CASA
DE PENSAMIENTO PAYACUA
Ayer estuvimos
conociendo la Casa de Pensamiento Payacua,
espacio que ofrece formación intercultural a primera infancia perteneciente de
las comunidades indígenas NASA, Pasto, Eperara, Embera, así como población afro y mestiza. El
lugar está situado en la localidad de los Mártires, en el sector de Ricaurte
(Bogotá-Colombia), caracterizado por ser un territorio industrial y además
habitado por comunidades desplazadas por el conflicto armado y por familias que
han llegado en búsqueda de alternativas laborales.
La llegada fue impactante, ya que actualmente
están trabajando como saber armonizador
la música y era perceptible escuchar y sentir en todos los espacios una
atmósfera sonora festiva, plena de atención y disposición de los bebés y los
niños por las melodías que el sabedor
compartía. El sabedor representa la figura de un líder cultural tradicional
indígena que junto con las maestras acompaña el proceso educativo. Su función no
es enseñar, sino como lo sugiere la pedagoga Barbara Rogoff “ofrecer un
aprendizaje por medio de la participación intensa en comunidad”[1].
Luego nos sentamos al lado de una
Maloka especial para los niños, que además de estar diseñada con objetos
reciclados, es actualmente el espacio donde comparten semanalmente sus
creaciones con las familias. Allí nos dispusimos a conversar con Gloria Orobajo,
(Directora de la Casa) quien nos dio la bienvenida y se dispuso con mucha
pasión y generosidad a contarnos la historia del lugar, de los niños y
culturas, así como los valores y principios que orientan las prácticas pedagógicas
que allí se desarrollan.
Maloka infantil
TERRITORIO
Gloria expresó que el territorio
tiene mucho por decir, que necesita ser escuchado y tejido, junto con la cultura
y las historias de vida de todos los niños. Señaló en varias ocasiones de la
conversación la importancia de observar los gestos y la corporeidad tan heterogénea
de los niños que habitan estos espacios interculturales. Comentó que las maestras universitarias no
están preparadas cuando de educación intercultural se trata…..que en el cuerpo
residían rasgos de la identidad de los niños y que existía una enorme oportunidad
para las maestras de rescatar esa singularidad y diversidad para el trabajo
pedagógico. Habló también del cuerpo como territorio.
CUERPO
Inició con una pregunta sobre qué es
el cuerpo? Y nos invitó a compartir
algunas experiencias – memorias vitales alrededor de nuestro cuerpo. Para ella
un hallazgo importante que ha dejado la relación con comunidades ancestrales es
que el cuerpo es memoria, colmado de historias de vida, de experiencias; para
esta experiencia, la dimensión corporal connota tres funciones: el cuerpo como
expresión; como fuerza motriz y como fuerza relacional. Se cierra el primer momento compartiendo dos
dimensiones a trabajar con los niños respecto al cuerpo: la expresión y el autocuidado.
SEGUIMIENTO
Otra señal importante que expuso fue
respecto al seguimiento al desarrollo de los niños, afirmando que deben
cotejarse con información proveniente de múltiples fuentes y puntos de vista
que ofrece la familia, los sabedores y los maestros. Y frente a este punto,
mencionó la necesidad de recordar las tradiciones y saberes familiares, urbanos,
populares y ancestrales acerca del cuerpo y el bienestar, es decir, sobre cómo
curar, cómo mantener el cuerpo vital y cómo vivir mejor.
Espacio de tejido
APRENDIZAJES
Frente a los aprendizajes, la
directora señaló que no trabajan por temas o contenidos sino por saberes armonizadores. Estos se refieren
a saberes que son esenciales para la vida, que contribuyen al desarrollo
integral de los niños y que tienen la característica de seguir nutriendo posteriormente
la vida como adultos. Son saberes que no tienen por función ser explicados, sino
que están integrados a experiencias sensibles mediante el aprendizaje en
comunidad
Palo de lluvia y muñeca
de madera (pachamama)
CALENDARIO LUNAR
Una herramienta pedagógica muy
inspiradora de esta Casa de Pensamiento es el calendario lunar, que sirve para
articular las prácticas y las planeaciones de acuerdo al ciclo lunar, buscando
una conexión de los niños con la naturaleza y sus movimientos.
· En luna nueva (que no se ve), se sientan las bases, la raíz. Es el
momento para fortalecer el trabajo en comunidad con las familias
· En la luna creciente, los procesos están encaminados a experiencias
corporales y artísticas
· En luna menguante: se trabaja la medicina y la revisión del cuerpo.
· Y en la luna llena, las prácticas están orientadas al trabajo en/con el
territorio.
Espacio para las
plantas medicinales.
AMBIENTACIÓN
La Casa está abierta al diálogo de
saberes entre lo urbano y lo ancestral, buscando que de esta mezcla surjan nutritivas
experiencias para los niños. Se observa en la ambientación de los espacios, el
trabajo con material reciclado y elementos de la naturaleza - a través de mandalas
con piedras, telas y semillas - tejidos y expresiones artísticas y artesanales.
Hay una muestra de instrumentos musicales, perchero con trajes y disfraces,
telares y hamacas construidas de la mano de los sabedores. También se
publicitan en los muros de la Casa el trabajo de los niños y existe un lugar muy
curioso donde se mezcla la medicina natural (información acerca de los usos
medicinales de las plantas) con el botiquín tradicional; también hay un espacio
para la cocina, las reuniones de ámbito familiar y para las madres gestantes. Está
en proceso la creación en la terraza de una huerta y están a la espera de los
apoyos técnicos que ofrece el Jardín Botánico de Bogotá.
Componente pedagógico
El segundo elemento del componente
pedagógico es lo que denominan el orden natural.
Aquí se resaltan dos aspectos: la familia y los entornos naturales. En este
último es muy importante las prácticas de cuidado, la exploración de escenarios
de la ciudad y la prácticas que favorezcan la solidaridad entre las personas y
la reciprocidad con la madre tierra.
huerta comunitaria en
la terraza
El tercer elemento son los principios de la vida comunitaria,
aquí se destacan la minga o trabajo comunitario a favor del bien común; las
prácticas de cooperación y solidaridad (para fortalecer el vínculo) y el
compartir la palabra de origen en comunidad. Gloria, termina diciendo que han
llegado a la conclusión, que más importante que trabajar la identidad con los
niños es fortalecer los vínculos y el clima relacional. Más que abordar los
intereses individuales, observan lo que al compartir potencia su bienestar
emocional y relacional. Como cierre de la conversación, nos comparte tres lanas
de diferentes colores que representan los tres hilos orientadores del
componente pedagógico (cuerpo – orden
natural y vida comunitaria) para que realicemos una trenza y así concluyamos
este bello encuentro.
[1] “los niños toman parte en
las actividades de su comunidad involucrándose con otros niños o adultos en
procesos rutinarios y tácitos, o también explícitos, de colaboración (tanto en
presencia de los otros como en actividades socialmente estructuradas) y que a partir
de tal proceso de participación se preparan para su ulterior participación en
situaciones semejantes” http://pedagogiadialogante.com.co/documentos/articulos/Los%20tres%20planos%20de%20la%20actividad%20sociocultural%20Rogoff.pdf
1 comentario:
Hola, quedé muy interesada en la experiencia y me gustaría ir a visitar este jardín. Podrías darme alguna información mi correo es nibethduca@gmail.com
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