lunes, 21 de octubre de 2019

Joker

Vayan a ver Joker, una película que está en cartelera y que expone una variedad de problemáticas presentes en la sociedad: la vulnerabilidad del ser humano, los traumas infantiles y su herencia intergeneracional, la poca empatía de la sociedad, la orfandad y la ausencia de padres e instituciones sociales, la precariedad de los placebos farmacológicos y también de las ayudas psicológicas exclusivas en la palabra; la película es un retrato de la psicología de un marginado social, una persona que ha sufrido y que nadie ve, la historia de un comediante y su gran tragedia y que puede extrapolarse a cualquier persona, a quienes han estado padeciendo el dolor por muchos años, sometidos abusos y que han sido excluidos, la vida de los criminales y su trasfondo vital, el reflejo de su ira y su resentimiento, así como también es una película que muestra una radiografía de las personas e instituciones que violan la dignidad de las personas y de seres que curiosamente gozan haciendo daño a otros. 
La sociedad se ha edificado sobre muchas mentiras que hoy exponen crudamente sus terribles consecuencias. He pensado últimamente que el sufrimiento (y también la verdad personal) es un bien común de la humanidad y un aspecto crucial de este tiempo, que nos insta a conversar, a conectar, a comprender y a mirarlo más de cerca, a saber en qué partes del cuerpo habita, hacer justicia y proponer soluciones integrales, ya que en el planeta, en todos los países, familias y en nuestras propias vidas personales hay mucho de esto, pero la mayoría de veces preferimos evitarlo. 

Leí hace poco dos novelas de no-ficción de Emmanuel Carrère, la primera, “El adversario”, en la que retrata la vida de un asesino, Jean-Claude Romand, quien mató a su familia, después que su vida erigida a base de mentiras y embustes, colapsara…y otra mucho más impresionante, que se titula “De vidas ajenas”, donde se hace inteligible aspectos muy profundos de la psique del ser humano, el valor de la belleza, la solidaridad y la tragedia y los intríngulis del mundo interpersonal. 


También es ejemplar “Crónicas de un asesino en serie” de Bong Joon-Ho, un film que relata una historia de la vida real de un asesino en serie que en los años 80 asedió una provincia Surcoreana, aunado a los falsos positivos judiciales y las dificultades de dar con su paradero. Como en todas las películas, no está solo en lo que vemos, sino en las reflexiones y acciones que suscitan, en las decisiones que tomamos después de vivir tan de cerca las desigualdades que habitan en nuestra trágica y bella humanidad. La lección principal que me deja Joker, es que debemos elevar el nivel de empatía y compasión en la sociedad, no acumular dolores y traumas, ni menos postergar la relación con el sufrimiento, ni alargarlo más de la cuenta, ya que esto además de amagarnos puede llevarnos fácilmente a la venganza y la destrucción. Veo también que las artes, la creación, la expresión, la escucha, la confianza, la verdad y la justicia social y transpersonal ofrecen enormes posibilidades para el cambio, la resiliencia y la sanación.

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