domingo, 1 de julio de 2018

Fanatismos de las ideas

Un problema interesante de meditar hoy, es el que se refiere a los FANATISMOS DE LAS IDEAS: demasiado apegados estamos a lo que sabemos, a lo que somos, a lo que hemos estudiado (una generación emplazada en la idea vanidosa del yo), a las verdades parciales de las disciplinas, al confort de la ciudad… A lo mejor, necesitamos trascender e integrar otros elementos que han estado al margen de nuestra conciencia. La izquierda, cuyas aspiraciones no se reducían solo a la igualdad de derechos, sino a la transformación social, se ha quedado estancada en lo racional y es arrogante con todos los que no son como ellos, está aún en lucha con todo y se apoya en vanas teleologías románticas de lo social; los maestros, estancados en dar razones, que se las creen saber todas, absuelven la posibilidad del cambio y transformación; la economía, se ha quedado sin su complemento: la  escala local, la solidaridad y la riqueza comunitaria, la que la dota de dignidad y de bienestar a toda la humanidad; la salud, es bastante superficial, solo evidencia cuadros clínicos físicos, que resultan obviando la unidad ontológica del ser humano y su mediación en la curación; la política se ha quedado sin suelo, sin comunidades de práctica y con una fragmentación extendida partidista; la educación superior no logra trascender el enfoque posmoderno, con grandes discursos, en contextos de reflexión extremadamente dualistas, condenados a la subversión y a la deconstrucción, pero carente de experiencia, del sentido de la belleza y de un sentido profundo de totalidad y de integridad;

Para ir más allá de este mundo fragmentado, podemos intentar una unión más amorosa, duradera y sostenible con todo, sentarnos a mirar con nuevos ojos el mundo relacional, los problemas globales complejos; con una escucha profunda, desde una apertura más amplia (nivel de conciencia más receptivo), hackeando los prejuicios, yendo más allá de nosotros mismos, con la creatividad, responsabilidad y libertad más amplia que podamos y diseñando prototipos sociales en donde se experimente la plenitud, las virtudes y la mejoría en las relaciones que tenemos con nuestros semejantes, la madre tierra, el alma y las futuras generaciones.


La crítica es a las ideas fanáticas en cuanto tal…vengan de la religión, la política, la izquierda, la derecha…. realmente, estoy profundamente agradecido con los logros de la izquierda:  la justicia social, el pluralismo, la inclusión, el cuidado del ambiente y de los derechos… Lo que quiero subrayar es que he notado en muchos amigos y líderes que se enuncian aún desde allí (y muchos están en la academia) su fanatismo y estrechez mental, son poco compasivos y les cuesta dialogar con personas que piensan distinto y a menudo demuestran ser muy radicales. Lo que resultan haciendo muchas veces, en vez de tejer unidad, es generar brechas entre todos, distancias que parecen insalvables y aún cuando se dicen post-estructuralistas y quieren el cambio social, siguen legitimando visiones estructuralistas que poco espacio dejan para la transformación de los hábitos y del mundo interior de las personas.

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