La llegada fue una gran aventura. Salí en avión
de Bogotá hacia Quibdó. Al llegar me desplacé por tierra hasta Puerto Meluk (cabecera
municipal del Medio Baudó) donde salen las champas hacia Puerto Pizarro. Casi 8
horas de viaje. Al llegar a Meluk, nos encontramos con líderes indígenas y sus
familias, también con jaibanás que llegaban de otros resguardos (Catrú Dubasa
del Alto Baudó); uno de los líderes, Leonardo Tapí, quien compartió generosamente la
cosmovisión de su pueblo, la ley natural, cantos, danzas, pintas, mitos, ritos
propios de los Dobida (Hombres de río). La cosmovisión se representa en su
Tambo, a través de los cinco mundos, la relación con el territorio y el
conocimiento de las plantas nos acercan a su riqueza natural y diversidad de
prácticas culturales advierten la conexión sensible a través de los símbolos que
son vivenciados a través de ritos.
Algunos de los temas tratados fueron los ciclos
de vida, la familia, la salud, la pedagogía propia y sobre sus concepciones de
mundo. Reconocen importante como propósitos de la educación de los niños y
niñas compartir actividades cotidianas de su cultura, como regar maíz, cazar,
organizar la casa, limpiar la canoa, saber nadar, trepar árboles, reconocer las
huellas de los animales, tejer, el sentido de las fases de la luna, entre otros. Frente a la gestación, nos cuentan que los
pájaros cantan sus nombres (ui uitru, guaco) y que algunos despiertan al sol
y visitan a la mujer que está
embarazada; un ritual que se hace cuando los niños nacen, es que toda la familia que está junto a
él, sea la hora que sea se bañan en el río para que el niño no salga perezoso.
La ombligación (un ritual con el ombligo del
recién nacido) que se hace en luna llena y es realizado triturando huesos de
animales, plantas o minerales y aplicado en el ombligo del niños, con el fin de
otorgarles cualidades de energía, vitalidad, fortaleza; este ritual es hecho
por personas (hombres y mujeres) sabedoras de su comunidad. El bautismo (a los
seis meses) es un festejo que se hace en el tambo (casa) donde se comparte
guarapo o chicha y se hace para que el
bebé tenga poder en el cuerpo. Muchas enseñanzas son contadas oralmente
a través de historias y mitos. Las pintas de las niñas y niños en su cuerpo con
jagua, se hacen con el objetivo de protegerlos y para que no se enfermen y
hacen parte de su escritura. Si es niño se realiza pictograma de oso y si es niña
o mujer como trapiche. Los papás como
tigres. Y las mujeres casadas o embarazados tienen otras representaciones.
Río Baudó
Otra práctica que realizan los Dobida, consiste
en bañar a los niños en luna llena (en señal de agradecimiento) y darle a los
niños huevos de iguana para que aprendan a nadar rápido. Se usan artesanías como
collares en chakiras, la construcción de canoas y la utilización de la madera.
Otra práctica que en esta oportunidad compartieron fue la de la medición con un
hilo para saber si los jóvenes ya han tenido relaciones sexuales.
Su pedagogía está basada en el fortalecimiento de
su lengua, la relación con símbolos y aprender haciendo en comunidad; es
primordial en las prácticas pedagógicas, la vida cotidiana, el canto y la danza, prácticas
de agradecimiento, la relación con la naturaleza (hablarle), y estrategias como
la minga, el trabajo en la chagra y diversidad de rituales donde se vivencia la
cosmovisión. Aprender a vivir y a ser gente conforman la intencionalidad de su
proyecto pedagógico ancestral, donde los maestros son los abuelos y los niños, semilla
de pervivencia de la cultura.
Mujeres Embera Dobida. (Pizarro-Chocó)
La construcción de la casa – tambo, que esta
propuesta quiere reconstruir, sería un ambiente educativo fundamental para recordar
juntos con los niños las historias originarias. A pesar de que la cultura se ha
visto afectada por la progresiva introducción de hábitos de vida occidentales, el
conflicto armado, el desplazamiento de las familia y la desatención del Estado,
se percibe en los líderes indígenas la urgencia por vivenciar desde la primera
infancia, la riqueza cultural; una de las propuestas que surgió en este encuentro fue vincular la casa de abuelos y abuelas sabias para formar
a los operadores de la primera infancia, así como tener una huerta comunitaria como
fuente de medicina y alimento y el reconocimiento de la diversidad natural y cultural.
Para concluir, podríamos decir que algunos
aspectos clave en la educación propia de la comunidad Embera Dobida (Bajo Baudó
Chocó) se recogen en: territorio, espiritualidad, rituales, ley de origen, conexión con la naturaleza; los rituales que se realizan a mujeres
embarazadas y niños recién nacidos (ombligada, bautismo, pintas con jagua); los
espacios como la casa (tambo), el jardín medicinal y espacios sagrados
(río, la selva, territorio) como sus ambientes educativos; la recuperación de
juguetes tradicionales, historias, artesanías, cantos, rondas, arrullos y danzas;
las habilidades que debe promover la educación propia están íntimamente
relacionados con la vida cotidiana; tales como, nadar,
pescar, tejer, danzar, jugar, cantar, hacer sus juguetes propios, reconocer los animales peligrosos,
trepar árboles, sembrar sus alimentos, disfrutar de actividades en comunidad;
los actores de la modalidad propia en la educación inicial, que tienen el rol de garantizar el desarrollo integral de los niños y
niñas, son las familias (primer y más importante educador de los niños), la partera, el jaibaná (sabio y médico tradicional), tonguero (hace el diagnóstico de la
enfermedad), el guiador (auxiliar pedagógico) y abuelos y abuelas sabios.
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