miércoles, 18 de marzo de 2020

Reflexiones sobre la masculinidad y la vulnerabilidad

1. La frase “entre más grande es mejor”, es una idea popular y naturalizada que aplica mucho al egoísmo de los hombres y a cierta tendencia insana de la modernidad. Aquí les comparto algunos ejemplos acompañados de películas...la relación excluyente de un hombre frente a los demás ufanándose de su estatus social y haciendo evidente su superioridad y clasismo...cuando exagera e infla acerca de sus propiedades (incluida la tendencia exagerada hacia los celos, como en el film “El” de Buñuel)..,cuando chicanea exageradamente de sus logros y grandezas...(incluyendo las mentiras como en el Adversario) cuando en la crianza los padres se esfuerzan por agrandar la dureza y fomentar la ausencia de emocionalidad (La danza de la realidad)...cuando hay demasiada preocupación por los bíceps abultados, la adicción a sacar músculos, a ganar y luchar (como lo expone la peli de Aronofsky, The Wrestler)...así como también, cuando el objetivo es aumentar desproporcionadamente sus ingresos (el lobo de Wall Street), sus parejas sexuales y el tamaño de su pene...(incluido el fetichismo de los senos grandes)...todos estos ejemplos muestran que el adagio entre más grande mejor, (recordemos la frase de campaña de Trump, “Make America Great Again”) la mayoría de veces es proporcional a la inflación del ego, puro narcisismo y vanidad.


2. Expresiones como que “Todo hombre es macho, fuerte, tóxico, agresivo y potencial cazador y violador” o que “Toda mujer es histérica, dramática, débil y envidiosa”, son comentarios bastante generales y superficiales, ideas que muestran una caricatura del género, inundada de prejuicios propios de una mente reactiva, que lucha por el poder, dualista, con tintes tendenciosos, que pueden estar agravando y circunscribiendo una pataleta más amplia de formas de ser y de comportarse, más que aportando a la comprensión del problema y a la transición hacia nuevos roles entre los géneros. A pesar de que hay ejemplos que tipifican estas conductas insanas en ambos géneros, hay una variedad de formas de ser que no se pueden aplanar exclusivamente en dos frentes, dos polos listos a la guerra y a la confrontación. Aunque claro esta que todos tenemos una tendencia a deshumanizar y en casos patológicos a gozar del sufrimiento de los otros, hay que matizar y profundizar más la mirada acerca del género, de las relaciones entre hombres - mujeres, hombres - hombres y mujeres - mujeres, homosexuales y transgéneros, para no instalar rápido el campo de batalla y terminar como en los clásicos entre hinchadas de fútbol, agrediendo a lo que se mueva por determinada ropa, consigna o bandera, o sembrando campos de concentración como en los totalitarismo

3.  Cada vez soy más consciente de que las transformaciones venideras requieren por parte de todos y lo más pronto posible un trabajo fuertísimo con la sombra, con nuestros condicionamientos, con el yo oculto y reactivo que no queremos ver, con nuestro yo evasivo, alérgico y con el yo súper apegado y adictivo. El sexo parece estar punteando el primer lugar en los lugares con más sombra, con más miedos y evasiones, repleto de vergüenza y envidia, no más miremos nuestras historias personales, las búsquedas en google, los fuertes y constantes abusos, todo esto connota la expresión de lo reprimido y del trauma cultural, escondido por milenios en el closet (en la oscuridad), en las sombras intergeneracionales en un grado significativo, no importa lo maravilloso que sea la experiencia. Con las noticias que salen a diario podríamos observar un listado amplio de los dolores y sufrimiento con relación a lo sexual. Ahora bien, el año pasado buscando comprender mejor el problema, me lei un libro de la escritora Leila Slimani, sobre la sexualidad en Marruecos y pude conectar más con historias de mujeres y donde se revelaba nítidamente la sombra en lo sexual y lo atrasada que estaba en algunos países las leyes, derechos y la vida sexual y lo vulneradas principalmente las mujeres...al cerrar el libro no podía de seguir viendo la sombra que está en lo sexual, y haciendo conexiones con mis experiencias culturales y personales. La sombra en lo sexual se hace evidente ya sea como erotización de las heridas no resueltas y abordadas, el desespero por el orgasmo, la compensación masturbatoria exagerada, la eroticitis (obsesión excesiva por lo sexual), la hipersexualización de las miradas de los hombres hacia las mujeres, la exagerada tendencia homofóbica por parte de la sociedad más conservadora, la pederastia, la hipocresía frente al placer sexual, la prostitución, la pornografía, los abusos sexuales, las medicinas popularizadas para la virilidad, el tener sexo para sentirnos bien, para provocar alivio y la promiscuidad que en muchas ocasiones más que Libertad de elegir entre parejas puede una manera de evadir dolores y miedo a la intimidad.



4. Que he aprendido en las relaciones de pareja. Pues, infinidad de cosas que me han hecho crecer muchísimo y fortalecer mi creatividad y confianza, expandir mi amor a muchos mas seres. Primero que todo, reconocer que siempre habrá luchas de poder, pero no se trata de dejar de luchar, sino de luchar entre sí por la relación, como un buen equipo, para restablecer la conexión, el acuerdo constante de mantener una buena comunicación transparente y experiencias que apoyen al crecimiento. También es muy clave en las relaciones de pareja, la presencia, la escucha profunda, la sinceridad, los sueños compartidos, la singularidad, los tiempos propios como los experimentados juntos, tanto los pequeños momentos y experiencias de resonancia, como la habilidad para enfrentar compasivamente las heridas mutuas y traumas, y frente a esto, reconocer cuando los problemas se deben a asuntos no resueltos (a un pasado que se hace presente), o ya sea cuando mordemos el anzuelo con los sufrimientos del otro, o por último, lo que percibo que es más habitual, problemas de imprecisión en lo que queremos comunicar. En los problemas, me he dado cuenta que las estrategias que a menudo uso, son la distancia emocional, la retirada temporal del amor, la cual es evidentemente un fracaso, así como también dosis de sarcasmo, la palabra envenenada y agresiva. Soy agresivo pasivo, a veces mi ira se esconde en la sombra y tiendo a imperturbabilidades sospechosas y a veces a negar los problemas...también, a veces no digo lo que siento en el momento adecuado. He aprendido que podemos mejorar en las formas de comunicarnos, de decir como me siento y como nos sentimos, no percepciones desproporcionadas y mentirosas o racionalizaciones desmedidas que lo que hacen es alargar el sufrimiento, es decir evitar el dolor presente. También me he dado cuenta lo importante de reír juntos, de viajar, de ir hacia lo desconocido sin temores, de encontrar lugares de trabajo que integren la mayor parte de capacidades, talentos y virtudes de nuestro ser, la importancia de tejerse en familia y en comunidad, compartir sentidos de vida que sean integradores y desafiantes.

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