domingo, 31 de enero de 2016

Redistribuir el tiempo de trabajo


La duración de la jornada laboral ha cambiado en el curso de la historia, de 14, 12, 10, hasta las 8 horas diarias actuales (48 semanales). La sobreproducción de mercancías (superfluas) y el sobreconsumo desmedido generan pérdidas en tiempo y vitalidad para las personas, afecta la vida relacional y la salud de la tierra. Igualmente la automatización ha liberado el tiempo, razón por la cual dispondremos exponencialmente cada vez de mayor tiempo libre. Qué vamos hacer entonces? Yo pienso que no solo la cuestión estaría en aumentar el salario mínimo, ni de seguir exigiendo más trabajo, sino que por un lado es necesario reconceptualizar lo que implica trabajar hoy en día (priorizar jerarquías y necesidades y fortalecer los trabajos de cuidado que gozan de poca monta, pero que son claves para mejorar las condiciones de vida) y reducir las horas de trabajo, con el objetivo de disponer más tiempo, para alimentar opciones de vida más ecológicas, creativas, sustentables e integrales. Reducir el tiempo de trabajo podría ser también el pretexto para fortalecer las economías locales solidarias, los recorridos por los territorios, consolidar nuevos tipos de alimentación más saludable, creación de nuevas instituciones, aumentar  el tiempo en familia y la  co-gestión de los bienes comunes. Eso sí, tenemos que estar alertas que un eventual incremento de tiempo quede cautivo por las redes sociales, donde la humanidad hoy vive inmersa.

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