El arte contemporáneo ofrece un amplio repertorio de
posibilidades espirituales e integrales para el trabajo con la primera infancia; a su vez, en
relación con las comunidades y contextos donde habitan los niños y niñas: Muchas tendencias del arte de los últimos tiempos, incentivan la
generación de experiencias en donde la interacción, la vida cotidiana, los
espacios compartidos y la subjetividad encuentran el lugar propicio para
experimentarse de maneras colectivas. iIdentificar tácticas que ofrece el arte para re-diseñar los espacios pedagógicos
infantiles, los tiempos para compartir y una ecología de lo cotidiano poblada
de diversas sabidurías locales es hoy en día tremendo desafío.
Es necesario iniciar una búsqueda de estrategias
pedagógicas que acojan con amor los ritmos infantiles (dinámicas no-directivas)
que fomenten la creatividad colectiva y donde se puedan introducir experiencias
enriquecidas en donde los niños y niñas activen a través del juego simbólico,
la imaginación y sus múltiples lenguajes todas sus potencialidades. Hoy
requerimos abrir el abanico de posibilidades que ofrece el arte, el diseño, la
innovación social y experimentos de la cultura cotidiana, popular y el saber local, para
desarrollar y amplificar la cultura infantil. Es pertinente (local y
planetariamente), que empecemos a en múltiples escalas, fomentar desde muy pequeños valores de
cooperación, ciudadanía, expresión e intervención en nuestros espacios, intensificar
las relaciones intergeneracionales (niños y abuelos; niños e historias
ancestrales) que contribuyan a forjar una mejor calidad de vida, conectar
generaciones, historias y formas de sabiduría en donde las nuevas generaciones pueden
encontrar el lugar y el tiempo para seguir propulsando la magia por todo el universo.
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