lunes, 20 de abril de 2020

Memorias Pandemia Parte III

17. La perspectiva del teletrabajo y de la educación virtual trasciende la destreza en el manejo de recursos técnicos. De nada sirve seguir haciendo lo mismo con tecnologías sofisticadas. Cambiar la botella y el empaque y seguir vendiendo el mismo vino. Los maestros y profesionales se enfrentan a varios retos, para que no queden abrumados en no tener tiempo y ser precarizados laboralmente. Aquí algunas ideas: Ampliar las perspectivas y pensar entre sistemas. Jugar a no saber. Darse la oportunidad de aprender de todas las experiencias y personas. Navegar con mapas más incluyentes e integrales. Incluir trabajo de alfabetización emocional. Pensar redes de apoyo y acciones solidarias locales y globales. Articular en el trabajo, la vida personal, lo profesional y lo ciudadano; el arte, la ciencia y la tecnología y la espiritualidad; el yo, el nosotros y el ellos... el trabajo espiritual debe incluir el trabajo con la sombra; crear micropolíticas del amor y la amistad…ciencia casera ciudadana....experimentos que puedan coccionarse y pilotearse en cada casa...el planeta una sola aula...el aula un universo...laboratorios de utopías y distopías...el despunte de la imaginación política y la ciencia ficción....guías multimedia para la transición de la consciencia humana y social, para la crianza compartida y la educación libre... kit de herramientas solidarias para momentos de confinamiento.

18. Aprovechemos que la banda ancha física y sutil (el aula) está abierta las veinte y cuatro horas, para conectarnos más profundamente con nosotros mismos y con los demás, para actualizar los sistemas operativos y GPS interno, para vivir con mayor apertura, empatía, libertad, amor, imaginación y mucha inspiración.
19. Es un mantra permanente de los maestros expresar el poco compromiso de las familias en la educación de los hijos y también se escucha a menudo lo lejanos que están los currículos de la vida. Por las condiciones actuales, sobreviene un tiempo para reinventarse el propósito de la educación y fortalecer de nuevo el juego, el vínculo, la confianza, una nueva crianza compartida y así hacer algo creativo que acontezca en las relaciones. Recordemos que son más importantes las interacciones y los lenguajes que los contenidos y a su vez, son más valiosos los desafíos que las tareas. En la educación integral, donde me ubico políticamente, trabajamos en todos los cuadrantes y hacemos énfasis especial en el cuerpo, mente, espíritu y sombra; en las relaciones, comunidades, trabajo, economía, sistemas e instituciones.

20. Si vamos a emplear las tecnologías en contextos educativos, podemos pensar en reto, performance, expresión, experimento, colaboración, transmedia...no solo en hacer lo mismo con nuevas herramientas. Los pilares de la educación virtual en este momento son la creatividad, la generosidad, la red, la conexión y la acción solidaria global; algo que advertimos, todos estamos invitados a empezar a testear en cada uno de los hogares del mundo. Hoy como nunca podemos empezar a diseñar clases para millones de personas. El Aula tiene hoy una perspectiva y dimensión global. Como inspiró la escuela del instante hace unos años, en cada casa un aula, un mundo vibrante de experiencia.

21.Frente al contexto de la virtualización de la educación, algunos profesores saltaron a las redes proponiendo el mismo curso; otros descansaron dejándolo todo a merced de contenidos y actividades mecánicas, una gran cantidad de profesores y ciudadanos han venido escuchando más la situación como oportunidad y están jugando más, liberándose de la mediocridad, de las disciplinas, integrando más complejidad mediante la sencillez, creando nuevas reglas de juego en lo cotidiano. Algunas actividades que podemos hacer van desde hacer de comer juntos, contar historias, jugar a cantar y danzar, meditar, ver películas y recrear con celulares escenas y secuencias, montar coreografías musicales familiares, diseñar ambientes con lo que tengamos al alcance,.…hacer libros de poesía, rediseñar ropa vieja, hacer artesanías, crear álbumes fotográficos con las mejores experiencias, dar regalos a quien se encuentre, disfrazarse y construir personajes cómicos y sentarse a cenar así. Jugar a explorar tesoros perdidos en las casas…juegos de luz y sombra con linternas, masajes, clases de acondicionamiento físico, limpiar los espacios físicos y la papelera de reciclaje mental. Hacer una comida mezclando alimentos que casi nunca usamos.

Cada maestro tiene la oportunidad de volver a la nueva infancia, a un optimismo ingenuo y a una imaginación política futurista. Recuerden que ya estamos soñando el otro siglo. Todo lo que producimos ahora es alimento para las futuras generaciones. Siguiendo con actividades también pueden jugar a hacer cosas absurdas, volver a los 17, rediseñar ropa, crear ambientes con lo que tengamos al alcance, construir la banda sonora de la vida, contarse cosas que nunca antes se habían dicho; hacer cartas audiovisuales sobre utopías-distopías de la sociedad, podcast, películas, radio-novelas, infografías, memes, youtubers...en donde comparten con los amigos y con el mundo sus pasiones y talentos. Invitar a soñar, crear y mejorar en todas las relaciones (Yo, Nosotros, Ellos). Realizar más arte, prácticas de gratitud, contemplación, perdón, conexión y creatividad pueden ser excelentes pretextos para hacer de las educación virtual, las prácticas pedagógicas y de este mundo algo mejor.

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