Ahora se hace demasiado importante, en clave de educación política y de reconstrucción colectiva planetaria, compartir entre todos las "utopías relativas" que sentimos, intuimos y en las que nos comprometemos juntos a participar. Es el tiempo oportuno para definir cual es el plan maestro, los programas, proyectos, acciones, con quiénes, los cómo, cuándo, qué, para qué, dónde...pintémosla pues....
Es evidente que para muchos de nosotros los últimos dos años han sido difíciles, complejos, dolorosos, emocionantes, reveladores, paradójicos, donde los hábitos cotidianos, formas de trabajar, estudiar, consumir, crear, interactuar y amar, se han visto radicalmente transformados. Una relación con la Vida y la Muerte muy intensa, así como con la alegría y el dolor y con muchos opuestos y ciclos que parecían estar ocultos y en contradicción permanente, pero que hoy, fruto del privilegio de poder parar y contemplar, de la intimidad con las verdades y el silencio, son encarnados en unidad.
En este blog: http://ciberciudadanias.blogspot.com, desde que inició la Pandemia, he venido escribiendo eventualmente un diario como un medio para compartir perplejidades, hallar sentido a lo que iba viviendo, comprendiendo y aconteciendo. Textos que son una extensión de mis etnografías húmedas, relatos cortos, azarosos y resbalosos de lo que voy imaginando, leyendo y senti-pensando.
Me gustaría compartirte algunas pinceladas, sueños, utopías, tendencias que a futuro, pasada la Pandemia, podrían, con muy buena organización interna, amistad fecunda y algo de post-activismo, asentarse a nivel social. Son una especie de intuiciones, corazonadas, horizontes de posibilidad para conversar, no son la última palabra, a lo mejor, refulgen como destellos y síntesis en clave de ingenuidad informada, algo que posiblemente veremos (o estaría bien para todos ver) en los próximos años:
Aumento del voluntariado, la enseñanza universal y el altruismo. Incremento de opciones educativas alternativas a la educación formal y el surgimiento de nuevas profesiones y oficios. Una mayor intensidad y pugna en los debates sobre el equilibrio entre la privacidad y las libertades civiles. Mayores interrelaciones entre el estado, la sociedad civil y el mercado. Alza del fervor religioso, tanto de la religión etnocéntrica (aquella que se expresa en las creencias fijas, el gurucentrismo y la evangelización de quienes están obsesionados literalmente con un mito y un enemigo común), como la religión cosmocéntrica, (espiritualidades más abiertas, reconstructivas, planetarias y en conexión con lo humano y no humano). Un mayor descrédito hacia las instituciones, los partidos políticos y la ciencia...esto provocará además de un incremento de la desinformación y el surgimiento de teorías más imaginativas de la conspiración, que la investigación científica se hibride con la ciudadanía, las artes, la ancestralidad, la política global y la espiritualidad.... la pandemia llevará a las personas a reevaluar sus interacciones sociales, haciendo crecer la empatía y conexión por los demás. Una evolución de la intensidad de la amistad, será el incremento de la compasión y luego el resplandor de la telepatía. Los hombres aportarán más al cuidado y trabajo en el hogar y debido al activismo feminista sostenido, habrá una mayor consciencia de la interdependencia entre los géneros, más amplia consciencia de la diversidad sexual, el respeto y la inclusión. El trabajo en casa persistirá pasada la pandemia, y muchas empresas no integrarán a alguien solo por sus títulos obtenidos en la academia, sino por su experiencia, visión, inteligencia interpersonal y por todo aquello que han aprendido por fuera de las instituciones formales.. en el futuro laboral próximo no va gozar de exclusividad los títulos académicos del CV (currículum vitae), la velocidad de aprendizajes, los logros individuales, sino que se mirará la capacidad de curiosidad, asombro, interdisciplinariedad, el pensamiento crítico, así como también la organizada documentación en línea de las experiencias y proyectos, la valoración alta en varias inteligencias y qué tanto puede abordar en equipo problemas complejos, probabilísticos locales y planetarios. La elección de alguien para un trabajo, no va ser el énfasis en la observación y puntaje de sus logros y éxitos individuales institucionales, sino que será crucial y más valorado lo que una persona ha aprendido, intentado y liderado fuera de las instituciones, en las localidades, en la red, entre sus amigos y en contextos ciudadanos. La educación será híbrida, es decir, virtual y presencial, y con un enfoque más centrado en proyectos territoriales con consciencia global. El turismo extractivo disminuirá y comenzará el auge del turismo comunitario sostenible. La economía entrará en recesión y habrá más recortes de gasto para cultura y educación, desempleos de muchas profesiones y oficios y también habrá el surgimiento de criptomonedas, monedas sociales complementarias, mayor consciencia del ahorro y mejores inversiones orientadas al buen vivir. Es probable que el sector de la construcción aumente, mayoritariamente la construcción de casas y ecoaldeas en zonas rurales, así como mejores espacios públicos urbanos para compartir y disfrutar en familia. Las licencias de maternidad y paternidad se ampliarán, la opción del aborto y eutanasia será legal y el horario laboral se flexibilizará, disminuyendo las horas de trabajo. Incluso habrá más valorización de los trabajos de cuidados. Las oleadas migratorias serán incriminadas y resistidas por las políticas públicas globales, aunque en otros casos habrán nuevas voces y perspectivas sobre la convivencia y la inclusión. Nadie será ilegal. Habrá un surgimiento de plataformas políticas nacionales y trasnacionales nuevas, que emergen de los (ciber)ciudadanos y una democracia más directa y co-creada por muchos. Habrá una mayor consciencia de la primera infancia y de la vejez y de lo que ambos grupos etáreos puede aportar al bienestar y sabiduría de la sociedad. Todas las personas aprenderán a tocar un instrumento musical. Se modificarán muchos rituales de la vida cotidiana, las fiestas familiares, encuentros, celebraciones y los cumpleaños tendrán un componente más regenerativo y consciente. Los índices de estrés postraumático se elevarán, y la salud mental se volverá una prioridad para toda la sociedad. Vendrán nuevas pandemias y plagas debido a la deforestación, extractivismo salvaje y malas prácticas en relación con mercados de animales y extinción de ecosistemas. El clima aumentará y habrá algunos colapsos en los territorios y escasez de bienes comunes. La renta básica universal y la atención médica para todos será un derecho efectivo de cada ser humano. Los impuestos a la acumulación excesiva de riquezas y a los grandes usurpadores de bienes comunales será una realidad con el fin de hacer un fondo de los comunes en todos los países. Habrá un año sabático (cada 10 años) para las personas adultas mayores de 35 años junto con la oferta de espacios educativos cosmopolitas y de transformación personal y de acción colectiva donde puedan las personas interactuar con otros para fortalecer sus sueños, tramitar traumas e iniciar nuevos proyectos. Los eventos deportivos, conciertos y fiestas aumentarán, vendrán épocas de mucha interacción social. Incluso podría aumentar la tasa de natalidad...las relaciones de pareja con buenos cimientos se mantendrán y seguirán creciendo y las que estén agrietadas y rotas, colapsarán. También es posible que de los amores líquidos, pasemos a compromisos más fecundos, amores conscientes y el viaje con compañeros del alma. Fortalecimiento de la amistad, que es en efecto el verdadero poliamor. Podrán también venir, pasada la pandemia, innovaciones tecnológicas y sociales de gran alcance y escala. El arte y la cultura perderán un poco el narcisismo, la competencia y la insularidad, y se implicarán en el maridaje del trabajo interior y el cambio social. También veremos un arte con mayor despliegue de consciencia global, abordando problemáticas que nos conciernen a todos, mayor fervor de las literaturas utópicas, el solarpunk, novelas con mayor presencia de un activismo científico, más informadas interdisciplinariamente, integración de lo no humano, y lo espiritual y evolución de universos y narrativas mitológicas de ciencia ficción. Vendrá una oleada del realismo mágico en todas las áreas de conocimiento, igualmente vendrán las terapias con psicodélicos, psilocibina, marihuana, LCD, ayahuasca, entre otros. Mayor consciencia de los estados de consciencia y paralelamente a esto, la integración de prácticas para el cuerpo físico y el cuerpo sutil, mayor despliegue en los territorios del yoga, la atención plena, el deporte, la contemplación, rituales de conversación entre amigos, la crianza compartida, la cocina y la sexualidad consciente, la agricultura familiar, las caminatas y el cuidado y contacto con ecosistemas naturales. También habrá mayor consciencia de los ciclos de Vida y Muerte y de las implicaciones de nuestros consumos, de la huella sutil y material que dejamos a las futuras generaciones. Cada año que pasa, tendremos la fortuna con nuestros seres queridos y red de amigos de hacer la Minga para cultivar árboles y alimentos en nuestros vecindarios y comunidades. Habrá una mejor intimidad con los sueños, el mundo sutil y las realidades alternativas al mundo que vemos con los sentidos, asimismo, vendrá el surgimiento de los viajes interdimensionales y espirituales. Es más probable en estos tiempos donde el sufrimiento, el dolor, la enfermedad, las crisis sistémicas y los duelos están a flor de piel, en una escala planetaria, que nos abramos con mayor facilidad y generosidad a compartir con otros nuestros miedos, inseguridades y vulnerabilidades. Cada tanto, las parejas, familias, amigos y colegas en espacios laborales, a partir de estas contingencias críticas, abrirán los corazones y los poros para la limpieza, la sanación, (integración), la mejora de la inteligencia emocional, tramitar los dolores más profundos, expandir la ayuda mutua, la gratitud y la compasión... resetear y actualizar el sistema de pensamiento (la metáfora, el mito, la cosmovisión y la utopía) y restablecer las prioridades de la acción individual y colectiva. Se conocerán muchas más verdades acerca del conflicto mundial, de los monopolios, de la guerra y conflicto armado y se iniciarán procesos de verdad, restitución y regeneración para el conjunto de la sociedad. La inteligencia artificial será puesta para las mejoras de la salud, la movilidad, el altruismo y la buena vecindad. Habrá un impulso de la ciencia ciudadana y de redes de acción local con consciencia sistémica y global. La justicia penal se desarrollará mucho más, será más efectiva, de matriz más restaurativa y se penalizarán los ecocidios, impuestos a los extractivismos desmesurados, y la obligación a una mayor reciprocidad de los negocios y empresas. El capitalismo consciente, negocios que aportan a la salud, bienestar de todos los actores implicados, tendrá un realce, y las empresas que solo piensan en maximizar beneficios y sólo pensando en sus ganancias disminuirá su consumo. Se obligará a todas las empresas el etiquetado de productos sostenibles, que permitirá ver por códigos QR, toda la información relacionada con el producto, sus proveedores, materia prima, el trato justo con todos trabajadores y toda la cadena de implicados y aporte al cuidado de la comunidad y de los bienes comunes..
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