jueves, 25 de febrero de 2021

Ayer me soñé con Miles Davis

... ya de noche, saliendo de un misterioso y oscuro lugar, parecía como un pueblo abandonado, no se veía ni un alma por las calles; estaba caminando en círculos y no encontraba fácil la salida, de repente escucho a una persona susurrar acerca de un concierto de Miles Davis, yo me emociono, pero veo todo muy solo para tan popular y magno evento y por la escenografía, sospechaba para mis adentros de un show bastante inverosímil. Me siento en un sitio a esperar y después de unas largas horas, empiezan a desfilar como en una procesión religiosa, cámaras, periodistas, fans y un puñado de gente. Cuando anuncian la llegada del artista, me hago expectante cerca al edificio-museo, brotan gritos y una que otra lágrima, un grupo de amigos ondean banderas surrealistas de Mati Klarwein, hay en el ambiente una emoción vibrante de la gente, luego entra Miles Davis acostado en una camilla Muerto, con un color Morado rojizo parecido a la gente de la India y con todos sus órganos y tripas afuera temblando. La fanaticada lo sigue, los camarógrafos lo inundan con flash y la gente Corea con alegría y tristeza. Finalmente percibo que no era un toque, Miles hace años había muerto, era un performance de un artista para jugar con la idolatría a las celebridades y la incondicionalidad irrestricta de los fans a través de la ficción de un evento. Luego al seguir caminando, veo carteles sobre un festival en otro pueblo a pocos kilómetros llamado "El furor de la posverdad"Entro en un conflicto dentro del sueño: No sabía si seguir dormido o despertarme.







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