Este ensayo está pensado como material complementario de conversación para los estudiantes del curso que oriento en la Maestría Docencia Mediada con las TICs de la Universidad de San Buenaventura: Didácticas para la Paz y la Convivencia. En él se abordan algunos puntos que considero centrales para reflexionar sobre la actual invasión de Rusia a Ucrania, con el fin de ofrecer un encuadre más amplio y complejo de lo que está pasando, tomando diferentes perspectivas de las ciencias sociales y del periodismo independiente y como colofón del documento, ofrezco prácticas, ejercicios e iniciativas que pueden escalarse en varios espacios de la realidad íntima/local y global/política para fomentar los acuerdos, la comunicación no violenta y la paz.
En la educación posgradual, específicamente programas de educación y de formación de maestros, estamos cada vez más convencidos que necesitamos integrar estos acontecimientos mundiales en la conversación con los estudiantes, en clave de la formación humana y política y también para darnos el tiempo de digerir las experiencias, instar procesos de pensamiento crítica y para co-inspirar nuevas pedagogías y didácticas en todos los niveles de la educación.
Antes de entrar a profundizar en esta reflexión, que amerita toda nuestra atención y empatía, hacemos una llamado para solidarizamos con todas las víctimas de la violencia y aprovechamos para reafirmarnos como agentes de verdad, belleza y constructores de paz. Nuestra intención es la comprensión más profunda y la paz en todos los niveles de la vida.
Lo que parece estar en juego en la ambición geopolítica de Putin (y también de otros gobiernos autoritarios en curso) es la visión imperial (propia de la política de la eternidad), empoderada por los combustibles fósiles, el extractivismo, la concentración y abuso del poder y la riqueza, el encumbramiento del militarismo y el machismo (el modelo patriarcal del padre protector y el líder fascista), la manipulación informativa y emocional y la gigantomaquia mítica y colonizadora.
Una de las críticas que más resuenan sobre la actual invasión de Rusia a Ucrania, es que aún cuando inició hace más de 8 años, ha tenido recientemente mucha más visibilidad y rechazo (y medidas de presión por parte de muchos países) que otros genocidios y problemáticas de desigualdad, violencia y guerra de larga duración que han ocurrido en otros continentes como Asia, África y América Latina. Parece que en otras guerras ha habido mucho silencio, no existían tantas tecnologías de comunicación en tiempo real y es una fortaleza que la sociedad y la ciudadanía se vuelva cada día más intolerable a este tipo de actuaciones violentas por parte de gobiernos.
Debido a las redes sociales digitales, existe un aumento de más testigos y consciencia de lo que acontece en el mundo y al mismo tiempo, y de una manera paradójica, también se da el fenómeno de que se experimenta menos tiempo para digerir las noticias y una mayor propagación para noticias falsas. En tiempos de crisis y guerras asimismo es usual ver aparecer en la escena pública un enemigo claro a quien culpar, para liberar la ansiedad o legitimar cruzadas colonizadoras, táctica que estudió el antropólogo René Girard en su reflexión sobre el papel en la historia del "chivo expiatorio".
Es bastante importante al momento de hacernos una imagen amplia de lo que está sucediendo en la actual guerra, y sobretodo cuando lidiamos con problemas sociales complejos, escuchar todos los puntos de vista y profundizar en ellos y no quedarnos solo con las posiciones y emociones que se generan a primera vista, dado que es fácil caer en identidades tribales que polarizan más los ambientes de conversación y crean climas de hostilidad, propicios para la descalificación, la agresividad y la circulación de desinformación.
Aún cuando me considero inexperto en los asuntos en política internacional y en específico en asuntos de historia de la Europa del Este, la mayoría de análisis que he leído en el último mes (realizados por académicos, investigadores y periodistas, estudiosos del conflicto Rusia-Ucrania), son conscientes de la invasión violenta de Rusia, así como también de los abusos al derecho internacional humanitario, de los mitos usados para legitimar la guerra, y del anhelo de expansión soviético promovidos por la cleptocracia Rusa y un modelo autoritario que se viene posicionando sobretodo en la última década. Pero no solo señalan a Rusia como solo el del problema, sino que Estados Unidos y la OTAN, como en todo conflicto, también tienen responsabilidades, por acción u omisión con lo que está pasando.
Algunos críticos señalan también que, aunque es necesario tomar posición informada y no meramente ideológica y definir con fuerza los abusos de poder de Rusia, también expresan que Occidente (específicamente Estados Unidos y OTAN) no tiene derecho a reclamar superioridad moral, dado que ha participado sistemáticamente en invasiones más cruentas en otros pueblos. Pero aún cuando es necesaria una postura contundente ante las injusticias y la guerra, no basta solo con la ira, el odio, tomar posiciones ideológicas o posturas afines al relativismos de las ideas. Hablaré de esto más adelante.
Un resumen general de los análisis actuales sobre la guerra, exponen como denominador común, que el gobierno Ruso ha logrado una centralización exacerbada del poder y de la riqueza, que ha sido construida a través del terror, la represión, los combustibles fósiles, las alianzas y coaliciones con los más ricos y el despliegue de mentiras (en una ruta totalitaria tipo Stalin), junto una filosofía sostenida y actualizada (Iván Ilyn) por mitos antiguos soviéticos de expansión imperial y colonización de territorios. Muchos también aseguran que esta avanzada significaría en corto tiempo la caída de Putin, su aniquilamiento, que así ganen ahora, ya tienen el futuro perdido.
Para muchos, el Kremlin es una suerte de estado mafioso amparado en las industrias fósiles (que tanto daño le hacen al planeta), inclinados en mantener a la población controlada y desinformada y en variadas ocasiones actuando violentamente, reprimiendo a la población y en alianza con paramilitares como el grupo Wagner. Recordemos que Rusia invadió a Georgia, Siria, ha subyugado a gobiernos de África Central y Malí, Kazajstán y Asia Central.
Este auge del totalitarismo en Rusia, no se ha construido milagrosamente de la noche a la mañana, sino que ha sido posible por una serie de estrategias tales como las limitaciones al acceso de la información, el control de los medios, la construcción de noticias falsas; violencia contra personas LGBT; cambió constante de leyes (como la duración del gobierno de 4 a 6 años), limitaciones a la democracia, eliminando elecciones de gobernadores y de alcaldes en las ciudades y la aprobación de un conjunto de leyes que han limitado los derechos de los partidos políticos. El gobierno de Putin, lleva más de dos décadas en el gobierno (y quiere extenderse mucho más) y ha usado como armas políticas la represión, el encarcelamiento y envenenamiento de la oposición, el cierre de instituciones educativas (como la pérdida de licencia de la Universidad de San Petersburgo), por tener tendencia progresistas y feministas. En el 2008 Rusia invadió Georgia y en el año 2014 la Invasión a Ucrania, lo que se conoce como la anexión a Crimea.
Finalmente, y algo bien curioso que me llama muchísimo la atención, es que a través de la retórica anti-occidental, Putin ha sido capaz de unir a sectores de la izquierda y de la derecha, llevar su mensaje a las poblaciones urbanas y rurales, regímenes capitalistas y socialistas; también es capaz de integrar su cristianismo ortodoxo y la afinidad con gobiernos de corte autoritario en Latinoamérica, asunto que hace que muchas personas con cierta ingenuidad política (anti-imperialismo de tontos) se sientan afines a él, dado que supuestamente encarna lo opuesto a la hegemonía imperial estadounidense y próximas a las ideologías del comunismo. Seamos claros, la Rusia de Putin no representan ninguna alternativa "progresista" al capitalismo, afirman Pierre Dardot & Christian Laval. Esta actitud radical de odio y de estilo anti-occidental, es hipócrita y de doble moral, ya que se ha confirmado su tendencia al monopolio de riquezas, y al apoyo y simpatías con Donald Trump, así como también se ha revelado que su gobierno ha estado promoviendo ciberataques y falsas noticias para denostar a los demócratas (a través de comentarios sexistas a la candidata demócrata Hillary Clinton), alterar elecciones, agenciar noticias probrexit y facilitar ataques que rompen con la soberanía de regiones que limitan con su país.
Somos conscientes que es urgente por el bien de la democracia, y en una escala personal e interpersonal, reducir la polarización que está avivada en la sociedad. A menudo la polarización es una expresión de traumas que encarnamos y no somos conscientes de ellos; empecemos a dejar de dividir entre nosotros vs ellos, entre izquierda y derechas, entre víctimas dignas e indignas y entre violencias justas y otras que no lo son. Algo que podría ayudar a romper con las lógicas rígidas y muchas veces ideologías del pensamiento polarizante, es dejar de prestarle solo atención a seres que encarnan gobiernos tiranos como Trump, Putin, Maduro, Bolsonaro, Uribe, como los malos del paseo y por el contrario, enfocar con mayor precisión a la comprensión de las tácticas que usan estos líderes autócratas y a los sistemas y cosmovisiones que los nutren y los presiden… Al parecer, estos líderes, son la punta del iceberg, el síntoma de un sistema económico y político que se construye para sostener la corrupción y la desigualdad económica. Démonos cuenta también, como en pequeñas escalas y, guardando las proporciones, en nosotros se replican, acuna y avivan, sin ser conscientes de ellos, muchos de los comportamientos fascistas, autoritarios y negadores de la verdad que tan a menudo queremos atacar y desterrar.
Aquí un listado de prácticas que pueden contribuir a reducir los grados de polarización de la sociedad:
10 ideas y prácticas para reducir la intensidad de la polarización:
- Hablar con personas diferentes
- Dejar de dividir entre víctimas dignas e indignas, entre violencias justas y otras no.
- Cambiar el clicktivismo por conversaciones más amplias y profundas
- Evitar generalizaciones simples y reduccionistas.
- Discernir la información, aprender a digerir lo leído y evitar propagar información falsa
- Hacer trabajo de sombra o terapia de la polaridad.
- Introducir síntesis entre campos científicos diversos; cuidar y valorar la ciencia, el conocimiento y la verdad, además de formar a las personas en ecologías de conocimiento y en el uso de visiones integrales y sistémicas.
- Fomentar el humor, la curiosidad y el arte.
- Mirar en qué estamos de acuerdo, en lo que podemos construir juntos y no solo enfatizar en la diferencias.
- Hacer más preguntas complejas que respuestas simples y priorizar las síntesis (constructivas) a las antítesis (deconstructivas).
El fascismo es exquisitamente demoniaco, le encanta seducir para engañar, utilizar su conocimiento refinado para propósitos crueles, le gusta conquistar el poder, colonizar las mentes, pelear y ganar, controlar todo (incluso la verdad histórica), les encanta el sacrificio; quiere que todo arda, tiene una predilección por odiar un grupo y enaltecer a otro (preferencias por los que ostentan el poder militar, lo fuerte, lo heroico y patriótico), las acciones de encender, quemar, explotar, el ser intenso, el heroísmo, la dificultad de olvidar y transformar las heridas y dolores, y por ende de perdonar, la necesidad y fascinación del enemigo interno, siempre tiene un chivo expiatorio; el ser fascista despotrica de la reflexión, es muy emocional, odia además lo suave, prefiere lo gore, lo duro y lo brutal. Un fascista nunca reconoce que se ha equivocado prefiere morir con su verdad parcial que hace pasar como total.
(Esta idea está inspirada en la lectura de un artículo de Hanzi de sobre el fascismo https://metamoderna.org/the-partial-glory-of-fascism-what-we-can-learn-from-the-far-right/
Como lo expresé anteriormente, es tan grande la polarización que existe en la sociedad, que la estrategia de Putin de mostrarse anti-occidental, en un gobierno de corte autoritario y capitalista como el Ruso (y que ha debilitado en los últimos años la democracia y ha impulsado una agenda de expansión imperialista), ha generado complicidad en personas progresistas y en ciertos gobiernos de izquierda. Para muchas personas afines al pensamiento crítico, pecan de ingenuidad en creer en el canal de noticias RT, como un medio veraz y alternativo, aun cuando de muros para afuera este medio es hábil en mostrar las desigualdades y violencias y un discurso anti-Estados Unidos, pero de puertas hacia adentro, son incapaces de mostrar las tácticas violentas que realiza el gobierno ruso a la oposición, los fakes news, el apoyo de Trump a Putin, los golpes y ataques a las instituciones, y mucho menos en señalar la virulencia de la oligarquía y de reconocer la censura de la libertad de expresión que se vive dentro del país.
Intuimos que si queremos sobrevivir a la guerra, necesitamos empezar por reducir los grados de polarización que nos enfrentan unos otros, donde la táctica es buscar a toda costa que unos ganen y otros pierdan; es muy útil reconocer nuestra propia capacidad de violencia, mayor capacidad por mantener la paradoja y paralelo a esto, es perentorio como política global, fomentar el desarrollo interior y cultural de la población, específicamente andamiaje institucional para el apego seguro, sanación colectiva de traumas, mayor desarrollo emocional e intelectual, así como mayores habilidades de empatía, generosidad, creatividad, capacidades de conversación y trabajo con múltiples perspectivas.
En otra escala del asunto, es necesario crear nuevos órganos internacionales que medien estos conflictos entre Estados, desarrollar y fortalecer un sistema global de seguridad internacional y una mayor profundización en los procesos de democratización de todos los países. Evitar optar por tomar la vía rápida (tanto la vía ideológica anti-imperialista como la anti-rusa, (trascender la posguerra), porque se pierde mucho sobre lo que realmente está pasando y más que ser parte de la solución se sigue siendo parte del problema. Por otra parte, es preferible democracias fallidas y por construir, que las dictaduras totalitarias. Somos conscientes que ni Rusia ni China, ni tampoco Estados Unidos, representan alternativas y modelos a seguir, ambos son expresiones monstruosas del capitalismo, por lo tanto debemos conformar un frente global de articulación de democracias y una nueva internacional cosmopolítica (aquí el Sur-Global debe articularse y posicionarse en coalición como una fuerza global importante). Finalmente tenemos que reconocer que los pueblos tienen libre albedrío, auto-determinación y no son como muchas veces se quieren mostrar títeres de imperios. Según afirma el activista ucraniano Taras Bilous: " la izquierda internacional no debe ver a los ucranianos solo como víctimas: nosotros también tenemos nuestros propios puntos de vista sobre lo que nos gustaría que fuera nuestro país y estamos dispuestos a luchar por ello".
Hanzi Freinacht, en una publicación reciente en Médium, afirma que Rusia apoya a otros gobiernos de corte autoritario en varias partes del mundo e insinúa "que si el autoritarismo pierde su bastión en el hemisferio norte y uno de sus mayores agentes mundiales, es probable que el mundo se convierta en un lugar más democrático y cooperativo".
Queda la esperanza que entre más dure la guerra más desencanto habrá en la sociedad rusa (recordemos que habrá elecciones en el 2024),... ojalá este conflicto no desencadene una tercera guerra mundial, sino que sea un cambio hacia mayor descentralización del poder, una transición a energías renovables, fortalecer las instituciones sociales, mayor profundización en las libertades civiles y una bienvenida a una gobernanza global más transparente y democrática.
Comparto a continuación, algunas referencias importantes del campo de los medios alternativos y de las ciencias sociales (tales como sociología, historia, filosofía y líderes sociales) que invitan a comprender la invasión de Rusia a Ucrania:
• The world is unpredictable and strange. Still, there is hope in the madness por Rebecca Solnit: https://www.theguardian.com/commentisfree/2022/mar/05/world-is-unpredictable-and-strange-climate-crisis-ukraine
• The antisemitism animating Putin’s claim to ‘denazify’ Ukraine por Jason Stanley https://www.theguardian.com/world/2022/feb/25/vladimir-putin-ukraine-attack-antisemitism-denazify
• Why Vladimir Putin has already lost this war por Yuval Harari: https://www.theguardian.com/commentisfree/2022/feb/28/vladimir-putin-war-russia-ukraine
• Conversación entre Yuval Harari y Masha Gessen https://www.youtube.com/watch?v=mh1mSGEISyc&t=1253s
• La defensa de la libertad frente al auge del totalitarismo por Timothy Snyder. https://www.youtube.com/watch?v=uE4wTxljGaE
• Activando nuestro sistema inmunitario global por Thomas Hübl
https://www.youtube.com/watch?v=HjcolzFbGOw
• Qué piensan los rusos de la guerra en Ucrania - Entrevista a Lev Gudkov
https://eleconomista.com.ar/internacional/que-piensan-rusos-guerra-ucrania-n51381
• 10 Action Points on Russia-Ukraine por Hanzi Freinacht
https://medium.com/@hanzifreinacht/10-action-points-on-russia-ukraine-984cc1e4f39b
• Primate Politics and Vacuum Bombs por Daniel Pinchbeck https://danielpinchbeck.substack.com/p/primate-politics-and-vacuum-bombs?s=r
• The Putin Doctrine por Angela Stent. https://www.foreignaffairs.com/articles/ukraine/2022-01-27/putin-doctrine
https://www.opendemocracy.net/es/democraciaabierta-es/carta-izquierda-occidental-desde-kiev/
• The war in Ukraine and the Global South por Taras Bilous https://commons.com.ua/en/vijna-v-ukrayini-ta-globalnij-pivden/
• El anti-imperialismo de los tontos https://vientosur.info/eclipsar-al-pueblo-a-base-de-desinformacion-siria-y-el-antiimperialismo-de-los-tontos/
No hay comentarios:
Publicar un comentario