jueves, 23 de diciembre de 2021

La Casa: un acto de Amor


Teníamos unas raíces que crecían bajo tierra para alcanzar al otro y,

 cuando todas las bellas flores se nos cayeron de las ramas, 

descubrimos que éramos un solo árbol, no dos

Louis de Bernières

Hacer nuestra casa ha sido un acto sincero de amor, un canto de libertad e interdependencia, gesta de reciclaje, trabajo físico y colectivo, imaginación, esfuerzo, inocencia, improvisación, confianza y mucha entrega. 

Esta acción de habitar-construir-ensoñar la casa, nos ha ocupado todo este año y tal vez un poco más, y nos ha llevado a percibirla 
no solo como un espacio para que vivamos juntos placenteramente, sino para que allí aniden diferentes formas de vida, se regodee la familia no humana por El Valle del Amor, danzando, cantando, polinizando, embelleciendo y jugando,... inspirando para que el amor, Eros, que mueve al universo, las montañas, corre por cauces y atrapa silencios, converse y se mantenga vivo, fresco, sensual y asombrado. 

Hacer una casa en el oriente, nos invito a ver de nuevas maneras occidente, a mirar su legado y sus crisis con imaginación y actitud reconstructiva. Es todo un arte de nuestro tiempo mirar al otro lado que no miramos con aprecio, una oportunidad de mirar lo opuesto, la sombra, observar el alimento complementario con nuevos ojos, contemplar con igual de atención e intensidad la alborada y el ocaso; también esta construcción de nuestra casa es fruto de las crisis sistémicas que vivimos en los últimos años, una certeza en medio de la incertidumbre y el desencanto, que nos ha inclinado a tejer polos opuestos complementarios: oriente - occidente, el norte con el sur, lo puro con lo sucio, lo rural y lo urbano, lo viejo con lo nuevo, lo individual y lo colectivo, la ciencia y la espiritualidad, abrazando lo paradójico y sinsentido con lo que está brotando en forma de esperanza, en ruta de seguir construyendo la metáfora territorial, el crisol de los sueños, un “lugar de vientre bueno”, “Choachí”, “Ruchical”, “el púlpito”, “la montaña compartida”, “la casa de Hadas”, “El Valle del Amor”, pariendo un nido donde se escucha el palpitar de la vida, las historias, las músicas, donde se aprende a pensar como un ecosistema y se tiene el hábito de recoger y depositar los aprendizajes en una nube en el cielo, con el propósito fecundo para que lluevan bosques de alegría, semillas de abundancia, aroiris de plenitud para todos. 


Hacer una casa entre nubes, una casa en el cielo, también se asemeja a hacerse de una nueva identidad, mas aérea, cambiante y amplia, también asienta paulatinamente una nueva manera de percibir, caminar, sentir, amar y trabajar, de concretar un sueño, extender la gratitud con los ancestros y los micelios familiares, entre lo vivo y y lo muerto, lo divino y lo profano, la memoria y el olvido. 
En todo el proceso de construcción, la relación con los trabajadores, vecinos y habitantes se nos ha ofrecido como una bella oportunidad de trazar un camino real para la dignidad de todos, la confianza y el no juicio, igualmente todo un viaje, una película estilo “road movie”donde te descubres viajero y enraizado, cada vez más aplomado pero a la vez más ligero y sutil, más enamorado de la sencillez y la simplicidad de las cosas pequeñas y misteriosas de la existencia.

Hacer la casa en un lugar sin camino, es abrirlo a cada instante, un espacio para entretejer las paradojas, reinventar la patafisica (la ciencia de la soluciones imaginarias) y algo que ha sido fundamental: propiciar la cercanía y vecindad de relaciones con percepciones, historias y temperamentos diferentes entre los integrantes de la vereda. La construcción de una casa en territorio rural, de difícil acceso, implica además un esfuerzo mayor, un desapego del confort, resetear el sedentarismo y falsas comodidades de la vida en la ciudades, la vida privatizada y endeudada, sin tiempo; replantear y ver con distancia la tan elogiada y narcisista sociedad del conocimiento y todo un intento de desmonopolizar la atención centrada en los aparatos tecnológicos digitales y redes sociales, que tan zombies nos ha vuelto, que nos mantienen preocupados por buscar el reconocimiento y la auto gratificación constante en los demás y que además ha tornado los bienes comunes y la democracia en una ficción, alejada de nuestra cotidianidad. 

La casa de Hadas en El Valle del Amor”, está ubicada en la vereda el púlpito, en las montañas de Choachí - Colombia, cerca al páramo de Cruz Verde, es un espacio hecho y sigue siendo un sueño, un futuro en el surco del presente, una materialidad-símbolo entre dos que son uno y uno que son enjambre, colonia, manada, coro, multitud, red, cosmos,...la casa de Hadas en El Valle del amor es un lugar donde circula la vida, y la creatividad, territorio abierto a los aprendizajes del bienvivir, donde se cuidan los silencios, una danza y oscilación entre lo rural y lo urbano, lo tradicional y lo moderno, lo personal y lo transpersonal, y en donde se procura cada mañana la respiración, la contemplación, los merodeos, el despertar de una espiritualidad encarnada y sentida, y donde cada vez con más atención y ecuanimidad, se restauran los vínculos, las amistades y las relaciones con todos los territorios, ecosistemas y seres sintientes.


La casa, ademas de huerto celeste, segunda piel, una nave para viajar al interior, descubrimos hace poco que en la noche se nos ofrece como una suerte de observatorio astronómico para ser aéreos, cosmopolitas, atisbando lo fugaz, lo inmenso y la naturaleza profunda del tiempo. La casa es un lugar íntimo y abierto, donde se cocciona el presente y el futuro y se siente que se está afuera y adentro al mismo tiempo. En ese sentido, es que decimos que su habitar, envuelve un acto profundamente erótico y espiritual. 

Percibo que hacer a pulso la casa, a muchas manos, me ha cambiado, me ha sanado, me ha hecho pensar más sistémicamente las cosas, me ha hecho sacar dentro de mi, nuevos personajes que no conocía, valorar otras fuerzas, algunos oficios subvalorados por la cultura industrializada, además ya siento la naturaleza y la savia de los árboles correr por mis venas, la naturaleza vive y resuena dentro de mi y poco a poco me voy convirtiendo en un nómada con raíces en el cielo, un aprendiz de todas las formas naturales, rediseñando la educación, compostando las historias y aprendizajes, visitando con humildad las aulas vivas y nuevos antiguos oficios para sorprenderme, alfabetizándome en la hospitalidad y en la bienvenida, comprendiendo la sabiduría de la medicina de la tierra, leyendo el clima y las estrellas, encarnando el poder restaurador de las plantas, la belleza de las formas simétricas y mímesis entre los insectos y las flores, la generosidad de los árboles, la fecundidad de la hojarasca y la veleidosidad del paisaje, reconociendo la cualidad fractal y evolutiva de la vida, de los hongos y sus simbiosis como micorrizas y líquenes, percibiendo el eco de la orquesta natural, los cantos de las aves, la presencia de las montañas y sus pequeñas serenatas diurnas. 


Les contaré para terminar tres anécdotas que me han tatuado en todo este proceso de levantar morada enamorada, la primera: la casa antes de ser habitada por nosotros, la familia humana, fue previamente bautizada en festín con mierda de vacas, huellas de zorro cangrejero, copulación de insectos, es decir, las trazas de lo vivo y lo salvaje la perfuman y penetran a cada instante. En este vaivén de formas vivas, hace unos días llegaron mientras degustábamos el paisaje, un combo de garzas, que se pasearon muy plenas para saludar, alimentarse y seguir su viaje. 

La segunda anécdota bella y llena de magia, fue la concepción de la casa, que se decidió en un instante furtivo, era el 31 de octubre del 2020, en plena pandemia, un día de los brujos, de los muertos, en donde sentados juntos en la montaña María y Yo, llegó una información, una lluviecita de certeza que nos silenció, y nos llevó a afirmar la buena nueva de irnos a construir una casa en la montaña. Era un parto natural, no hubo dubitaciones, miedos y prejuicios, fue una información que nos bañó, un acuerdo silencioso en un contexto de un diálogo amplio, que nos recordó lo rico que es estar dulcemente enamorados y como una meditación en un espacio natural donde habitan las interrelaciones, la presencia expandida, la verdad y la belleza y el rumor de lo infinito nos puede llenar de certezas e inundar de semillas el espacio futuro que esta dentro de nuestra relación amorosa. Me recordó la fuerza del alma, la chispa de lo divino, que cuentan muchas de las tradiciones espirituales. 


La tercera historia mágica es difícil expresarla con palabras. Cada quien tiene que caminarla, degustarla, soñarla y colorearla. No hay que buscarla por que se da en todo momento, solo estar ahí presente. Ese tercer momento mágico está ocurriendo en este instante mientras lees estas historias de la casa sembrada en la montaña compartida, en el valle del amor. 

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martes, 7 de diciembre de 2021

Síntesis de las experiencias pedagógicas (II- 2021)

Como muchos han visto en este blog, he venido explorando desde hace algunos años en mi trabajo como artista multidisciplinario, investigador, activista y educador, una metodología que involucra 3 momentos, expresada a través de lo que denomino la pedagogía de las 3C: 


conexión, comprensión y co-creación


Todos estos 3 ámbitos y fases del proceso educativo se relacionan y mezclan en todas las actividades, talleres, obras colectivas y propuestas y juntas conforman la tríada de la pedagogía integradora y holística que vengo prototipando en contextos de educación posgradual, específicamente como profesor en la Maestría en Innovaciones Sociales en Educación y Maestría Ambientes de Aprendizaje en Uniminuto y en la Maestría Virtual en Docencia Mediada con las TICS en la Universidad de San Buenaventura.




Hagamos un breve resumen de cómo estos momentos y fases de la metodología integral se expresan y relacionan. Iniciemos con la CONEXIÓN, o en amplio sentido, la inter-conexión, que representa la metáfora clave, el origen y fuente de todas las emergencias de la vida. Se expresa en reciprocidad, intimidad, fragilidad, salud, cuidado, alimento, abundancia, gratitud, auto-regulación, empatía y compasión. En esta fase ahondamos en la alfabetización emocional y en la intimidad con el mundo interior, a través de microhistorias, los diarios hipermediales y usando diferentes mediaciones y repertorios tecnológicos, al igual que proporcionamos metodologías innovadoras para el autoconocimiento donde convergen las artes, la ancestralidad y las prácticas espirituales. 

El segundo momento de esta metodología integral, está enfocado en la COMPRENSIÓN y ésta es función de las relaciones entre ideas, personas, saberes, ciencias, tradiciones, contextos y territorios. La comprensión es fruto de la emergencia de conexiones más profundas y de diálogos abiertos y fecundos entre personas y redes más amplias y ecosistemas, no humanos. Buscamos generar un contexto ritual para la escucha, la contemplación de la biodiversidad, la atención profunda y donde mezclamos debates, reflexiones compartidas en un enfoque multiperspectiva, transdisciplinar y meta-sistémico. 


Finalmente, toma lugar la CO-CREACIÓN, el activismo social, la responsabilidad local y planetaria que es función de los 2 momentos previos (es decir, de la conexión + comprensión) + la fuerza de la voluntad en redes de compromiso con el mundo, en co-creación de comunidades locales para encarnar, diseñar y regenerar los nuevos presentes y futuros para todos. En la co-creación se hace la Minga para sembrar la semilla en el territorio, para llevar a cabo a pequeña escala el experimento de innovación social.


En el curso Pedagogía social (de la Maestría de Innovaciones sociales en Educación), que tuve este segundo semestre el honor de participar como profesor, creamos un proyecto de aula denominado KOSMONAUTAS, en donde se planteó como un piloto de una Universidad del Futuro. 



En su manifiesto se expresa: https://sites.google.com/view/unikosmonautas

 

Somos todos tripulantes de un universo que instante tras instante se expande…

Aquí cantamos, danzamos, conversamos, sembramos y soñamos…

Cada uno es semilla y alimento para el otro, un territorio vivo en ebullición…

Miles de raíces componen nuestras narrativas y comprensiones,

Estas brillan en el cielo para iluminarnos y recordarnos la maravilla de estar vivos.


Los kosmonautas cuidamos el universo y lo regeneramos, nuestros diseños se sustentan en el bien común y en la prosperidad y salud para todos los seres sintientes y las futuras generaciones. Los territorios son el todo, el cuerpo, el alma, el otro, la naturaleza, el kosmos, el pasado y el futuro, las interconexiones son nuestra forma de habitar el mundo.


Se inició el curso con una provocación de soñar la educación universitaria del futuro. Para esto les compartí algunos fragmentos del post que aparece en este blog: destellos de intuiciones pospandémicas y les envié un texto borrador que se llama la “Universidad del Futuro”. Ellos lo leyeron y de ahí se desprendió una maravillosa conversación sobre el horizonte de lo que podíamos construir juntos. Hubo un buen trabajo en comprender los aspectos centrales de la utopía propuesta y se pasó a definir intenciones, roles, grupos de trabajo, plataformas de interacción y una lluvia de ideas de propuestas. Se construyó colectivamente a modo de cadáver exquisito un Manifiesto. Posteriormente se sintetizó la metodología y una presentación audiovisual (videoperfiles) de los integrantes. Pasamos luego a definir  los módulos (se crearon 12 módulos multimediales, con información y contenidos de relevancia) y a investigar algunas metodologías afines con la propuesta pedagógica y finalmente un link a padlet para invitar a crear una cartografía colaborativa de iniciativas innovadoras en el mundo. 

Aquí les comparto el video de realimentación de los estudiantes David, Camila y Patricia, Líderes del proyecto.


Por otra parte, y en otro contexto, en el curso de posgrado Didácticas para la Paz y la Convivencia (de la Maestría en docencia mediada por las TICs) las palabras finales del curso que escribí fueron las siguientes.

Me siento muy contento de las experiencias compartidas en este Curso. Lo que vivimos fueron las prácticas integrales de vida enfocadas al despertar interior, las fecundas y evolutivas relaciones y una iniciación a los activismos para La Paz y la Convivencia.

Espero que sigamos tejiendo juntos La Paz… compartiendo conocimientos y nuestras prácticas pedagógicas, .escalando las acciones colectivas y manifestando paz, unidad, coherencia en todos los espacios en los que vivimos. Espero igualmente que continúen nutriendo estos sitios web creados con sus experiencias para que otros puedan inspirarse y procuremos libre acceso a los materiales creados colectivamente.

Todos los trabajos fueron maravillosos, disfruté muchísimo los diarios, los contenidos digitales, sintiendo el arte, escuchando la vulnerabilidad, las video-entrevistas con excelentes invitados, los videos usando el cine para visualizar las visiones de mundo y las actividades y didácticas que ustedes plantearon.

Los felicito y les comparto los enlaces a los diarios hipermediales del Curso de posgrado Didácticas para la Paz y la Convivencia de la Universidad San Buenaventura (Octubre-Noviembre 2020).


  • Finalmente, les comparto algunos videos de realimentación de los aprendizajes en la voz de los estudiantes del Curso Didácticas para La Paz y la Convivencia.

VIDEO 1VIDEO 2VIDEO 3 VIDEO 4




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sábado, 4 de septiembre de 2021

Amantes del cine y el teatro

Reseña de 2 películas especialmente recomendadas para los amantes del cine y del teatro y para los que admiran en el séptimo arte, los diálogos y la cotidianidad. Ambos film tienen en común el buen elenco, la ironía sincera, la simplicidad y economía de las locaciones...y que nos llevan a un viaje por la intimidad de la psique (de la vejez y de las mujeres) y por realidades emocionales cercanas que a menudo se ocultan. 

The Father. Una muestra magistral de cine y también una gran adaptación de obra teatral creada por el mismo director: Florián Zeller. Esta película (ópera prima) nos invita a participar y a sentir desde la perspectiva de quien sufre demencia senil, los vaivenes mentales, conflictos y desorientaciones. Una película con temática universal, es decir, que se dirige a todos, actuaciones magistrales y aborda una situación que muchos hemos tenido cerca ante el declive de padres o abuel@s. Cine increíble y compasivo. En iguales proporciones: Bella y trágica. Y como señala el director” quería que The Father, no fuera solo una historia, sino una experiencia, la experiencia para el espectador de perderlo todo, de perder su propio rumbo”...

Igual de teatral que la anterior, es Invisibles (2020), una “park movie”, donde 3 mujeres entrados los 50 años van merodeando y caminando por un bello parque, compartiendo sus vivencias, experiencias personales, miedos y vulnerabilidades. Esta película de Gracia Querejeta (una cineasta que no conocía), nos abre tragicómicamente ante el vértigo de las verdades profundas, la amistad y la desnudez...es un viaje a la psicología de las mujeres, de sus complicidades con la sociedad patriarcal y lo que cierto feminismo combativo obvia y no reconoce. Una película de mujeres, con mucha ironía, humor y políticamente incorrecta. Viendo Invisibles, también recordaba otra gran película con similar temática de Hong Sang Soo, The women who ran (2020), super recomendada. 


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viernes, 3 de septiembre de 2021

Imaginando utopías relativas: destello de intuiciones postpandémicas

Ahora se hace demasiado importante, en clave de educación política y de reconstrucción colectiva planetaria, compartir entre todos las "utopías relativas" que sentimos, intuimos y en las que nos comprometemos juntos a participar. Es el tiempo oportuno para definir cual es el plan maestro, los programas, proyectos, acciones, con quiénes, los cómo, cuándo, qué, para qué, dónde...pintémosla pues....

Es evidente que para muchos de nosotros los últimos dos años han sido difíciles, complejos, dolorosos, emocionantes, reveladores, paradójicos, donde los hábitos cotidianos, formas de trabajar, estudiar, consumir, crear, interactuar y amar, se han visto radicalmente transformados. Una relación con la Vida y la Muerte muy intensa, así como con la alegría y el dolor y con muchos opuestos y ciclos que parecían estar ocultos y en contradicción permanente, pero que hoy, fruto del privilegio de poder parar y contemplar, de la intimidad con las verdades y el silencio, son encarnados en unidad. 

 

En este blog: http://ciberciudadanias.blogspot.com, desde que inició la Pandemia, he venido escribiendo eventualmente un diario como un medio para compartir perplejidades, hallar sentido a lo que iba viviendo, comprendiendo y aconteciendo. Textos que son una extensión de mis etnografías húmedas, relatos cortos, azarosos y resbalosos de lo que voy imaginando, leyendo y senti-pensando. 

 

Me gustaría compartirte algunas pinceladas, sueños, utopías, tendencias que a futuro, pasada la Pandemia, podrían, con muy buena organización interna, amistad fecunda y algo de post-activismo, asentarse a nivel social. Son una especie de intuiciones, corazonadas, horizontes de posibilidad para conversar, no son la última palabra, a lo mejor, refulgen como destellos y síntesis en clave de ingenuidad informada, algo que posiblemente veremos (o estaría bien para todos ver) en los próximos años: 



Aumento del voluntariado, la enseñanza universal y el altruismo. Incremento de opciones educativas alternativas a la educación formal y el surgimiento de nuevas profesiones y oficios. Una mayor intensidad y pugna en los debates sobre el equilibrio entre la privacidad y las libertades civiles. Mayores interrelaciones entre el estado, la sociedad civil y el mercado. Alza del fervor religioso, tanto de la religión etnocéntrica (aquella que se expresa en las creencias fijas, el gurucentrismo y la evangelización de quienes están obsesionados literalmente con un mito y un enemigo común), como la religión cosmocéntrica, (espiritualidades más abiertas, reconstructivas, planetarias y en conexión con lo humano y no humano). Un mayor descrédito hacia las instituciones, los partidos políticos y la ciencia...esto provocará además de un incremento de la desinformación y el surgimiento de teorías más imaginativas de la conspiración, que la investigación científica se hibride con la ciudadanía, las artes, la ancestralidad, la política global y la espiritualidad.... la pandemia llevará a las personas a reevaluar sus interacciones sociales, haciendo crecer la empatía y conexión por los demás. Una evolución de la intensidad de la amistad, será el incremento de la compasión y luego el resplandor de la telepatía. Los hombres aportarán más al cuidado y trabajo en el hogar y debido al activismo feminista sostenido, habrá una mayor consciencia de la interdependencia entre los géneros, más amplia consciencia de la diversidad sexual, el respeto y la inclusión. El trabajo en casa persistirá pasada la pandemia, y muchas empresas no integrarán a alguien solo por sus títulos obtenidos en la academia, sino por su experiencia, visión, inteligencia interpersonal y por todo aquello que han aprendido por fuera de las instituciones formales.. en el futuro laboral próximo no va gozar de exclusividad los títulos académicos del CV (currículum vitae), la velocidad de aprendizajes, los logros individuales, sino que se mirará la capacidad de curiosidad, asombro, interdisciplinariedad, el pensamiento crítico, así como también la organizada documentación en línea de las experiencias y proyectos, la valoración alta en varias inteligencias y qué tanto puede abordar en equipo problemas complejos, probabilísticos locales y planetarios.  La elección de alguien para un trabajo, no va ser el énfasis en la observación y puntaje de sus logros y éxitos individuales institucionales, sino que será crucial y más valorado lo que una persona ha aprendido, intentado y liderado fuera de las instituciones, en las localidades, en la red, entre sus amigos y en contextos ciudadanos. La educación será híbrida, es decir, virtual y presencial, y con un enfoque más centrado en proyectos territoriales con consciencia global. El turismo extractivo disminuirá y comenzará el auge del turismo comunitario sostenible. La economía entrará en recesión y habrá más recortes de gasto para cultura y educación, desempleos de muchas profesiones y oficios y también habrá el surgimiento de criptomonedas, monedas sociales complementarias, mayor consciencia del ahorro y mejores inversiones orientadas al buen vivir. Es probable que el sector de la construcción aumente, mayoritariamente la construcción de casas y ecoaldeas en zonas rurales, así como mejores espacios públicos urbanos para compartir y disfrutar en familia. Las licencias de maternidad y paternidad se ampliarán, la opción del aborto y eutanasia será legal  y el horario laboral se flexibilizará, disminuyendo las horas de trabajo. Incluso habrá más valorización de los trabajos de cuidados. Las oleadas migratorias serán incriminadas y resistidas por las políticas públicas globales, aunque en otros casos habrán nuevas voces y perspectivas sobre la convivencia y la inclusión. Nadie será ilegal. Habrá un surgimiento de plataformas políticas nacionales y trasnacionales nuevas, que emergen de los (ciber)ciudadanos y una democracia más directa y co-creada por muchos. Habrá una mayor consciencia de la primera infancia y de la vejez y de lo que ambos grupos etáreos puede aportar al bienestar y sabiduría de la sociedad. Todas las personas aprenderán a tocar un instrumento musical. Se modificarán muchos rituales de la vida cotidiana, las fiestas familiares, encuentros, celebraciones y los cumpleaños tendrán un componente más regenerativo y consciente. Los índices de estrés postraumático se elevarán, y la salud mental se volverá una prioridad para toda la sociedad. Vendrán nuevas pandemias y plagas debido a la deforestación, extractivismo salvaje y malas prácticas en relación con mercados de animales y extinción de ecosistemas. El clima aumentará y habrá algunos colapsos en los territorios y escasez de bienes comunes. La renta básica universal y la atención médica para todos será un derecho efectivo de cada ser humano. Los impuestos a la acumulación excesiva de riquezas y a los grandes usurpadores de bienes comunales será una realidad con el fin de hacer un fondo de los comunes en todos los países. Habrá un año sabático (cada 10 años) para las personas adultas mayores  de 35 años junto con la oferta de espacios educativos cosmopolitas y de transformación personal y de acción colectiva donde puedan las personas interactuar con otros para fortalecer sus sueños, tramitar traumas e iniciar nuevos proyectos. Los eventos deportivos, conciertos y fiestas aumentarán, vendrán épocas de mucha interacción social. Incluso podría aumentar la tasa de natalidad...las relaciones de pareja con buenos cimientos se mantendrán y seguirán creciendo y las que estén agrietadas y rotas, colapsarán. También es posible que de los amores líquidos, pasemos a compromisos más fecundos, amores conscientes y el viaje con compañeros del alma. Fortalecimiento de la amistad, que es en efecto el verdadero poliamor. Podrán también venir, pasada la pandemia, innovaciones tecnológicas y sociales de gran alcance y escala. El arte y la cultura perderán un poco el narcisismo, la competencia y la insularidad, y se implicarán en el maridaje del trabajo interior y el cambio social. También veremos un arte con mayor despliegue de consciencia global, abordando problemáticas que nos conciernen a todos, mayor fervor de las literaturas utópicas, el solarpunk, novelas con mayor presencia de un activismo científico, más informadas interdisciplinariamente, integración de lo no humano, y lo espiritual y evolución de universos y narrativas mitológicas de ciencia ficción. Vendrá una oleada del realismo mágico en todas las áreas de conocimiento, igualmente vendrán las terapias con psicodélicos, psilocibina, marihuana, LCD, ayahuasca, entre otros. Mayor consciencia de los estados de consciencia y paralelamente a esto, la integración de prácticas para el cuerpo físico y el cuerpo sutil, mayor despliegue en los territorios del yoga, la atención plena, el deporte, la contemplación, rituales de conversación entre amigos, la crianza compartida, la cocina y la sexualidad consciente, la agricultura familiar, las caminatas y el cuidado y contacto con ecosistemas naturales. También habrá mayor consciencia de los ciclos de Vida y Muerte y de las implicaciones de nuestros consumos, de la huella sutil y material que dejamos a las futuras generaciones. Cada año que pasa, tendremos la fortuna con nuestros seres queridos y red de amigos de hacer la Minga para  cultivar árboles y alimentos en nuestros vecindarios y comunidades. Habrá una mejor intimidad con los sueños, el mundo sutil y las realidades alternativas al mundo que vemos con los sentidos, asimismo, vendrá el surgimiento de los viajes interdimensionales y espirituales. Es más probable en estos tiempos donde el sufrimiento, el dolor, la enfermedad, las crisis sistémicas y los duelos están a flor de piel, en una escala planetaria, que nos abramos con mayor facilidad y generosidad a compartir con otros nuestros miedos, inseguridades y vulnerabilidades. Cada tanto, las parejas, familias, amigos y colegas en espacios laborales, a partir de estas contingencias críticas, abrirán los corazones y los poros para la limpieza, la sanación, (integración), la mejora de la inteligencia emocional, tramitar los dolores más profundos, expandir la ayuda mutua, la gratitud y la compasión... resetear y actualizar el sistema de pensamiento (la metáfora, el mito, la cosmovisión y la utopía) y restablecer las prioridades de la acción individual y colectiva. Se conocerán muchas más verdades acerca del conflicto mundial, de los monopolios, de la guerra y conflicto armado y se iniciarán procesos de verdad, restitución y regeneración para el conjunto de la sociedad. La inteligencia artificial será puesta para las mejoras de la salud, la movilidad, el altruismo y la buena vecindad. Habrá un impulso de la ciencia ciudadana y de redes de acción local con consciencia sistémica y global. La justicia penal se desarrollará mucho más, será más efectiva, de matriz más restaurativa y se penalizarán los ecocidios, impuestos a los extractivismos desmesurados, y la obligación a una mayor reciprocidad de los negocios y empresas. El capitalismo consciente, negocios que aportan a la salud, bienestar de todos los actores implicados, tendrá un realce, y las empresas que solo piensan en maximizar beneficios y sólo pensando en sus ganancias disminuirá su consumo. Se obligará a todas las empresas el etiquetado de productos sostenibles, que permitirá ver por códigos QR, toda la información relacionada con el producto, sus proveedores, materia prima, el trato justo con todos trabajadores y toda la cadena de implicados y aporte al cuidado de la comunidad y de los bienes comunes..

 

 

 

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miércoles, 4 de agosto de 2021

Anécdotas tragicómicas. (III PARTE)

Terminábamos la II parte comentando la importancia de la buena vecindad. Las buenas noticias son que a partir de la organización de la comunidad y de algunas solicitudes previas, hemos logrado apoyo de la Alcaldía de Choachí (para diciembre-enero), tiempo de verano, para el arreglo de la carretera; también se realizó hace unas semanas atrás una Minga con los vecinos para limpieza del barro de las partes críticas de la vía y hemos colaborado en apoyos mutuos con vecinos transportando cosechas de tomate de árbol. No obstante, no faltan las tensiones y los temperamentos dominantes e impulsivos de algunos de los habitantes (yo mismo me he visto sucumbir ante la ira desbocada), pero el propósito es mantener la cordialidad y fomentar las buenas relaciones con todo y todos.

Aún cuando son muchas las emociones sublimes y a su vez incalculables los aprendizajes que se derivan de la construcción de la casa, también van de la mano las tensiones, las dificultades, las emociones densas, el estrés, las ansiedades, el cansancio, los dolores, cayos, cortadas, machucadas y el  agotamiento físico, de querer estar después de una larga jornada, “cinco minuticos más en la cama, cinco minutos más”, como canta Marinah (la maravillosa cantante de Ojos de Brujo)...curiosamente mientras escribo, caigo en cuenta de que tengo puesta la camiseta serigrafiada con su imagen, que me hice de ella en Barcelona hace más de 13 años y que aún sigue intacta, igual que su encantadora música.

Confieso que quisiera irme ya a descansar, pero igualmente me atrae también este momento y la posibilidad relajante después de días de tanta acción, de hacer aflorar la escritura, seguir hilando la experiencia, la 3a fase de la construcción (fase de terminado de montaje de techos y acabados); hace una noche silenciosa plena, donde la luna llena coquetea con su velo amarillo entre follajes y donde la bruma de las nubes se ha disuelto marcando la silueta de la montaña, en un susurro anticipatorio de nuevos días que abren nuevas añoranzas y desafíos.

Como contaba en la anterior entrega, hacer una casa en una montaña alejada de la ciudad, en una zona rural que tiene dificultades de acceso, un camino real antiguo que no se interviene desde hace décadas y que cuenta con mucha humedad, precaria canalización de las aguas de escorrentía, poca iluminación y ventilación, es todo un reto la subida de materiales. Después de subir y bajar muchísimas veces, he encontrado la manera de sortear las dificultades, aún cuando vuelvo y reitero, lo más efectivo ha sido el apoyo de todo el equipo en cualquier situación complicada. Creo que puedo ya participar como actor o quizá de extra en películas de acción, ya el curso lo he completado, me he graduado, subiendo casi el 90% de los materiales, no tengo idea de cuántas horas he reptado en la montaña. Quien quiera estar en el curso que de señales de humo, que estaré en la jugada. Algunos aseguran que he alcanzado las 6 estrellas, otros dicen que ya no soy Topiño sino el mismísimo Michelin.


Pero no nos vayamos por las ramas y por lo caminos, más bien, hablemos de nuestra gata, Violeta, (también conocida como Viole, Achévez, Tita-humberta, Chepes, de-Violetica, del-bebé, tíachepes, trelbebé)  una integrante más de la familia, de la que poco hemos contado sus aventuras. El primer día que empezó la construcción, nos la trajimos, pensando que nos iba extrañar, que no se iba alimentar bien y dado que planeábamos estar más de un mes en la construcción de la casa, optamos por venirnos e integrarla a la Minga. 

He de contar que son muchos los rituales que uno crea y aprende en los espacios cotidianos con sus mascotas; uno que me gustaría contarles, es el instante cuando me levanto de la cama y voy de camino a la ducha… Violeta, la gatica negra hermosa, que Iara María trajo una tarde en un cajita de cartón de su colegio cuando estaba en su último año de primaria en la EPE, avanza primero, guiándome al lugar donde está su comida, como tendiendo un tapete rojo invisible…ella siempre llega primero. Le doy un poco de comida, cierro la puerta del cuarto de baño y me meto a bañar. Al momento de secarme, ella está al frente de la ducha sentada, mirándome perpendicularmente, al ver como me seco todo el cuerpo, da regularmente dos o tres pasos, hace un movimiento de estiramiento de yoga, algo así como la postura de perro boca abajo, se acerca y salta hacia a mí para que le ponga una cuantas goticas de agua en su cuello, allí es cuando agita su cuerpo, se espabila y se dispone a desayunar. A veces, al final de la ceremonia, opto por sentarme junto a ella, mimarla, siento que igual que a nosotros, nos gusta comer acompañados.

El primer día fue muy difícil para ella, es la primera vez que nuestra gata sale fuera de la casa. Las pocas veces que lo ha hecho, ha sido menos de una hora y de visita corta al veterinario, pero esta vez, evidentemente ha sido su viaje más extenso. Cuando salimos hace un mes, en la mañana con todo el combo de trabajadores  desde nuestra casa en el Barrio Armenia, en el carro mientras la cargábamos, a la altura del Marqués del Once, se hizo popó, estaba muy asustada y con incertidumbre y miedo, y cuando llegamos a la finca, estuvo encerrada en la habitación debajo de la cama una semana. Solo salía cuando estaba con nosotros a oscuras en la cama y allí se disponía a comer algunas pepitas, la comida de salmón húmeda y blandita que es la que más le gusta. 

Pasado este tiempo y después de mapear los sonidos, las voces del campo y también de gente desconocida que integraba su nuevo entorno, asomó una noche, mientras todos cenábamos, mostrando sus dos ojitos verdes por la puerta, como si ahí estuvieran los límites de lo conocido y dando la aquiescencia y muy circunspecta se presentó. Ya el fin de semana que estuvimos solos (María José y Yo), Violeta salió a tomar unos rayitos del sol, a cazar insectos, comer pasto y a mirar con sigilo cómo descansan las vacas. Ahora está arrunchada en mis piernas, se levanta al menor sonido en el tejado, todo le atrae, la vida en el campo, viendo cómo escribo su historia y me hace unos guiños como de querer salir a encontrarse con la fauna y flora nocturna. Pero no lo hago y espero. La miro y ella sigue dándome motivos para seguir escribiendo. He intentado grabarla, pero cuando lo hago se queda inmóvil, al acecho, a la expectativa. He visto cómo anda con su cola aplanada y su mirada cómo difiere cuando está en un lugar seguro y conocido y en otro que es nuevo para ella. Al verla explorar, pienso en los aprendizajes tempranos de los bebés y del tan aclamado y necesario apego seguro.

En estos 23 días de obra, solo dos días ha habido pleno sol, el 20 de julio, el día “de la independencia”, donde por cierto, hubo marchas en todo el país, y paradójicamente, un gobierno (como portavoz el presidente) instalando el nuevo periodo del congreso diciendo muchas mentiras, hablando de un país que no existe; y el otro día soleado fue el 25 de julio, en el que tuvimos una tarde espléndida, nos acompañó Patricia, la Mamá de María José, Iara María con una amiga que conoció en su estadía en San Diego.

Pero había prometido hablar de las dificultades, los instantes de peligro y alguna que otra peripecia riesgosa y tragicómica. Aquí van algunas.

  •        Cuando íbamos en el carro con más de 1mt de mixto y quedamos en la falda y curva más difícil de la vereda con las dos llantas levantadas. Alberto, quien me acompañaba, se baja preocupado y me dice que frene de inmediato, pongo el freno de pie rápidamente, él se baja rápido y descarga peso para quedar de nuevo estable sobre la carretera y poder seguir nuestro camino. 
  •        Después de construir un dispositivo hechizo, low-tech, soldado a la camioneta con piezas de metal con el fin de subir techos, pisos y drywall, nos disponíamos con la mejor intención a empezar a subir los materiales, no llevábamos más de 500 metros en la carretera destapada, cuando toda la estructura se despegó, rompiéndose las uniones soldadas. Nos miramos todos con angustia y perplejidad, después de una inversión onerosay saber que finalmente todo colapsó. Nos miramos y sabiendo lo delicado que es el drywall, decidimos empezar a subir las placas de a 4 o 5 máximo.
  •       Otro día, de noche y cargado a tope, y en una carretera escarpada, inclinada y llena de barro, mientras más aceleraba más cerca quedaba a un barranco; llegado al límite, mientras unos subían al carro con gato yo con una linterna de cabeza, me dispuse con una pala a romper piedra de la ladera para ponerle a cada una de las llantas y así poder arrancar.
  •        Otra vez mientras subíamos de noche las vigas IPE y los perfiles, sentí que estos iban a romper el techo de la camioneta y perforar la lámina. Subí muy preocupado, cuando menos pienso, veo una luz, luego unas manos, y cuando enfoco encuentro un cuerpo flotando adelante, era Estiven, colgado y aferrado en la punta de los metales, sosteniéndose como una araña para hacer contrapeso y hacer que el impacto aminorara. Esta acción, junto con la subida a la copa de un pino con el fin de tumbar ramas y a amarrarlo previo al derribo, fue una de las proezas más asombrosas y angustiantes.
  • Otro día subiendo costales de cemento, a Alberto se le entró mucho polvo dentro de la oreja, en la noche contaba con tono de preocupación, que escuchaba lejos como cuentos de ultratumba, como si estuviera dentro de un hueco profundo. Otra escena que me dejo frío, sacando el carro de un pantano, al hacer fuerza quedaron sus dedos machucados entre una estaca con alambre de púa y el peso de la camioneta. Inmediatamente frené. Este fue un susto tremendo, quedé mareado.
  •       Después de comprar las placas en Soacha y ya cansados, elegimos una ruta alterna, que aún cuando era más larga, se podía andar, ya que la vía principal para el ingreso a Bogotá por el sur es bastante tediosa. Andamos conduciendo perdidos por las montañas de Soacha, una zona donde abunda la extracción indiscriminada de materiales para construcción y empezamos a dar vueltas por recovecos, pensando que estábamos acortando camino; después de andar y de dar vueltas por unos barrios e invasiones que se veían bastante peligrosas y donde de algunos garajes miraban algunas personas vigilantes, mirándonos como sospechosos, encontramos caminando a un hombre joven que tenía una mirada penetrante, vestido deportivo, auriculares y con zapatos blancos relucientes…. tonces qué mi perrito, le dice uno de los trabajadores que me acompañaban, cómo hago para llegar a Potosí, mi ñero…el hombre que caminaba, hace unos movimientos como los del chavo cuando le da la chiripiorca, se acerca bastante a la ventana, mira fijamente a Alberto por la venta, él aleja el celular, en el cual minutos antes, buscábamos sin algún resultado, orientación por internet y le dice mi perro, señalando con la mano derecha las indicaciones. Al arrancar, el hombre dice, que si lo llevamos, Alberto dice rotundamente que no… yo acelero y después él se arrepiente y dice, camine pues, móntese móntese de una… salta a la camioneta, como en escena de película de acción y entra mi preocupación de que viéndonos perdidos pueda hacernos daño o avisarles a otros que estamos perdidos… yo guardo silencio y me preocupo, trato de ocultar mi angustia, pero afortunadamente a los 10 minutos chifla duro, le da golpes duro al carro y dice, paren aquí…el hombre salta, y yo intento acelerar, pero al ver al hombre correr hacia nosotros y siendo la carretera muy difícil para acelerar cargados, bajo la velocidad y chocan los puños en sentido de agradecimiento, en la wena ñero.



 
 Otras a
nécdotas de la obra ( a modo bonus track):

  •        Una vez en una Minga de Limpieza de barro y puesta de piedra en la carretera, dice uno de los trabajadores: vengan y rompemos esta piedra, señalando el camino de los muros de predios vecinos para ponerlos como recebo en la carretera. Los trabajadores que nos colaboran en la finca, señalan rotundamente, ni se le ocurra
  •       Ahora llevo más de un mes en que no leo nada, acostumbrado a leer como mínimo 2 horas diarias, mis lecturas ahora son los siguientes listados, a veces los repaso antes de acostarme: 2 discos tungsteno continuo, 4 brocas ¼, 10 tubos eléctricos, 1 caja de supermástik, 2 cajas de puntillas, 2 cinta manto, 1 caneca de emulsión, 100 ladrillos, 1 cinta filo, 8 tejas, 1 bulto de yeso, 50 amarres para teja, 1 tijera de lámina, 8 bultos de cemento, 8 bultos de arena, 80 bloquelones, 2 tubos de silicona, 40 tornillos brocados…
  •       Una de las noches, en la habitación contigua, donde dormían los trabajadores, escucho en la madrugada un monólogo largo, en donde parecía discutirse en un tono alto y enfático; lo curioso, es que quien hablaba preguntaba y respondía al tiempo, combinado con una sarta de expresiones enfáticas, de “gorronea” pa arriba. Yo asustado me preocupé…abrí los ojos aunque al rato me tranquilicé…Al otro día hablando con él, pregunté, pero él me decía que siempre va por adelante, pensando lo que viene, así que cuando está en obra y está exhausto, en la noche ronca y habla muchísimo, definiendo en sueños lo que necesita que pase al día siguiente. Al contarle a Jenny, su esposa, corroboramos y señaló: ése no puede esconder secretos.
  •        Dylan, un niño campesino de 10 años, quien es el hijo de John, el cuidador de la finca, después de convivir una semana con los trabajadores, en el momento de despedirse de su papá, le va diciendo, en la wena cucho…todos nos morimos de la risa.
  •        Los trabajadores interpelándonos con asombro en una de las primeras comidas: ¿Ustedes desayunan esto? El desayuno era chocolate arepa, una pequeña porción de huevo y fruta. Y cuando nos contaron lo que les gustaba, precisaban más porción y siempre que no falte el arroz, el calentao, tajadas, huevo, arepa, sopa; ellos se emocionaron mucho cuando cocinó Jenny (la esposa de Alberto), les daba más cantidad y una sazón que a ellos les fascinaba, también siempre en las mañanas caldo menudencias, en el almuerzo, corazón y carne frita, sonrisa sudada, frijoles y los papeles se invirtieron, ahora éramos nosotros los asombrados, para mí, al no alcanzar a gastar toda esa energía ya empezaba yo en pocos días a engordarme.

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