacios comunes de la Maestría de Educación (en el énfasis de Educación y cultura política). Después de trabajar con maestros, directivos, familia y orientar su trabajo profesional a la política pública educativa, en instituciones como el Ministerio de Educación, el IDEP, la Secretaría de Educación y otras empresas y organizaciones, se conecta especial y profundamente con la obra de Miranda Gray, la antropóloga Isis Tijaro, investigadoras y líderes acerca de la educación menstrual.
Ahondamos en este episodio sobre la ciclicidad femenina y su significado energético y arquetípico. Aunque la menstruación habitualmente se ha visto en la cultura moderna como algo sucio, negativo, tabú, asunto que se excluye de la experiencia sentida, y solo se enfoca a los productos necesarios para la persona menstruante, acceder a este conocimiento interior es además de sanador, muy liberador para las mujeres y potenciador para mejores relaciones. Agradecemos la sabiduría que Andrea nos comparte y la oportunidad para todes, mujeres, hombres (y personas menstruantes), para nutrirse de esta experiencia que es muy potente para el autoconocimiento, la salud, el florecimiento personal y la vida social, cultural y política.
En este encuentro con Norma Patricia Moreno, hablamos de sus trayectorias de vida en la educación popular y la comunicación y pusimos el acento en la reconstrucción de sus aprendizajes y presentes potenciales; toda su experiencia se siente encarnada en su sensibilidad e inteligencia, es una mujer maravillosa y bella, de una profunda humanidad, presencia y actitud al servicio y es muy grato en el encuentro con ella su amistad y el vuelo de su sonrisa.
En este episodio nos abrimos a la oportunidad de descubrir juntos la importancia para ambos, de nuestra participación en el Centro de Educación para el Desarrollo (CED-Uniminuto), en donde nos conocimos y donde se fortaleció desde la extensión social, el énfasis en investigación y práctica social con perspectiva crítica latinoamericana, donde confluyeron seres humanos, intelectuales y activistas, con un sentido profundo de compromiso con la vida, la educación, los feminismos, la ciudadanía y el activismo social. Entre algunos de los participantes que se encontraban eran: Marcela Gómez, Diego Neira, Arturo Urrego, Mónica Godoy, Andrea Neira, Diana Peláez, Carlos Rincón, Diana Torres, Iván Roa, Tatiana Gutiérrez, Alejandra Amézquita, entre muchos otrxs…
Norma Moreno es una Educadora popular, activista y comunicóloga mexicana quien ha participado en grupos juveniles en Coyoacán y muy interesada en la dignificación y la formación de las personas. Hizo sus estudios la UNAM y en el año de servicio social, se vincula al Centro de Derechos Humanos Francisco de Vitoria. Luego participa en el Centro Nacional de Comunicación Social (CENCOS) y se encuentra con la diversidad de espiritualidades del mundo. Ha sido parte de diversas organizaciones civiles de carácter ecuménico, como el Centro de Estudios Ecuménicos, México; Familia Franciscana Internacional, México; y en el Instituto Padre Antonio de Vieira en el proyecto Academia de Líderes Ubuntu para América Latina, en el que es formadora de formadores. Actualmente hace parte de la Corporación Kairós Educativo, Colombia.
Sus más recientes trabajos los realizó en Uniminuto donde participó como docente y coordinadora académica del Centro de Educación para el Desarrollo y se ha interesado por temas como las ciudadanías críticas, transformación, dignidad, equidad social, noviolencia y resiliencia. Actualmente es docente de Formación en Valores en el Colegio Asunción de México.
El colofón de esta conversa, se cierra hablando de la esperanza como amistad, el encuentro siempre fresco y vivo con el otro, la belleza de la motivación interna y la pasión que se ofrece en cada paso cotidiano. Gratitud por lo que nos sostiene: el abrazo amoroso de los amigues y de la gente a quien amamos.
En esta conversación, hablamos con Diego Fernando Carreño Neira acerca de las narrativas antimilitaristas de la objeción de consciencia a la guerra en Colombia y al servicio militar obligatorio y enlazando reflexiones sobre la relación entre movimientos sociales y educación y sobre algunos aprendizajes en clave de consciencia global. Diego es un gran amigo, ser humano inteligente y comprometido con el activismo social, es egresado de la Escuela Pedagógica Experimental EPE (Bogotá) y estudió su pregado en Filosofía con énfasis en filosofía política y una Maestría en Estudios Sociales.
Nace en cuna de padres activistas de derechos humanos y ha estado participando en procesos de objeción de consciencia, antimilitarismo y en ámbitos asociados a los derechos humanos y más recientemente aportando como coordinador a la Fundación Suiza Tierra de Hombres. Diego ayudó a fundar La Acción Colectiva de Objetores y Objetoras de Conciencia -ACOOC y fue el primer estudiante que obtuvo el título profesional sin la libreta militar en Colombia, considerándose el primer objetor de consciencia graduado que se niega a tener libreta militar. Hasta el 2009 la Corte Constitucional (Sentencia C-728 del 2009) reconoció el derecho fundamental a objetar en conciencia la prestación del servicio militar.
En su tesis de Maestría, sobre narrativas antimilitaristas y objeción de consciencia, Diego señala a modo de manifiesto lo siguiente: “me declaro objetor de conciencia a los tres ejércitos y a la violencia, no participo en ningún Ejército y desarmo mi cabeza, no solo se trata de decir no a las armas, se trata de decir no a la violencia social, no a maltratar al prójimo y a eso es a lo que yo objeto a la violencia, objeto a participar en los ejércitos, en este caso en el servicio militar obligatorio porque no me siento representado en un Estado injusto, por eso no participo en la guerra, porque no estoy de acuerdo con tener que estar pagando un Ejército que a la final solo contribuye para que nos sigan dominando, para que nos sigan reprimiendo”
Conversamos con Valentina Villamarín (Socióloga con énfasis en cultura y magistra en Estudios de Paz y Resolución de Conflictos, Directora de la Fundación Pazósfera),acerca de la Educación para la Paz, la Dignidad y Justicia Restaurativa y donde se comparten algunos de sus proyectos, investigaciones y reflexiones en torno al valor del cuerpo, la empatía, el arte comunitario y las pedagogías para la paz. Valentina nació en Bogotá y ha estado muy comprometida en la comprensión y transformación de realidades sociales y en el activismo social-educativo, especialmente, enfocada en generar experiencias de pedagogía para la paz y prevención de vulneración de derechos humanos en cárceles y colegios de Colombia. En cárceles gestiona espacios de dignificación a través del arte, salud menstrual e investigación. En colegios implementa el programa Aulas de Empatía que se enfoca en crear espacios de diálogos y comunicación entre estudiantes y personas privadas de la libertad, pospenados, trabajadoras sexuales trans y familiares de personas dadas por desaparecidas.
A Valentina, la conocí recientemente en un trabajo que propuse a mis estudiantes en una electiva que oriento en posgrado, llamada Ambientes para la paz y la convivencia, donde invitaba a realizar una conversación con un líder o lideresa que aporte con su proyecto a la construcción de paz. Después de escuchar toda la entrevista, que fue una de las más nutritivas de aquel curso, revisé su página y quedé muy animado en hablar con ella, dado que se abrían reflexiones muy pertinentes e inspiradoras para la construcción de paz.
Pazósfera significa atmósferas de paz y el Paztronauta, aquel ser humano que se arriesga a crear nuevos ambientes para crear paz. El sueño de las fundadoras era entrar a las cárceles, y para hacerlo, se articulan en alianza con la Fundación Farehnehit 451 con quienes realizan un proyecto sobre Ecosistemas de Paz: Educación para la paz en establecimiento penitenciarios (que tuvo 3 módulos, el 1) La paz individual y reconstrucción de la identidad; 2) comunidades de paz; 3) Memorias y Arte (donde las personas privadas de la libertad expresan sus creaciones y obras). De este proyecto surge El Portal el Vigía: como medio para visibilizar las obras de personas en cárceles, creados en talleres de creación literaria, derechos humanos y resolución de conflictos y otro producto editorial ha sido, Anotaciones a la libertad donde se comparten algunos de sus relatos, cuentos, poemas y crónicas.
“Pazósfera realiza talleres semanales desde el año 2015 en distintos centros penitenciarios como La Picota, La Modelo y la Reclusión de Mujeres de Bogotá con el fin de aportar a una mejor convivencia a través de procesos colaborativos y de arte comunitario que permitan la toma de consciencia de la propia corporalidad como agente transformador, el reconocimiento de la humanidad del otro y la capacidad de construir relaciones basadas en el beneficio mutuo y no excluyente”.
Otros proyectos que ha realizado Pazósfera en centros penitenciarios (Modelo, Picota y Buen Pastor), son Baile, Música, Literatura, Murales, Fotografía, Meditación, Espacios lúdicos, Diplomados, salud menstrual en cárceles, servicio social en colegios y Aulas de Empatía, entre otros. En su sitio web pueden profundizar en sus intereses, obras, investigaciones y proyectos
Este es un blog creado por Andrés Fonseca. Artista multidisciplinar, investigador y Pedagogo. Magíster en Educación de la UPN. Profesor de la Maestría en Arte, Educación y Cultura UPN. Educador artista inspirador de la Universidad del futuro, patafísico dj cocinero y jardinero del amor https://www.youtube.com/@AndresFonseca