Compartimos para abrir nuestro código fuente, como una urgencia de nomadismo y complicidad.
Compartimos abiertamente para abrir a todos, al vecino, al extraño y al cómplice eso que hay entre nosotros en común. La cultura, la música, los afectos, las recetas, los hallazgos, los entusiasmos y las formas de resistir y crear.
Compartimos para albergar la posibilidad de proyecto, para intentar amplificar el murmullo de la rebeldía.
Compartimos porque creemos que la cultura es más cuando se abre a la remezcla y así tener el chance de expandirnos y palpar lo insospechado.
Compartimos esa fuerza extraña que nos conecta al mundo y así avivamos ese resto de humanidad que nos queda.
Compartimos data, beats, sonidos independientes, links, iniciativas culturales, proyectos tecnosociales, formas de activismo local y global, porque así afirmamos una cultura viva y emergente que puede desplegar la energía suficiente para agitar esa infelicidad que nos tienta al sedentarismo.
Compartimos como acto de supervivencia, como ejercicio de una ciudadanía cosmopolita, como acto de coraje y de reciclaje.
Compartimos porque queremos intentar traducir un movimiento cósmico en fuerza local, porque queremos extender más allá de nuestras fronteras geográficas y mentales una práctica social contemporánea que sea resonante a las expresiones de la cultura digital.
Compartimos para enriquecer nuestra dieta cognitiva y hacernos acreedores de nuestro carnet de ciudadanía planetaria.
lunes, 14 de diciembre de 2009
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