Inicié el pre-escolar en el parque del avión en Cali jugando muchísimo en las calles, rocheliando en Chiminangos, Pance, el Parque de la Caña y sobrevolando el cielo de las rayuelas, vibrando con el rock, el house, el merengue y la salsa, degustando el mango y el chontaduro, poniendo el cuerpo en riesgo con lo que llamábamos "los gorros".
Mi infancia estuvo llena de juego, amistades y en los que empecé a coquetear con los deportes y sintonizando los sonidos de la ciencia; recuerdo escuchar una noche en el Olímpico - conjunto en donde vivíamos en Pereira- un programa de radio sobre ciencia y astronomía; era mínimo lo que comprendía, pero con la atención curiosa de un niño sorprendido por lo que se decía, descubriendo el dilema de "la cuadratura del círculo" y la perspectiva heliocéntrica de Aristarco de Samos, ideas que me provocaron mucho desconcierto, asombro y belleza.
En la adolescencia practiqué intensamente la natación y el fútbol, pasé por la ingeniería, el activismo estudiantil, luego las artes, la educación y un camino autodidacta que, junto con un hogar amoroso, representan uno de los grandes privilegios que tengo.
Mientras mi padre me presentaba discos en vinilo de Samba como Na Baixa do sapateiro, la Bossa Nova de Felicidade, Desafinado y Corcovado y la música tropical de Discos Fuentes, mi madre gozaba escuchando la canción social y las músicas andinas colombianas y latinoamericanas. Ambas experiencias de escucha y también el venir de entornos familiares muy musicales, donde muchos cantan o tocan algún instrumento, me abrieron a las sonoridades del mundo, con una predilección por las músicas afro contemporáneas con muchas dosis de ritmo y groove y una gran colección de música (de estilos como Dub, salsa, soul, electrónica, funk, soul, afrobeat, reggae, Son, cumbia, bandas sonoras, música experimental)
Así como al encuentro con mi padre descubrí la fuerza de la generosidad, el emprendimiento y la disciplina, mi madre ha encarnado el poder efectivo del amor, el autocuidado y me ha brindado un espacio amplio para brillar; de mis abuelos y abuelas, comprendí el valor de la artesanía y de hacer bien las cosas, la presencia y el amor incondicional; paradójicamente, también he aprendido que además de sus bellezas, en el sistema familiar anidan problemas y traumas, círculos repetitivos y loop intergeneracionales en el que ningún núcleo familiar parece salir indemne.
Después de un itinerario que inició en Manizales a principio de los 80s, vivir la primaria y el bachillerato en Pereira en los años 90, el retorno a "la ciudad de las puertas abiertas" a principios de siglo XXI, para comenzar estudios en la Universidad Nacional de Colombia, viajo a Bogotá en el año 2006, sin haberlo ni siquiera imaginado, a trabajar en el Centro de Investigaciones de la Universidad Pedagógica al programa Ondas, una iniciativa de Colciencias que promovía en los colegios el espíritu científico de niños, niñas y jóvenes.
En esta ciudad, cálida y a veces fría, decido entrar a estudiar la Maestría en Educación de la UPN y allí tuve la fortuna de ser investigador del grupo de Educación y Cultura Política, en un intento por explorar los campos del arte, la educación y las tecnologías digitales, un tiempo que recuerdo con gracia, pleno de rumba, derivas callejeras, etnografías, experiencias laborales muy desafiantes, experimentos de activismo urbano y fervor entusiasta por el potencial democratizador de las nuevas tecnologías.
Quisiera contarles algunos aspectos de mi presente y de mi práctica pedagógica. En mis clases suelo trabajar un enfoque metodológico integrado por tres elementos que se cruzan y retroalimentan mutuamente: conexión, comprensión y co-creación. En la conexión, creo ambientes para que los estudiantes compartan e integren sus trayectorias de vida, reconozcan sus dones y limitaciones y a partir de gestos creativos, los animo a fortalecer las habilidades interiores y una intimidad con sus emociones. En la comprensión, facilito conversaciones profundas entre las personas con sus realidades más cercanas y procuro un diálogo vivo con el territorio, viendo el contexto local y planetario como una gran biblioteca de iniciativas con las cuales aprender; y finalmente, en la co-creación, provocando el diseño de experiencias mediadas por las artes, la ciencia y la tecnología para crear experimentos y prototipos de innovación social y educativa a escala local.
Después de haber participado en diferentes proyectos colectivos que han sido mi escuela - como Magma (Revista estudiantil en la UNal), Diseminario (grupo que intentaba comprender la historia del conflicto armado en Colombia) Ciudad-foro (espacio ciudadano para hablar sobre ciudad, literatura y política), Polifonías (itinerancia en casas de amigos para compartir nuestras lecturas y creaciones), Pensamiento sin fronteras, (grupo filosófico y un espacio en Manizales donde se abrían maravillosas conversaciones) Fosa Orbital (grupo que creé con Leo Rangel, para compartir música, proyectos radiales, fiestas como dj y vj) y Sembrando Barrio (colectivo bogotano donde se hacían intervenciones en espacios públicos para la música, la agro-ecología y las economías solidarias) - actualmente vengo liderando la Universidad del Futuro, una plataforma global de aprendizaje integrada por una red de personas, colectivos e iniciativas en América Latina, que inspiran nuevas formas de ser humano, prácticas de educación integral, holística y regenerativa y activismos sociales transformadores.
Otro espacio relacional que disfruto vívidamente es mi hogar, mi compañera, quien me inspira y embellece, me aporta alegría y vitalidad, ofreciéndome día a día calor con su Fogón, energía creativa en movimiento, un ser que amo infinitamente y con locura...son tantos los aprendizajes en la vida en pareja, los sueños compartidos, las peleas, conflictos y tensiones que nos hacen temblar, morir de amor y ser mejores personas. Adoro a Iara María, su hija, un ser de mucha luz con quien he consolidado un amor y amistad extraordinaria y juguetona; mi hermano quien me ha regalado el don de escuchar y su dulzura y mi hermana, estimulado con su potente talento y arte; mi familia ha estado acompañándome y nutriéndome, los amigos y amigas de las que aprendo y disfruto sus mieles, coraje y rebeldía y los adversarios con los que nunca dejamos de aprender cosas nuevas.
Soy un espacio abierto donde resuena la alegría, la magia y la esperanza, un caldero vivo lleno de curiosidad, un latido de preguntas y vitalidad, un ser que imagina cantando y danza la palabra inspiradora, soy el poeta de la rumba, patafísico por naturaleza y artista-educador por vocación, dj, amante del conocimiento, realizador audiovisual y jardinero del amor. Me reconozco como un soñador, autodidacta, entusiasta, alquimista, conector de mundos, enlazador de gentes, saberes y promotor de espacios de conversación, pensamiento y creación colectiva entre personas que están construyendo historias, acciones e inspiraciones para una educación más integradora y holística.
Disfruto la lectura de textos de diferentes ámbitos de conocimiento, jugar con las formas y los colores a través del dibujo, escribir con la luz y la sombra mediante la fotografía, escribir ensayos, tocar guitarra, tambores y cavaquinho, me apasiona el cine, soy un coleccionista de películas y en los últimos años he navegado por la producción audiovisual. Con mi compañera María José, he venido haciendo minidocumentales sobre músicas de tradición oral: 7 videos sobre músicas del caribe colombiano que financió los Latin Grammy; Grandiosa Afrocaribe y su falda larga, la historia de la agrupación de mujeres La Bogotana y un proyecto presonal más reciente sobre mi residencia de aprendizaje en la Escuela Lobitos del Selvatorium en la Sierra Nevada de Santa Marta Colombia.
Después de realizar con Fosa Orbital un proyecto radial sobre músicas del mundo en UN Radio (entre 2008-2010) y hacer unos cuantos podcast independientes, y posterior también a los 111 Episodios de la Universidad del Futuro, actualmente vengo conduciendo y liderando 2 programas radiales: Imaginación Política, con 17 radio, y Pázala Voz, programa del Centro de Educación para la paz, la memoria y los derechos humanos CEPAZ de la Universidad Pedagógica Nacional.
Entre los temas que ahora más llaman mi atención, son la relación con el buen vivir y el buen morir, la espiritualidad, la ancestralidad, el erotismo, las pedagogías regenerativas, las didácticas para la paz y la convivencia, la filosofía política, el cine, la inteligencia artificial, el arte y la ciencia, el metamodernismo y pensamientos meta-teóricos y liminales. (En este blog pueden curiosear más sobre mis inquietudes y prácticas)
Aun cuando han sido muy variadas las experiencias que he tenido en la vida, me gustaría señalar que no han sido parte de un plan deliberado, sino una historia de amor abierta que me sigue sorprendiendo y se sigue contando. Actualmente me siento con muchas potencialidades por descubrir y reconozco también mis limitaciones, confieso que después de pandemia han estado al acecho las sombras y traumas apareciendo frontalmente para ser develados e integrados. Soy un ser con mucha potencia y belleza y también como todos, contradictorio, a veces ambiguo e incoherente y que tiene sus puntos ciegos, por eso valoro tanto las relaciones, ya que estas nos nutren y permiten crecer en muchas dimensiones importantes de la vida.
Son muchos los puntos de inflexión que se han dado en estos últimos años y espero estar abierto a nuevos cambios y a experimentar nuevas mutaciones existenciales, en escucha atenta del propósito y a lo que la vida nos está llamando a hacer y ser, habitando la vida con mentalidad constructiva, imaginación, coraje y continuando en la construcción de una red de personas con las cuales aprender, jugar, soñar y experimentar por el transcurso de la vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario