El miedo a envejecer es una problemática
latente en las sociedades actuales y un asunto del que se habla poco, ya que en
muchas ocasiones se asocia con el ocaso, la muerte, la dependencia y la pérdida
de la juventud. A mi parecer, es un asunto que vale la pena abordarse, en un
momento en el que el número de personas mayores crece exponencialmente. Tanto
desde las familias, los medios, la publicidad y la cultura se promueve
permanentemente el mito de la eterna juventud y junto a esta, una imagen de la vejez empobrecida y despotenciada.
Las cirugías estéticas han crecido predominantemente en mujeres mayores; es
usual ocultar las arrugas, las canas y cualquier aspecto asociado a lo viejo.
Los hombres, acostumbrados a su virilidad y a silenciar sus emociones, muchos
de ellos toman viagra, se encuentran deprimidos y algunos no saben cómo
gestionar su tiempo libre. La psicología hasta hace muy pocos años empezó a
reconocer el desarrollo en las edades mayores, no obstante, la fuerte negación,
alimenta las depresiones y suicidios (provocados por el no sentirse útil, el
condenarse al ostracismo en un ancianato, el despojo de poder, de empleo, de
ingresos y de propósitos). Ahora bien, son escasos en los medios de
comunicación, ejemplos de personas mayores activas, creativas y autorrealizadas
y parece estar vigente la idea por todos lados de negar la edad. Son muy
escasos también los espacios educativos y de intercambio para personas mayores
y aún faltan propuestas de escenarios que fomenten la vecindad y la puesta en
valor de su sabiduría. Un ejemplo de negación de la edad muy frecuente en
nuestra cultura, se hace palpable al preguntar la edad considerándose algunas
veces hasta ofensivo. Las consecuencias de no aceptar esta condición y reforzar
esta dependencia van desde las cirugías, el aislamiento en ancianatos y la
naturalización de la imagen que tememos. “El mito ha sustituido a la realidad”.
Y como nos cuenta Friedan en el maravilloso libro la Fuente de la Edad...” toda
forma de negación y rechazo de la edad acaba por hacer saltar la temida trampa
que tratamos de evitar”. “ cúanto más negamos nuestra propia edad, más crédito
damos a esa terrorífica aura que rodea a la vejez”.
jueves, 11 de abril de 2019
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