Nuestro Tiempo, una película que
se estrenó ayer en la Cinemateca de Bogotá y presenta las tensiones y paradojas
de las relaciones humanas, la familia, el sexo y en especial sobre el amor, el
deseo y la vida en pareja. “Las relaciones de pareja son un campo muy fértil
para mostrar la contradicción entre lo que queremos y deseamos y lo que
esperamos del otro, espacios donde proyectamos nuestro propio egoísmo”.
La primera película que vi de este
director fue Japón (2002), por pura casualidad en el Festival de Cine en
Cartagena y quedé encantado por su estética, movimientos lentos de cámara, la
inclusión de actores no profesionales y la exploración de un ritmo interior que azuza el
inconsciente. Como en muchas de sus anteriores películas, el paisaje es un
personaje clave de los estados interiores y parte importantísima de su poética
audiovisual: un cine que deja muchos silencios para ser contados.
En este film, su esposa e hijos
hacen parte del elenco. Es una ficción sincera, cruel, bella, demasiado real,
un cine de presencia y sensorial, que invita a ver algunas de las
contradicciones de nuestro tiempo, las drogas, las relaciones, el poliamor y la
lógica familiar. Es maravillosa la secuencia donde entra en escena la música
del Muertho de Tijuana.
Para Reygadas, “El cine es
filosofía encarnada, tal vez, la forma más alta de filosofía”...”Para mí solo
puede surgir el misterio— el objetivo último de la creación humana—cuando uno
desdobla la realidad. Si no hay desdoblamiento solo hay copia de la realidad,
que es para mí una de las carencias más graves del cine contemporáneo”.
Polaridades: monogamia vs poligamia; comunicación vs incomunicación; conservadores vs liberales; verdad vs mentiras,
rural vs urbano.
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