viernes, 4 de junio de 2021

Estar sin voz


Esta no será una etnografía húmeda, sino lo opuesto. Una etnografía de garganta seca. Les comparto mi experiencia de una semana de estar sin voz. Estar así es una experiencia incómoda para quienes nos encanta estar conversando y filosofando y para quienes hemos definido de cierta manera una identidad laboral con base al diálogo. Ahora que estuve 4 días sin voz, empecé a valorar más las palabras que uso, cómo me dirijo a los demás, el lenguaje corporal que comparto con mi pareja, incluso una conexión más atractiva con lo salvaje. Otra cuestión que me trajo la afonía, fue la necesidad de silencio, descanso, no-hacer y una interioridad más plena. Cuando la voz se va, hay algo que quiere venir a nosotros en forma de tacto, contacto, erotismo, escucha y sensualidad; en medio de la pérdida del habla, fui más consciente de que a veces me apodero de la palabra, busco a menudo protagonismo al hablar, incluso a veces respondo con mucha velocidad impidiendo generar un clima más pausado en la conversación. Ahora sin voz, he procurado sorprender a los otros sentidos, cocinar mejor y de maneras más creativas, escuchar más profundo a quienes me rodean, no solo sus palabras, sino todo su expresión completa; con mayor creatividad al escuchar, estuve más atento sobre la pulsación de las cuerdas de la guitarra, de la intensidad del tacto, del movimiento del cuerpo y de la voz y el tono de quienes me rodean. Cuando quedé sin voz, pregunte a otros por mis sesgos y prejuicios, con el fin de cuidar y relacionarme con mi sombra. Cada vez que enfermamos se abre la posibilidad de vivir otro tiempo, para que hagamos digestión y procesemos, reiniciemos este bello misterio. Somos seres parlantes por excelencia, pero cuando se nos va la voz, nos damos cuenta de lo importante que es tenerla, y no cualquiera, sino una voz más compasiva, más amable, generosa, poética y empática con el sufrimiento y el dolor del mundo y con las verdades de nuestra existencia compartida como seres vivos.


Cerca a mi casa en El Barrio Armenia, llevan casi un mes completo, todo los viernes, full fiesta electrónica hasta las 7 am, si esto es así en medio del pico mas alto de la Pandemia, me imagino las fiestas dionisiacas y el derroche de groove que va haber en unos años pasadas todas las restricciones de distanciamiento social...vayamos preparando la música y lo que se va oír en estas fiestas...


La otra consciencia que ha venido llegando por medio del sonido y la escucha profunda son los velorios, la presencia permanente de la muerte. En mi cuadra queda una funeraria y cada día hay cánticos, rancheras, música popular, cuando es un barrista, los coros del equipo resuenan en toda la cuadra; me ha impactado muchísimo el valor de la música en la velación y su función en muchos rituales de la vida cotidiana.  Ya había tenido esa intuición una vez que viajé a realizar unos talleres a Silvia- Cauca y me tocó un velorio del líder del Pueblo Misak, recuerdo la imagen: música chirimía 24 horas, una gran olla y la imagen de un cementerio abierto natural, de fondo una montaña verde intensa con muchos punticos de color morado; la otra función de la música en la muerte de niños en comunidades de Urabá, lo percibí en la investigación de Tesis de Maestría en Musicología que realizó mi compañera María José Salgado sobre juegos y alabados para velorios de angelito.


"La muerte es real. La muerte es inevitable e incluso necesaria como condición previa para que el individuo se esfuerce por mantenerse intacto y crecer. La muerte es un componente integral de la vida. Deberíamos hablar, más bien, de muerte/nacimiento cuando nos referimos al conjunto de la vida como realidad orgánica... 


"Cada individuo se ofrece a sí mismo al morir como un regalo para ser deleitado por otros, de la misma manera que recibió los regalos de los cuerpos de los demás y de la luz del sol, para sustentar su existencia. Podemos entender la muerte como la libertad de entregarse un día a la comunidad"... (Andreas Weber, Enlivement: Toward a poéticas for the Anthropocene, 2019)



Estar sin voz me hizo conectar más profundamente con la música que me encanta, aquí 10 playlist de artistas maravillosos que he estado escuchando en el último año:


Música Latinomericana: Agustín Barrios, Sho Trío, Acá Seca, Sofía Rei, Liliana Herrero, Puente Celeste, Dora juárez, Zully Murillo, Zeca Pagodinho, Céu, Alessandra Leao, Milton Nascimento, Gilberto Gil, Tom Zé, Chabuca Granda, Simón Díaz, Criolo, BaianaSystem.


Folk Blues Cósmico: Alasdair Roberts, Beck, Bessie jones, Bill Callahan, Bonnie Prince, Glenn, jim O Rourke, Leonard Cohen, Marvin Gaye, Moondog, Prince, Robie Basho, Rodrigo Amarante, Ray Charles, Ryley Walker,  Tom Carter.


Música Piano: Chopin, Alice Sara, Edvard Grieg, Debussy, Erik Sattie, Franz Liszt, Handel, Keith Jarrett, Max Richter, Haydn, Schubert.


Musica Experimental: Omar Khorshid, Flying Lotus, Earl Sweatshirt, John Zorn, Shabazz Palace, Dj Yoda, Ananda Shankar, Dam-Funk, Food, Four Tet, Leon Vynehall, Madlib, Teebs, The Heliocentric, Thundercat, Yazz Amhed.


Afrobeat y músicas negras contemporáneas (hip/hop, neosoul, jazz): Hugh Masekela, Tony Allen, Michael Kiwanuka, Mos Def, Mulatu Astatke, Common, Daddy Freddy, Dj Vadim, Foxy Brown, Harry Belafonte, Laura Mvula, Moodymann, Otis Redding, Ruth Brown, Talib Kweli, The Roots, Boubacar Traoré, Bobby McFerrin, Elza Soares, Zap Mama, Tego Calderon, Djonga, Gil Scott-Heron, D Angelo, Miriam Makeba, Saul Williams


Reggae, Roots, Rastafari Music: Keith Hudson, Burning Spears, Bunny Wailer, Wailing Soul, The Abyssinians, Black Uhru, The Congos, The Culture, Aswad, King Tubby, Lee Scratch Perry, U Roy.


jazz contemporáneo: Ezra Collective, Henri Texier, julian Costello, Lionel Loueke, The Comet is coming, Yelena Eckemoff & Manu Katche, Yussef Kamaal, Henry Cole, Food, Hermeto Pascoal, Miguel Zenón, Sons of Kemet, Vincent Peirani, The Heliocentric


Música Cubana: Mayito Rivera, Arsenio Rodriguez, Ignacio Piñeiro y el Septeto Nacional, Soneros de Verdad, Barbarito Torres, Manue Rodriguez, Orquesta Aragon, Adalberto Álvarez, Yoruba Andabo, Los van Van, Manolito y su trabuco, Sierra Maestra, Compay Segundo, Monguito


Música Colombiana: Pedro Laza, Curupira, Calixto Ochoa, Sixto Salgado, Emilsen Pacheco, Pablo Flórez, Gualajo, Batata y su rumba palanquera, Meridian Brothers, Edson Velandia, Abelardo Carbono, Hombre de Barro, La Muchacha, Guayacán Orquesta, Frente Cumbiero, Faustina Orobio, Andrés Landero.


Hiphop mujeres: Rapsody, Mary Hellen, Ariana Puello, Mr Bolivia, Belona Mc, Sara Hebe, Rebeca Lane, Gata Cattana, jyoti, Little Simz, Knela, Missy Elliott, Sampa the Great. 





No hay comentarios: